viernes, 2 de agosto de 2013
sábado, 13 de julio de 2013
INSCRIPCIÓN PONENTES VI ENCUENTRO DE SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN DESDE EL PSICOANÁLISIS
Un saludo.
Este es el formulario a llenar para su participación en el VI Encuentro de Semilleros de Investigación desde el Psicoanálisis. Recordamos que el encuentro se realizará en Ibagué, los días 25 y 26 de Octubre del 2013. La organización en esta oportunidad la coordina la Facultad de Psicología de la Universidad Antonio Nariño y el Semillero de Psicoanálisis y Sociedad de la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Los Libertadores.
Las propuestas se reciben hasta el 21 de Septiembre del 2013. La participación como ponente o asistente no tiene costo monetario alguno.
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viernes, 12 de julio de 2013
DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO O DE LA CÁTEDRA DEL DR. EDUARDO UMAÑA LUNA
Jairo Báez
Especialización en Instituciones Jurídico Familiares
Universidad Nacional
1999
Entender la importancia de la génesis y construcción del conocimiento,
es algo que no está muy “de moda” en la universidad colombiana. Envolviendo
como tal, las diferentes instituciones de carácter público y privado que
imparten saber a nivel superior. Al seno de la población colombiana se ha
introyectado el viejo axioma que en país de ciegos el tuerto es rey. En esta
medida lo importante no es llegar al fondo del asunto, sino apropiarse de lo
indispensable para “descrestar” incautos y lograr la fuente de recursos
económicos que permitan vivir “dignamente”. Hoy difícilmente se encuentra en el
profesional esa angustia por entender de donde surge la ciencia, el saber; el
para qué, el porqué y el cómo se llega a desentrañar los secretos; estos son
oficios para otros, para los intelectuales alejados de la realidad y ajenos a
nuestro tercermundista país. Los profesionales colombianos sólo queremos un
título más, para ascender en la escala salarial de cualquier entidad, evitando
las preocupaciones que podrían acarrearnos, en cualquier momento, la
profundización en la epistemología.
En este ambiente me encuentro con un hombre, de pelo cano y andar
pausado, profesor por más de cincuenta años, empecinado en mostrar, a sus
estudiantes, que existe un mundo más allá de sus propias narices. Ese mundo que
él quiere legarnos, cuando sus fuerzas lo obliguen a entrar en la cordura, como
buen quijote, para morir en paