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jueves, 12 de diciembre de 2013

DR. MOCKUS, LÁRGUESE

Dr Mockus, lárguese 

Por Matheo Gelves

Tomado de: www.evernote.com


 
Doctor Antanas, la presente es para solicitarle a usted, ex alcalde y ex candidato a la Presidencia, que por favor se largue de nuestro país, pues considero que no lo necesitamos ni a usted, ni a sus políticas e ideologías. Es más, me he tomado el atrevimiento de irrumpir en su domicilio y empacar sus maletas para que pueda irse cuanto antes.
Lo primero que encontré en su armario, por allá guardados en una linda cajita, fueron los valores éticos y democráticos que usted siempre ha querido articular en nuestra sociedad. ¿Cómo se le ocurrió siquiera pensar en que la prioridad para un gobierno, y el principal destino de los recursos, serían la educación y la cultura ciudadana? ¡Es usted un ignorante! todos bien sabemos que lo que necesitamos es ponerlos en la guerra contra las FARC, que es nuestro principal y único problema.
Junto a esos valores, encontré colgado en un gancho el pantalón que usó el día de su famosísima conferencia en la Nacional. Si, esos que se bajó para mostrarles el culo a todos los estudiantes. ¡Es usted un animal! ¡Puerco, degenerado, inmoral! ¿Cómo se le ocurre hacer semejante banalidad frente a una sociedad como la nuestra, en donde los únicos culos que aceptamos ver son los de las prostitutas en la zona de tolerancia y los de las damas de Soho en las grandes vallas publicitarias? Lo lamento, pero su culo es demasiado escandaloso para nuestra casta sociedad. Con grandes arcadas y ganas de vomitar, empaco ese pantalón suyo.
También colgados y enmarcados en su estudio encontré un gran número de diplomas y reconocimientos que le han sido otorgados. Necesité una maleta extra para empacarlos todos. Lléveselos lejos, porque aquí no necesitamos profesores y académicos como funcionarios, tal como usted decidió hacerlo. En fin, regrese a Harvard a seguir dando sus charlas y cursos. Aquí nada de eso lo encontramos útil. Entienda que nuestros políticos (los que en verdad necesitamos) son esos que, en vez de culpar –como usted- a la educación y las decentes prácticas culturales de nuestro país, prefieren culparse unos a otros y a sus respectivos partidos. Respete el statu-quo, por favor.
Mientras empaco, aprovecho para comentarle que nunca supimos si era usted de derecha o izquierda.Solo supimos que era diferente. Y eso -lo diferente- nos espanta en este país. Aquí estamos acostumbrados al menú de siempre: dos tazas de corrupción al desayuno para iniciar bien el día, un platado de palabrerías y discursos al almuerzo, y una bandeja de show mediático para dormir bien y seguir con la rutina al día siguiente. Ni se atreva usted a meterse con nuestro diario vivir, con nuestro pan de cada día.
De su mesita de noche saqué su historia clínica. ¡Se me olvidaba la peor parte! Es usted un enfermo.Con una infinita pena le comento que su Parkinson nos resulta una peor enfermedad que la corrupción y el deseo de poder de nuestros dirigentes. Es claro que no puede usted ocupar ningún tipo de puesto en nuestro sano país. No nos expondremos al riesgo de contagiarnos de sus ideas. Es que nada más con pensar en que usted, viejo locus, optó por abandonar su pantano verde cuando nuestro Gran Colombiano decidió apoyarlo ya muestra el tipo de persona que usted representa.
Y hablando de ideas, encuentro bajo su historia clínica la propuesta que hizo en su mandato de expandirescuelas, bibliotecas e institutos. Sólo a un loco, demente y enfermo de Parkinson como usted se le ocurriría proponer semejante cosa, cuando lo que necesitamos es expandir las cárceles y estaciones de policía, pues nos invaden los vándalos y nos sentimos inseguros en la calle y hasta dentro de nuestras casas (para los que tenemos). Y aunque su ejemplar ley de la hora zanahoria haya trascendido a otras ciudades de Suramérica, no la necesitamos más, ni siquiera cuando se está matando media Bogotá borracha al volante y en medio de riñas. Usted, como sus propuestas, ya no son vigentes.
En fin, tras varias horas de trabajo he empacado una infinidad de sus pertenencias: Su absurdo plan debeatificar los recursos públicos, su tonta idea de ver a los indígenas como una minoría “extraña pero valiosa”, su propuesta del desarme de la población civil de Bogotá a cambio de bonos de mercado, su acción de cambiar los policías de tránsito por mimos que se burlaban de los imprudentes porque, según usted, los colombianos le temen más al ridículo que al castigo y ¡ah! lo más importante, su mayor defecto: el pensar mucho antes de hablar. ¡Eso sí que nos disgusta en nuestro afanoso y visceral país! Una persona que se tome tiempo para reflexionar, pensar y ahí si hablar. No tenemos tiempo para esas estupideces.
Ya es hora de que acepte la realidad, doctor Antanas. Se disfrazó del superhéroe de la política cuando la verdad es que un “político artista” como usted no va a ganarle a la corrupción colombiana, ni mucho menos va a poder escribir la sangrienta historia de nuestro país con lápiz y libros. ¡Lárguese de una buena vez y deje de insistir tanto! Colombia no está lista para una persona y una mente como usted.
Post-Data: Sus maletas y pertenencias ya fueron enviadas al aeropuerto. Adjunto a esta carta uno de sus más absurdos chistes:
“Me encantaría que cada mañana, cuando un estudiante se levante para ir a clase, comprendiera que allí, en su colegio o universidad; que cada maestro al dar la clase, o un papá al revisar la tarea por las noches, son los escenarios donde se juega la soberanía del país, la diferencia de poder futuro”
  

viernes, 22 de noviembre de 2013

miércoles, 20 de noviembre de 2013

EL PRINCIPIO DE REALIDAD EN NUESTRA SOCIEDAD ES DETERMINADO POR UN GRUPO ECONÓMICO

Por: Rubén Andrés Rios Osorio


Principio de placer

Como nos esboza Freud (1930)  “el programa del principio de placer es el que fija su fin a la vida”, (p.76)  el principio de placer gobierna el aparato anímico en dos sentidos uno positivo y otro negativo, en el negativo ordena evitar o cancelar las sensaciones de dolor y displacer, y en el positivo poder vivenciar intensas sensaciones placenteras lo que se califica como dicha.
Este principio de placer se fundamenta desde muy temprano en la vida anímica, desde la lactancia, cuando el lactante al estar alejado del objeto seno materno, tiene una sensación displancentera para este, llorando como reclamo de asistencia; en el momento de pérdida del objeto para su yo.

Así se permite dilucidar el principio de placer como un programa que ordena las sensaciones que son evitadas o intensificadas, con un objetivo de dicha o felicidad en el individuo.

 Principio de realidad

El principio de realidad se establece en el momento que el lactante empieza a distinguir lo interno perteneciente al yo y lo externo proveniente del mundo exterior (Freud, 1930); de esta manera el individuo se relaciona con el exterior, diferenciando su yo del exterior y buscando menguar las sensaciones displacenteras que pudiera percibir, así la censura reprime las representaciones que no se ajustan a ese exterior, conciliando el principio de realidad con el principio de placer.

Este principio dirigirá al individuo y cómo este se debe desenvolver en la cultura, de manera que siga las normas establecidas, las cuales son significativas para el individuo y su relación con el entorno.

Economía libidinal

La economía libidinal es entendida como una reducción de energía o un acomodamiento pulsional, de forma que el individuo pueda tener una sensación placentera y un alejamiento de las sensaciones que no lo son, de manera fácil y rápida, por ejemplo con el alcohol se busca sensación placer y/o un alejamiento de la miseria, lo cual se logra con unas cuantas botellas.

Principio de placer vs Principio de realidad

El principio de placer es el programa que  busca la dicha, esa felicidad de cada individuo, pero cuando esta es enfrentada a lo externo, es evidente que es irrealizable, ya que no es posible cumplir con todo el placer que el individuo desea, ya que este  es incongruente con el exterior,  y el exterior es el que establece las reglas, de esa forma impide la manifestación consiente del placer. Adicionalmente  el sufrimiento se presenta así trate de evitarse y estas sensaciones pueden ser provenientes del propio cuerpo, del exterior o de las vinculaciones con otros seres, haciendo que el individuo padezca por sus representaciones placenteras, de tal manera este reduce sus exigencias de dicha y las moldea de acuerdo a lo permitido por su cultura (Freud, 1930). “Bajo la presión de estas posibilidades de sufrimiento los seres humanos suelen atemperar sus exigencias de dicha, tal como el propio principio de placer se trasformó, bajo el influjo del mundo exterior, en el principio de realidad, más modesto” (p.37), de esta forma el exterior influye en nuestro placer, haciendo que se establezcan censuras para aquellas representaciones que trasgreden lo permitido, y en busca de una economía libidinal las expectativas de placer bajan, de forma que el individuo tenga varias expectativas y con intensidad mesurada en caso de fallo, por tal motivo el individuo toma de la cultura las probabilidades y las formas correctas de placer,  así la censura en el individuo genera la  represión del placer por la exigencia de la cultura.

Es posible dilucidar que la cultura con su neurotisismo, establece lo correcto y lo incorrecto, lo que se debe hacer o no se debe hacer, lo que es placentero y lo que no lo es, y es así como el individuo establece su censura de manera que sus representaciones conscientes son acordes a lo culturalmente aprobado.
                                                                         

La economía como padre de la cultura

Para el contexto freudiano, la cultura tenía grandes connotaciones religiosas, ya que desde el siglo XVIII podemos evidenciar el deslinde de la ciencia de la religión, pero cuando comparamos eso factores a los de los principios del siglo XXI es imperativo que esta asociación sea realizada desde la economía que por así decirlo es el nuevo Dios.

La economía Neoliberal, nos arroja hacia una cultura consumista, donde el poseer es sinónimo de abundancia, de felicidad, donde el dinero es imperativo, y la acumulación de este describe a una persona, competente, inteligente e interesante, con múltiples oportunidades y placeres, un modelo a seguir.

La economía global es movilizada por un puñado de compañías, que llevan sus productos y servicios a cada rincón del planeta, parte de su mecanismo para influenciar los mercados, es que sus productos son parte de modelos de vida, y se convierten en estados aspiracionales de las sociedades, donde es necesario la identificación del producto o servicio en la vida de millones de personas, que consumen lo que estas compañías ofrecen.

El modelo aspiracional, donde la venta de promesas de placer indescriptible (Como Coca Cola y su chispa de la vida)  o de la prevención o evitación  de sensaciones displacenteras (Como los seguros, o un buen trabajo) permitirá que los individuos sean parte de ese mundo feliz que es mostrado a través de la publicidad, como si fuese una ventana hacia al paraíso.

El placer se compra, la posibilidad de acceder a la felicidad está en la compra, en la adquisición, en el tener, y estas compañías cavilan estos paraísos, donde el sufrimiento se esboza como la falta y la ausencia de estos productos y servicios en su modelo de vida.

Si estas compañías son las normalizadoras de la sociedad, de lo aprobado culturalmente, de lo bueno, lo malo, lo feo, lo placentero, se dilucida que allí encontramos la norma, encontramos al padre, a la fuente normativa, la cual brinda la solución de la necesidad, la ubicación del objeto perdido, de aquel objeto que no se tiene, pero que con unas cuantas monedas se puede acceder al vida que estos proporcionan.

Bajo esta panorámica podemos empezar a dilucidar el cuestionamiento tratado en este escrito ¿El principio de realidad en nuestra sociedad es determinado por un grupo económico?

¿El principio de realidad en nuestra sociedad es determinado por un grupo económico?

El principio de placer se trasforma en principio de realidad, cuando el placer es ajustado a las expectativas del exterior, a las expectativas de un entorno que enmarca la cultura, el individuo se enfrenta al sufrimiento de la vida y este  ajusta su placer a estos, encontramos que ese exterior hoy en día está regido por la economía, por el mercado, por la constante ausencia y así como establece Freud (1930) hay tres fuentes de ese sufrimiento:

1.    Con uno mismo, cuando el ser se siente insatisfecho con sí mismo, cuando sus pulsiones parten de sí exigiendo ser satisfechas.

2.    Con el entorno, cuando la ausencia del objeto, genera padecimiento, sufrimiento y deseo.

3.    En las relaciones con los demás, cuando esas interacciones con los otros no fluctúan con la expectativa propia de la representación.

El comercio, brinda soluciones a la vista de cada uno de estos sufrimientos, el exterior brinda sus reglas con las cuales el individuo moldea sus representaciones conscientes a su modelo de vida, familia, intereses, conocimientos, acciones, gustos, comidas, relaciones sexuales, etc., estas son promovidas por los intereses económicos de productos y servicios, que muestran cómo cada sufrimiento se desvanece con la obtención, y el individuo se establece como parte del sistema consumista, ya que su realidad (el externo) influye en el yo, esta mediatizado por las necesidades económicas de las marcas que mundialmente venden el modelo del hombre feliz, de la dicha para el individuo.

Estas normas establecidas por un modelo económico neoliberal, instaura en el individuo censuras que son dirigidas por un modelo de vida externa, así el principio realidad es cavilado por unas pocas empresas, que principalmente buscan poder y montones de dinero, imponiendo las expectativas de millones de personas que  adquieren sus productos y servicios, al moldear un estilo de vida basado en la posesión de objetos como obtención de placer.

Este ciclo de la obtención consumista de productos y servicios, es interminable, nunca habrá una satisfacción total del placer, ya que la censura es trasformada en el principio de realidad que está sujeta al sufrimiento, como el exterior es influenciado por la economía empresarial, y estos imponen objetos que sustituyen el sufrimiento por la pérdida del objeto primario y que a pesar de ser obtenidos no son satisfechos, el individuo estará siempre consumiendo en búsqueda inalcanzable de la mengua de su miseria, pero esta nunca se satisface, sin embargo este puñado de empresas llenan sus arcas con las expectativas hechas por el mismo individuo que acomoda sus censuras y representaciones conscientes, a la manipulación comercial, en un ciclo infinito de comprar placer y no alcanzarlo.

Referencias.


Freud, S. (1930) El malestar en la cultura. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu editores

miércoles, 9 de octubre de 2013

CONSULTA PSICOLOGICA

Consultar Psicólogo o Psicoanalista



Yaneth Ortíz
(Psicóloga)


Bogotá. Celular 3024005792 


Jairo Báez
(Psicólogo - Psicoanalista)

Bogotá. Col. Celular 3002228010


Alfredo Malagón
(Psicólogo - Psicoanalista)


Tunja. Col. Celular 3142666009


Rosendo Rodríguez
(Psicólogo - Psicoanalista)

Bogotá. Col. Celular 3118807454

Ulises Cruz
(Terapeuta - Experto en Tratamiento de Adicciones)

Bogotá. Col. Celular 3138258752

Sergio Alejandro Palomeque
(Psicólogo - Terapeuta. Presencial - Online. Bilingüe Inglés-Español )

Bogotá. Col. Celular 3133735959


sábado, 14 de septiembre de 2013

EL PROTAGONISMO DEL CUERPO EN UN DÍA DE LGBTI

Por: David Parada

A lo lejos se venía escuchando un retumbar que antes de ser melodía mi cuerpo lo percibía como una ola del mar a contracorriente, entre más me acercaba a aquella muchedumbre, más clara se hacía. 

Gloria Trevi. Una voz que identifica una actitud LGBTI, mientras la canción decía: “Y yo la paso bailando, cantando amando mi libertad ya sin ti”, varios eran los que se aglomeraban alrededor de la canción para ofrecer su tributo al conmemorativo día. Cada uno con su particular forma de vestir, siempre creyendo en todos los casos ser quien tiene el mejor traje o pavoneo. Miradas se cruzan, cuando el pavoneo tiene éxito  dos de estos personajes LGBTI se acercan y deciden compartir el festejo. Entre gritos, cantos y voces susurradas de matices LGBTI todos se van expresando y va emergiendo el alma de la masa.

Mientras se va caminando en un atardecer acompañado por nubes y el intermitente sol, aparecen en escena lenguajes corporales que fragmentan los espacios cargados de monotonía y cotidianidad. El constante participante de esa masa de carne llamada cuerpo es la voz, con ella jocosamente se reclaman derechos, deberes no, pues el cuerpo reclama placer, goce, exceso, ya aquello normativo y de mantener cabales sociales está agotado. Siempre hay un dejo de queja en toda consigna.

Mientras la voz cumple su función de reclamo, algunos brazos alzan extensiones ornamentales del cuerpo a manera de falos que auxilian la voz, y aquí la letra hace su presencia, intentando dar un orden con frases, paradojas y material escrito en pancartas.  Otros usan sus brazos para abrazar, consentir, golpear, manosear, saludar, ocupándolos en una acción con la cual sentirse parte del acogimiento de este espíritu LGBTI.

Las piernas y los pies, siguen su ruta ya escrita en redes sociales, en el voz a voz y en el ritual anual ya inscrito en el entusiasmo de sus participantes,  van caminando hacia el altar sacrificial, donde la discriminación será sacrificada al Tótem diversidad. Quizás sea ese el motivo de caminar, consumar el ritual.

¡Que no se crea que fue lo externo lo único que  trabajó en este festejo, no! Hígado, tripas y corazón también hicieron su presencia allí. Cómo se dice que  el único lazo social posible en la actualidad es el capitalista, el estómago lo recordó al pedirle al homúnculo una mazorca o un chorizo, o una arepa, o un chorizo con arepa  por esto de lo diverso en las metonimias de la genitalidad. Así se sacio el hambre de muchos estómagos, y se permitió al corazón palpitar en las fluctuaciones del barullo de las masas.

Finalmente, como único producto de este cuerpo que se enfrentó en esta marcha a su alegría, tristeza, odio y a su deseo, quedaron la orina y las heces, elementos que al igual que los genitales,  tuvieron un valor metonímico; entre el  jolgorio,  las risas y el  maniculichupeteo se botaron objetos, papeles publicitarios, comida, se derramaron bebidas alcohólicas, gaseosas, y bueno, un sinfín de materiales parecidos a nuestra caca y orina. Finalmente la basura quedó como testigo de que las pulsiones de vida expresadas a través del cuerpo se unifican con la pulsión de muerte.


 Alguien equiparaba la exhibición de un par de tetas en un trans a un acto político, ¿cómo saberlo?, ¿todos los trans quieren actos políticos, poéticos, de que tipo es el acto de cada uno?, pues no se olvidan algunas frases de ellos mismos luego de una apasionada pelea cuerpo a cuerpo: “-¿Por qué te pegó?- - por ser linda-“, ¿es posible pensar la política únicamente en función de una polis? ¿O en función de pelear un derecho?, ¿acaso no es importante escuchar?, ubicar lo LGBTI y sus demás derivaciones en lo particular, hoy esta marcha demostró cuan implicado está el cuerpo como medio de desplazamiento político, ¿pero valdrá la pena  preguntarse hacia dónde va mi cuerpo?

sábado, 13 de julio de 2013

INSCRIPCIÓN PONENTES VI ENCUENTRO DE SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN DESDE EL PSICOANÁLISIS

Un saludo. 

Este es el formulario a llenar para su participación en el VI Encuentro de Semilleros de Investigación desde el Psicoanálisis. Recordamos que el encuentro se realizará en Ibagué, los días 25 y 26 de Octubre del 2013. La organización en esta oportunidad la coordina la  Facultad de Psicología de la Universidad Antonio Nariño y el Semillero de Psicoanálisis y Sociedad de la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Los Libertadores. 

Las propuestas se reciben hasta el 21 de Septiembre del 2013.  La participación como ponente o asistente no tiene costo monetario alguno.  

viernes, 12 de julio de 2013

DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO O DE LA CÁTEDRA DEL DR. EDUARDO UMAÑA LUNA

Jairo Báez
Especialización en Instituciones Jurídico Familiares
Universidad Nacional
1999



Entender la importancia de la génesis y construcción del conocimiento, es algo que no está muy “de moda” en la universidad colombiana. Envolviendo como tal, las diferentes instituciones de carácter público y privado que imparten saber a nivel superior. Al seno de la población colombiana se ha introyectado el viejo axioma que en país de ciegos el tuerto es rey. En esta medida lo importante no es llegar al fondo del asunto, sino apropiarse de lo indispensable para “descrestar” incautos y lograr la fuente de recursos económicos que permitan vivir “dignamente”. Hoy difícilmente se encuentra en el profesional esa angustia por entender de donde surge la ciencia, el saber; el para qué, el porqué y el cómo se llega a desentrañar los secretos; estos son oficios para otros, para los intelectuales alejados de la realidad y ajenos a nuestro tercermundista país. Los profesionales colombianos sólo queremos un título más, para ascender en la escala salarial de cualquier entidad, evitando las preocupaciones que podrían acarrearnos, en cualquier momento, la profundización en la epistemología.

En este ambiente me encuentro con un hombre, de pelo cano y andar pausado, profesor por más de cincuenta años, empecinado en mostrar, a sus estudiantes, que existe un mundo más allá de sus propias narices. Ese mundo que él quiere legarnos, cuando sus fuerzas lo obliguen a entrar en la cordura, como buen quijote, para morir en paz. Y es que para ser sabio, honesto y comprometido con una causa llamada Colombia, necesariamente debe uno estar loco.

Ese mundo que quiere dejar a sus estudiantes se llama Colombia, país incrustado entre dos mares, allí donde se quiere desgarrar el continente en dos polos “malditos”: el norte y el sur. Ese mundo codiciado por muchas potencias primermundistas, que se han dado cuenta que el paraíso bíblico verdaderamente existe; que tiene todo lo que podría hacer feliz a un hombre, a una sociedad, ese paraíso se llama Colombia.  

Pero ese mundo adolece de muchos males, cuyos síntomas se evidencian en la sociedad que la habita. Esa sociedad acéfala, esa sociedad psicótica, esa sociedad sangrante y explosiva, es la que ha mantenido con vida a un roble, profesor de mil batallas, que se niega a morir mientras no vea que va por los caminos de encontrar su norte. Curiosamente, antes lo que se perdía era el oriente; pero, debe ser por la correlación con la prosperidad económica, que ahora lo que se pierde es el norte.

En esa empresa titánica, me siento ante un hombre para que me mueva en los cimientos y me muestre que la familia no es un puñado de leyes, emanadas de un rey, a lo  Saint-Exupéry, para que se cumplan. Si no entendemos la importancia de la epistemología en torno a la familia, difícilmente podremos ser facilitadores profesionales del cambio que se debe operar a su interior. Tal como lo planteó, en muchas ocasiones, la familia es una multitud de variables que deben ser analizadas, con mano de buen cirujano, sin perder nunca la objetividad y la eticidad. 

Nadie más que nosotros mismos, colombianos, seremos culpables de nuestras dichas o desdichas. Nadie va a preocuparse por la suerte de la familia colombiana lejos de nuestros linderos; y cuidado, cuando alguien, extraño a nosotros, se preocupe, no perdamos de vista sus intereses pues muchas veces  pueda que no sean los favorables para el Estado y la sociedad nacional.

La simplicidad tal vez sea lo más complejo que existe, de otra manera no se podría entender la amplitud mental necesaria para poder estudiar el fenómeno de la familia. Con la gravedad del ilustrado, este hombre cita a un godo recalcitrante, un cachiporro a ultranza, un marxista consumado, un maoísta empedernido, para señalar que la política es un factor determinante de la ciencia. La ciencia no es un dogma, se le escuchó varias veces decir. Las cosas son y como tal debemos buscar la forma de aliarnos a ellas, y qué mejor forma que conociéndolas; y conocer implica dejar la creencia de la estabilidad, el anquilosamiento y lo finito; mientras se le da cabida al cambio, el dinamismo, lo infinito. La familia no se aprehende, la familia se sigue en su proceso histórico. Proceso que va unido a otros cambios que la fundamentan, como la economía, la política, la religión y la misma ciencia, la tecnología.

Cómo no voy a estar orgulloso de haber sido alumno de Eduardo Umaña Luna, cuando se ha preocupado de bajar un discurso universal (Epistemología) a un Estado y fenómeno particular (Colombia y Familia); y no contento con esto le da un papel protagónico a cada uno de quien lo escucha en el devenir de la historia. Sea tan grande como la universal o tan chica como la de su propia familia.


!!Gracias Maestro!!

miércoles, 10 de julio de 2013

MARCO CAVALLO (UNA INSIGNIA)


¨Quando il cavallo acquistò la sua forma definitiva era enorme e bello. Tinta guardava affascinato ed incredulo. Nessuno osava toccare il cavallo, solo Vittorio lavorava ogni giorno per rifinirlo e Tinta era con lui a passargli gli strumenti. Nessuno, prima di allora, aveva mai conosciuto Tinta. Era rinchiuso nel reparto «C», il reparto più brutto e orrendo del manicomio, esclusione nell'esclusione. Aveva venti anni, tutti passati negli istituti. Era nato alla fine dell'occupazione alleata, a Trieste. A malapena gli avevano insegnato a scrivere il suo nome e, malgrado i suoi occhi attenti e vivaci, era stato condannato ad essere un deficiente.¨



Cuando el caballo adquirió su forma final era enorme y precioso. Tinta observaba con fascinación e incredulidad. Nadie se atrevió a tocar el caballo, sólo Vittorio trabajaba todos los días hasta el final y Tinta estaba con él para pasar los instrumentos. Nadie antes que él había conocido nunca a Tinta. Fue encerrado en el departamento "C", el departamento más feo y horrible del asilo, la exclusión en la exclusión. Tenía veinte años, todos pasados en las instituciones. Nació a finales de la ocupación aliada en Trieste. Apenas le habían enseñado a escribir su nombre, y a pesar de la mirada atenta y vivaz, había sido condenado a ser un idiota.


viernes, 21 de junio de 2013

VI ENCUENTRO NACIONAL DE SEMILLEROS DE PSICOANÁLISIS

UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA


VI ENCUENTRO NACIONAL DE SEMILLEROS DE PSICOANÁLISIS

En Octubre, cada año, a finales de este mes, tiene lugar el Encuentro Nacional de Semilleros de Psicoanálisis. La tradición data del año 2008, cuando tuvo lugar el Primer Encuentro, en el Torreón Caldas de la Fundación Universitaria Los Libertadores, lugar de nacimiento del Semillero “Psicoanálisis y Sociedad”, grupo de estudio integrado por universitarios procedentes de diferentes carreras e instituciones educativas de la ciudad de Bogotá.

La historia del Semillero ha estado marcada por la discusión de los saberes, sin la renuncia del participante a su deseo de investigar. Sin el interés por presentar cifras como soporte del discurso, el espacio de discusión no teme confrontar las más dispares concepciones de la realidad, aportando el elemento ético que podría denominarse coherencia, el cual remite al propio deseo de quienes hablan y de quienes escuchan, pues se ha criticado la renuncia que caracteriza los espacios académicos fundados en la autoridad del Sabio.

La interrogación por la verdad del sujeto, queda implicada en las intervenciones de los participantes, que han sido arrojados a los desafíos que plantean los espacios de la práctica de la psicología, que empiezan en la docencia misma, cuando se encuentran con un saber Universitario, que no por casualidad Lacan ubica al lado del discurso del Amo.

En el reverso de este discurso universitario, discurso del Maestro (Master, Amo), se ubica el discurso del psicoanálisis, que viene a orquestar la subversión del sujeto. El paso a la denuncia de la castración del Amo, y la impotencia de su Saber, es el resultado del señalamiento de la falta en el discurso. En este sentido, el Semillero no ha temido reconocer que el propio psicoanálisis es un saber en falta, que solamente puede dar cuenta de la verdad del sujeto, evocando al histérico por antonomasia, el mayéutico Sócrates que partía de un no-saber para denunciar la falta en el Saber del otro.

Si bien el Semillero “Psicoanálisis y Sociedad” ha impulsado los anteriores encuentros, también ha puesto en manos de otros semilleros de psicoanálisis la organización del evento. Tal es el caso, por ejemplo, del IV Encuentro realizado en Bucaramanga, en 2011, auspiciado por la UNAB. Las huellas de estos trabajos pueden rastrearse en Indexno La Revista, blog que publica ideas de los estudiantes que han encontrado en el psicoanálisis una fuente de inspiración para seguir con lecturas de la realidad, que se precian de apuntalarse en el deseo.

De momento, el retorno del Estudiante que inquiere al saber, con ese juicio escéptico que no se doblega ante el gesto omnipotente, la palabra plena, el descubrimiento último, el número que justifica, el sofisma pletórico, o la retórica de lo largamente demostrado, es el real traumático que sigue funcionando como la apuesta de los Encuentros de Semilleros de Psicoanálisis.

El ambiente ibaguereño ofrecerá el marco para el desarrollo de estas discusiones, de las cuales quizá queden heridas narcisistas, sobre las cuales el saber retornará, pero nietszcheanamente: siempre se regresa, pero diferente, y gracias a la enfermedad, con la cual contraemos una deuda impagable en vida, y tal vez ni siquiera saldada con la muerte.

Las ponencias, simposios, mesas de trabajo, y otras metodologías de socialización de ideas, alternarán con otras modalidades: videos, danzas, instalaciones, y otras expresiones artísticas, abriendo el abanico de posibilidades a lo imposible de comunicar.

Las propuestas se recibirán en los correos:

Maribel García Rivera

Rosendo Rodríguez Fernández   


sábado, 1 de junio de 2013

DIEZ EXPERIMENTOS PSICOLÓGICOS PARA REFLEXIONAR

Tomado de: Pijamasurf.com 
10 experimentos que de algún modo revelan la existencia de esas potencias que al menor descuido se apoderan de la frágil mente humana, ese juguete de fuerzas que nunca creeríamos que también nos habitan y forman parte de nosotros.

La mente humana —que de algún modo experimentamos como un teatro— se compone de elementos que fácilmente podemos manipular, sea con variaciones de la propia percepción o con agentes externos que, como los químicos, intervienen directamente en las estructuras del cerebro.

Sin embargo, como con todo experimento, la posibilidad de fracaso se encuentra siempre presente. Hay ocasiones en que las cosas no se resuelven como la hipótesis inicial lo planteaba y las variables salen del control de los experimentadores.

A continuación presentamos 10 experimentos que desbordaron todas las previsiones planteadas, demostrando de algún modo que la mente es, como querían los antiguos griegos, el juguete predilecto de potencias que se manifiestan solo cuando el precario dominio que ejercemos sobre ella afloja por un instante la rienda.

El experimento de la prisión de Stanford

En 1971, Philip Zimbardo, psicólogo en la universidad de Stanford, convocó a un grupo de estudiantes para estudiar la manera en que se asumen ciertos roles —y, secretamente, para explorar la noción del mal en el alma humana. Simulando una cárcel, algunos tomaron el papel de guardias y otros el de prisioneros, aunque sin avisarles previamente. Una mañana kafkiana los primeros fueron a los hogares de los segundos y los arrestaron, llevándolos a celdas donde los vigilaban y incluso más que eso: pasados algunos días, el poder obtenido súbitamente trastornó tanto a los guardias que pronto incurrieron en prácticas sádicas como la tortura. Apenas 6 días después de iniciado, Zimbardo se vio forzado a suspender el experimento.

Wendell Johnson y los huérfanos tartamudos

Tomando como sujetos de experimento a 22 niños huérfanos, 10 de ellos tartamudos, Wendell Johnson, de la universidad de Iowa, los dividió en dos grupos que recibieron, cada uno por su cuenta, terapia del lenguaje, solo que el primero con un terapista que reconocía sus progresos y el otro con uno que castigaba sus errores. Con el tiempo, los niños pertenecientes a este último grupo mostraron serias afectaciones en su salud mental e incluso algunos desarrollaron trastornos que antes no tenían. Todo esto sucedió durante seis meses 1939. En 2007, seis de los niños del grupo “negativo” recibieron una compensación de casi 1 millón de dólares por el daño causado por el experimento.

MK-ULTRA

El célebre proyecto MK-ULTRA de la CIA, que tenía como propósito fundamental explorar la noción y las aplicaciones del control mental, fue durante la década de los 50 y los 60 un semillero de individuos desequilibrados cuyas vidas terminaron destruidas por esta ambición de reducir a una persona —y eventualmente a cientos o miles— a un objeto sin voluntad propia.

Elefantes en LSD

El LSD, una de las drogas favoritas de la experimentación en la década de los 60 y los 70, enigmática en sus efectos sobre la mente, conoció también una prueba en que fue administrada a un elefante por Warren Thomas, director del Lincoln Park Zoo situado en Oklahoma. Su prueba, sin embargo, aportó poco o nada al conocimiento científico, pues el animal que recibió la dosis murió a los poco instantes entre convulsiones y estremecimientos.

El experimento de Milgram

Antecedente directo de Zimbardo, Stanley Milgram estaba obsesionado con el concepto de autoridad y la manera en que cualquiera lo asume casi sin reflexionar, apegándose inmediatamente a los mandatos de otro solo porque, digamos, este viste una bata (y entonces suponemos que es un médico) o se encuentra en una jerarquía social superior (categoría que, cuando se le mira de cerca, también parece bastante endeble). En particular Milgram no entendía el asunto del Holocausto, el hecho de que una persona perdiera toda piedad, compasión y demás emociones humanas y, aparentemente como si realizara una acción mecánica, matara a decenas o cientos de personas.

El experimento de Milgram consistió en pedir a una persona que hiciera preguntas a otra, a quien cada respuesta equivocada le costaba un choque eléctrico cuya intensidad aumentaba a la par de los errores, todo esto supervisado por un hombre con la aparente autoridad de un científico que conocía las razones del experimento.

Lo que no sabía la primera persona es que su contraparte era un actor que fingía el dolor sentido por las descargas eléctricas, mismas que en realidad no existían.

Para sorpresa de Milgram, había personas que siguiendo las órdenes del supervisor seguían aplicando los choques a pesar de que el hombre se retorcía de dolor y suplicaba que su agonía cesara.

Esquizofrénicos que dejaron de tomar sus medicinas

En los ochentas, un grupo de psicólogos de la Universidad de California diseñó un experimento para saber cómo mejorar el tratamiento de la esquizofrenia, teniendo como fase fundamental que pacientes con esta enfermedad suspendieran los medicamentos que acostumbraban consumir para mantenerla a raya. La medida fue contraproducente y casi todos vieron exacerbados sus síntomas. Incluso uno, Tony LaMadrid, saltó desde la azotea de un edificio seis años después de haber formado parte del estudio.

El pozo de la desesperanza

Como inspirado en una ficción de Poe o algún otro maestro del terror, el psicólogo Harry Harlow buscó arrancar su secreto al amor aislando monos en un aparato que denominó “el pozo de la desesperación”, una cámara vacía en la que el animal se encontraba privado de todo estímulo y socialización. ¿Los efectos? Ninguno otro más que la locura, manifestándose en comportamientos como que algunos animales comenzaron a comerse a sí mismos. 

La Tercera Ola

La Tercera Ola (The Third Wave) fue el nombre que recibió un experimento a un tiempo psicológico y político, en el que se pretendió comprender cómo una sociedad democrática podría virar hacia el fascismo y el autoritarismo. Entre un grupo de estudiantes adolescentes se creó una especie de “clase privilegiada” u orden en la que eran admitidos solo unos cuantos. Y si bien, de inicio, esta circunstancia motivó a todos a esforzarse por pertenecer a dicha élite, con el tiempo sus miembros desarrollaron prácticas como la marginación y la discriminación de quienes no gozaban de dicho privilegio, comportamientos que incluso fueron llevados más allá del salón de clases. Bastaron cuatro días para que el experimento, ante la evidente falta de control, se diera por concluido.

Terapia de aversión a la homosexualidad

Si toda enfermedad tiene su cura y la homosexualidad es una enfermedad, entonces esta puede curarse. Víctimas de tan falsa e insostenible lógica, muchas personas en la década de los 60 asistieron a terapias que prometían curarlas de su orientación sexual y devolverlas a la “normalidad”. Técnicas entre las que destacó la “terapia de aversión”: al mismo tiempo que una persona era expuesta a imágenes homosexuales, se le daban electroshocks e inyecciones que provocaban náuseas y vómito.

David Reimer

Con tan solo 8 meses de edad, en 1966, David Reimer perdió su pene a causa de una circunsición mal realizada. John Money, psicólogo, sugirió entonces a sus padres que la mejor alternativa para el futuro desarrollo del pequeño David era una cirugía de cambio de sexo. Money, sin embargo, tenía intereses propios en el asunto y, sin comunicárselo a los padre, utilizó al recién nacido para probar que la identidad de género no era innata, sino una consecuencia de la educación y la interacción social. David se transformó en Brenda y aunque sus genitales tenían la apariencia de una vagina y desde siempre recibió suplementos hormonales, actuó como un niño durante toda su infancia. Esto provocó que la familia se separara. A los 14 Brenda supo la verdad, y tomó la decisión de volver a ser David, nombre con el cual se dio muerte a los 38 años.

sábado, 25 de mayo de 2013

PENSAMIENTOS CULOS



Por: Jairo Báez

Todo es historia nada es verdad

Como buen hegeliano, no dejo de buscar la verdad, pero así mismo se que, lo que hoy creo verdadero mañana tendrá que ceder su lugar a otra verdad mucha más depurada. Ante esto no me queda más que ubicarme como buen historiador, a mostrar la historia de las ideas que han sido señaladas como verdad. ¿Quién hoy puede estar seguro de su verdad?, ¡qué valiente es él!, pero como yo no soy valiente, debe asumir que lo único que me queda es la historia de la verdad.

La chimoltriufia

El gran teórico de los posmodernistas es la chimoltriufia. Esa que dice que así como puede decir una cosa también dice la otra, es quien hoy dirige el pensamiento posmoderno, la coherencia y la armonía no es el principio posmoderno, lo importante para el posmodernista es el momento dicho, el que permita nombrar sus inquietudes. Marcianos, Santos, Chamanes, Científicos, todos van al mismo costal; hacer de la ciencia una religión, del mito una verdad acabada y de una especulación una prueba de fe, es propio del mundo posmodernista. Lo importante es hablar, lo importante es creer, no importa referencias, las referencias son personales, mínimas, subjetivas. Lo importante es hablar, ya no se le debe sostener a nadie, total la verdad es personal, la sociedad, el colectivo, la comuna, el otro, murió.    

Soluciones

El hambre no se mata a punta de bala; sin embargo, toda alevosía en contra del estado actual de la sociedad se arregla armando los ejércitos para acabar con aquel que, por física hambre, pone en entredicho la buena administración del Estado. Muerto el hambriento, muere el legítimo contradictor. Muerto el crítico muere el inconformismo y los problemas se acaban. Qué buen silogismo maneja el statu quo.

El Decretismo

Aquí acostumbramos a arreglar los problemas por decreto. Los problema del hambre, de la salud, de la violencia, de la guerra, de la educación, etc., se acaban por decreto; Solo se necesita un presidente que decrete lo urgente, pues a la larga nadie hace caso, nadie lo tendrá en cuenta, por supuesto, ni él mismo, pero lo cierto es que la ley existe, eso tranquiliza las conciencias.

El Mesías

En mi país el Mesías se rehúsa a morir,  y sin embargo siempre lo matan. Como pueblo hambriento y desprotegido siempre se acoge al primer Mesías que aparece, no importa si es derecho, es izquierdo o de centro. Cualquier hablador que prometa acabar con los problemas personales, arrollados en colectivos incapaces, es vanagloriado por el tiempo que dura la ilusión. Pero qué pronto cae en desgracia y pronto reemplazado por otro. Hasta cuándo mi pueblo seguirá esperando el Mesías, y hasta cuándo seguirá descalificando a los Mesías aparecidos. Bienvenidos presidentes, alcaldes, senadores, concejales, profesores, investigadores, grandes Mesías de nuestro tiempo. Posdata, antes los llamaban demagogos.  

El idiota útil

Cada vez me convenzo más que es una ley natural ser un idiota útil; pero que es un imperativo humano saber a quién beneficia nuestra idiotez.  Por ejemplo, me pregunto, a quién beneficia toda esta caterva de discursos posmodernistas que tan fácilmente se han instaurado en la América Latina y países tercer mundistas. Los recientes descubridores de otras realidades descubrieron el agua tibia, no se han dado cuenta que los humanos han vivido diferentes realidades; fueron míticos y se estancaron en la teocracia. Ahora reinan en la tecnocracia y van rumbo a una realidad psicótica. 

El derecho natural

Un argumento que se sigue manejando en la actualidad para justificar muchas de las actitudes humanas se remite al derecho natural. Hoy a nadie le da vergüenza invocar el derecho natural para justificar la propiedad privada y la familia. No se sabe por qué  se siguen manejando esas categorías sí la naturalidad solo la podemos justificar en aquellos a quienes se les niega la capacidad de razonar.

El hombre colombiano

Ser hombre en Colombia es de lo más ¨berraco¨. En este país el hombre es un satán. El hombre es el malo, el victimario, el insensible. En la Constitución Nacional, se promueven los derechos del niño, de la mujer, del anciano, del adolescente, y de todos sus habitantes, exceptuando los derechos del hombre. Ser hombre entre los 18 y los 50 años es nefasto, pues mientras todos lo satanizan, las estadísticas muestran que es el que más muere por causa de la violencia, a manos de las fuerzas físicas  y las relaciones sociales. Por eso en Colombia con certeza se puede decir que el hombre es un pobre diablo.

La sociedad de los pordioseros

En esta sociedad de miseria y diferencia social, la mendicidad se hace reina y señora de los valores. El dadivoso encuentra en el necesitado la forma de redimir sus culpas, y el mendicante la manera de subutilizar sus capacidades, en cambio sí, tomar el camino del menor esfuerzo. Es tan aberrante aquel que entrega su fortuna para alimentar a los pobres como aquel que besa los pies de otro en señal de altruismo y humildad; esto sólo es muestra de una falsa bondad. Es tan lamentable ver al que pide limosna a la entrada de una iglesia como al que crea una ong para limosnear en nombre de los pobres. El sentirnos incapaces, el no utilizar nuestras capacidades para beneficio individual y colectivo, es la esencia de la verdadera pobreza; pobre no es el que no tiene los recursos en el momento para mantenerse, sino aquel que no se da cuenta que los puede conseguir sin necesidad de humillarse ante el próvido. Ostentoso no es el que tiene y se desprende de ello, ni aquel que se quita una mano para tirarla a los perros. Entregar el bienestar por el bienestar pasajero de otros, no es propiamente un acto de desprendimiento.

Las pretensiones de los hombres con la verdad

En el deseo de verdad que maneja el hombre encontramos dos claras tendencias que se surgen de dos conceptos distintos que a veces se tienden a confundir. La verdad en el hombre toma los derroteros de la explicación y la interpretación. En la verdad como interpretación no se pretende tanto llegar a fotografiar la realidad para ir sobreseguro al actuar, sino más bien ir depurando, limpiando el camino hasta la seguridad de haber llegado al fin último, e incluso se pensaría que el interpretante no está tan imbuido en obtener la verdad final; más allá de eso, lo que desea es que cualquier avance tenga una utilidad en ese momento. El fin de la verdad interpretativa es movilizar a otros estados, a estados deseados o pretendidos. En la verdad como explicación hay implícito el deseo de obtener la verdad de un solo tajo, de fotografiar de una vez por todas la realidad, pues se tiene la convicción de que si no se tiene la verdad última no se podría actuar, no se podría lograr ningún beneficio.  Aunque la verdad se ha mostrado, de esta manera, rebelde a la tendencia explicativa, aun siguen existiendo gran cantidad de hombres que se aferran a esta pretensión con vehemencia.

¿ Y el objeto psicológico?

Cuál es el objeto psicológico, qué estudian los psicólogos. qué hacen los psicólogos. Son momentos difíciles para la psicología, pues se ha perdido su objeto; algunos de sus profesionales se camuflan en discursos diferentes, ante el primer embate que le hace el medio de su autenticidad y efectividad. Algunos se han vuelto filósofos, antropólogos, sociólogos, trabajadores sociales, educadores, etc; aunándose al grito de que la psicología no sirve para nada; pero lo sintomático es que no renuncian a su profesión de psicólogos; ejercen con el título de psicólogos camuflados en discursos extraños. Hasta chamanes son ahora. Algunos de éstos, balbucean que en la práctica no hay disciplinas sino trabajadores comprometidos con el factor social. ¿Entonces, para que estudiar una carrera específica?, ¿Será mejor volver a la antigua licenciatura en humanística?

El objeto psicológico se ha perdido, quien lo encuentre deberá dar cuenta de qué lo hace sui generis; qué lo diferencia de todos los demás objetos de otras ramas de la  ciencia que tienen a su interior inscrito el hombre, la sociedad, y el medio en que se desenvuelven. Deberá señalar por qué es fundamental la especificidad de una disciplina como la psicología y practicarla sin miedo al primer detractor que le aparezca.

Los que viven del cartón

Los hombres de cartón invaden el país, y no me refiero exactamente a los indigentes; me refiero a los doctores, que van de universidad en universidad, pagando con su dinero para que les den un cartón. Cartón que los acredita como profesionales en un saber que no poseen; doctores allí donde, por antonomasia, es imposible. Hoy se ven por todo lado, con la petulancia del farsante, diciendo cosas, sin mayor fundamento, amparados en su cartón y siendo la vergüenza de la calidad de la educación, de un país que entregó su más preciado recurso, y esperanza, a los mercaderes ávidos de lucro a corto plazo. La educación se volvió un negocio, y el estudiante se volvió un cliente; y cliente satisfecho trae más clientes. Pero ¿cliente satisfecho es buen estudiante y buen profesional? Por sus hechos los conoceréis, nada aportan al saber, al país. Más allá de desplazar a otro en un puesto de trabajo, nada logran con su cartón. Y ¿cuándo serán desplazados éstos?, cuando otro nuevo cartón salga al mercado.

Los nuevos fariseos

Hoy los nuevos fariseos, como los de antaño, predican una cosa y hacen otra. Los fariseos se hacen llamar científicos y actúan como místicos y míticos. A los fariseos le es imposible vivir sin dioses, por eso endiosan a los hombres y desconocen las ideas. De ahí que nuestro país empiece el siglo con muchos sabios y poco saber. ¿Cuántos quieren ser dioses? y ¿Cuántos quieren adorarlos? Mientras no cedamos realmente a la pretensión de endiosar y alabar, seremos víctimas del oportunismo; grandes sabios no se dejen adorar, que valoren sus ideas como catapultas para nuevas ideas. El mayor respeto para un hombre de ciencia es el no ser adorado, el mayor respeto para el hombre de ciencia es el utilizar sus ideas para crear nuevas ideas. El respeto no implica adoración, ni endiosamiento.

Los nombres asumen las culpas de los hombres

¿Qué culpa tienen los nombres, de las culpas de los hombres? Hay nombres que fueron llevados al ostracismo por el único delito de haber sido dados a personas que por su forma de ser, hoy no son de ejemplo para la sociedad reinante. A nadie quieren llamar hoy Caín, Judas, Mesalina, Celestina, Herodes, Pilatos, Edipo, Brutus, Nerón, Calígula. Pero ninguno nombre de estos es fratricida, traidor, prostituta, alcahueta, infanticida, lavaculpas, parricida, magnicida, matricida, ni pirómano.

Los fundamentos o los valores

Una idea circula por la cotidianidad, que se debe empezar a cuestionar. Se dice que sobre fundamentos no hay discusión, y que en los fundamentos están los valores. En síntesis, sobre fundamentos y valores no debe haber discusión porque son inviolables y no negociables. Por ejemplo, el fundamento es la vida y el valor defender la vida. Pero, quién no se ha preguntado, el día de hoy, qué es la vida y en qué consiste su defensa. La vida, acaso es la constituida a partir del hidrógeno, el oxígeno y el carbono, en su esencia, HCO; ¿qué va a pasar con la vida basada en el cilicio, que sucedería si encontráramos nuevas formas de vida? Y en la defensa de la vida, ¿es justo dejar vivir a todo ser engendrado para luego dejarlo morir de hambre?, ¿o acabar su existencia en un acto de barbarie?; ¿es la eutanasia tan vituperable, como quieren hacerla aparecer algunos, cuando prodiga descanso y desliga del sufrimiento y el dolor? ¿Es acaso justo dejar vivir a alguien, para luego sentenciar su muerte porque, a nuestro juicio, ha causado un daño irreparable?

La explosión demográfica es el enemigo

Si no tomamos conciencia del hecho que los recursos naturales se están acabando y que la población humana está creciendo desmesuradamente, el sufrimiento y decadencia del género homosapiens serán cada vez más agobiantes. Las guerras aumentarán, el hambre y la pobreza serán una constante. La procreación es una responsabilidad civil y no un derecho natural para el hombre.  No debemos confundir el derecho individual al placer sexual con el deber social de la procreación. Ser feliz no implica hacer infelices a otros.

La fidelidad como posesión social

El gran cambio social se dará cuando comprendamos que la fidelidad es un atavismo que debemos superar. La fidelidad era válida cuando la mujer dependía económicamente del hombre y era declarada incapaz y menor de edad de por vida; además cuando había celo porque los padres heredaran la fortuna a sus legítimos hijos. Hoy cuando la mujer ha quedado en igualdad de condiciones con respecto al hombre, la fidelidad se convierte en un elemento anquilosante del progreso social. 

Ahora que tanto mujeres como hombres devengan económicamente, poco importa quien sea el padre o la madre y quien herede. Lo importante es darnos cuenta que todas las mujeres son iguales y que merecen el respeto y el lugar que merecía la antes favorecida mediante un trato de fidelidad. Todas las mujeres son valiosas y merecen ser reconocidas como tales. Eso debe entenderse igualmente en la relación de ellas con los hombres; todos los hombres son iguales y como tal deben ser tratados y respetados. El día que comprendamos, la gran sentencia de Antonio Machado, ese día la verdadera revolución social se va a dar: ¨Cada niño es el tuyo, cada hembra tu mujer¨

Los discursos pesticidas y los discursos victimistas

Dos discursos, concurrentes en nuestro contexto, no permiten el logro de objetivos más valederos y justos socialmente. Por un lado los discursos pesticidas, esos en los cuales se señala que se va a acabar con todos los males que ocasionaron los que precedieron o están en tal o cual función; o también, aquellos que rezan que no irán a hacer ese algo que dice su contradictor, por ser terriblemente nefasto. Por el otro lado están los discursos victimistas, donde se asegura que todo el mal que se sufre es a consecuencia del otro; los otros son malos, se confabulan para no dejarlos surgir o hacer lo que es bueno para ellos mismos. Si las cosas van mal es a causa de los administradores de turno, pero todo eso acabará cuando ellos entren a administrar. Si no podemos progresar es porque los norteamericanos no quieren dejarnos desarrollar, porque han orquestado todo un movimiento para mantenernos  en el subdesarrollo, que los irá a beneficiar a ellos.

Los humanos no son tan humanos

En medio de tanta ubicación prepotente, el hombre se ha hecho llamar humano, con categorías que lo alejan de todo ser natural. No deja de causar gran hilaridad semejante esperpento cuando se comprueba que, por un lado, no deja de ser más que un producto natural y por el otro que no tiene nada de aquello que dice tener. No es inteligente, gran parte de sus acciones rayan en la estupidez; no es el único que tiene lenguaje, no se le puede corroborar sus verdaderos parámetros éticos y morales, como tampoco se le puede validar la voluntad de sus acciones. En cambio, nunca antes, se había visto tanto manejo inadecuado de los recursos y del medio, como se ve en la actitud del humano. Se matan, se agreden, se destruyen de una forma ridículamente cruel y, lo más terrible, sufren por eso. Sí, los humanos son diferentes pero no son humanos.

Los atavismos que debemos superar

Dentro de los atavismos que debemos superar, si queremos un progreso social, está la revaluación de ciertos conceptos primitivos, que frenan el desarrollo individual y social. Me refiero, en especial, a los conceptos de espíritu, alma, dios y sentimiento. El espíritu y el alma son conceptos creados por el hombre primitivo para explicar ciertas categorías de difícil comprensión para sus comienzos, tales como los sueños, las alucinaciones, la muerte, etc. El concepto de dios, de origen, igualmente, primitivo pero algo más evolucionado, justifica su presencia en la medida que la incapacidad del hombre, no le permitía manejar el mundo natural, su grado de efectividad era mínimo; ya ahora, como lo muestra la historia del hombre y la ciencia, la instrumentación del mundo es cada vez más efectiva, por tanto la necesidad de ese concepto debe ir desapareciendo. El sentimiento, hoy lo sabemos, con los aportes de Pavlov, son condicionamientos clásicos inscritos en el sistema límbico, talámico e hipotalámico, que elicitan ciertas respuestas motoras, las cuales el hombre tiende a explicar mediante representaciones tales como amor, odio, etc. En últimas, querámoslo o no, son sólo conductas adaptativas libres del trato voluntario.

La familia de hoy: perversa polimorfa

Ese término que acuñara Freud para la sexualidad cómo se acomoda, tan perfectamente, a la familia de hoy. Si algo caracteriza a la familia actual es su desviación de toda normatividad; ya la vieja idea de padre, madre e hijos pasó de largo, para dar paso a la más variada forma familiar. En ese ramillete, llamado familia, se puede encontrar a la madre con su hijo, al padre con su hijo, esposos sin hijos, nietos y abuelos, tíos y sobrinos, y cualquier diversidad de personas que se vinculan de forma natural y social para formar una familia.

El incesto económico

Si queremos sacar esta sociedad de la postración en que se encuentra, debemos declarar inmediatamente la prohibición del incesto económico. Esto quiere decir que ningún tipo de contrato, donde la comercializacion de bienes y servicios esté en juego, podrá permitirse entre sujetos que tengan parentesco de consanguinidad o afinidad hasta el cuarto grado, tal y como reza la prohibición del incesto sexual. Ni el arrendamiento, ni la permuta y mucho menos la compraventa se podrá permitir en estas condiciones. Además, exceptuando la herencia patrimonial, que debe recibirse siempre, y en ningún momento más, después del fallecimiento del donante, ninguna otra donación podrá hacerse entre familiares o afines.

Esto permite, como mínimo, mayores entradas a un Estado que tiene dificultad financiera. Pero, lo más importante y crucial, de esta medida, es que el capital no se concentra en una o pocas familias, tal y como ahora está sucediendo; con la incidencia que todos vemos. Con la prohibición de incesto económico fortalecemos la unidad social, permitiendo la expansión y cohesión comunal de manera mucho más firme, porque complementa la prohibición primitiva del incesto sexual, que tanto beneficio le ha traído a la sociedad humana.

Niños en la guerra

utilizar a los niños en movilizaciones con propósitos antibélicos es tan vergonzoso como utilizarlos en la guerra. Al fin y al cabo, ambos, son caras de una misma moneda, la utilización de los niños en la guerra. Si no aprendemos  que no existen ni los buenos ni los malos en una guerra, como la que vive nuestro país, posiblemente lo único que hagamos es mantener por tiempo indefinido esta masacre que nos destroza cada vez más. No se puede creer que los guerrilleros, o los paramilitares son los malos y nosotros los buenos, todos somos culpables por permitir que esto suceda, que esto le suceda al país. Así, de esa manera, no es justificable que se utilice a los niños en un problema que crearon los adultos. Es tan nefasto secuestrarlos, como utilizarlos en caminatas contra el secuestro, ambos son atentatorios de los derechos de los niños. Los niños deben estar preparándose para un mundo de paz, si es realmente paz lo que queremos los adultos; a cambio de estar en marchas deben estar en los jardines, en los parques, en los colegios y en toda institución que les permita su formación. No olvidemos que muchos de aquellos que hoy señalamos como ¨jefes de los malos¨ fueron menores que tuvieron que sufrir pérdidas afectivas, que esto los hizo guerreros y se comportan ahora como guerreros. Si se lleva un niño a la guerra se volverá guerrero, no hay de otra.


Nota: El autor declara no acordarse cuando escribió este texto... o si alguna vez lo escribió; pero afirma ser de su autoría.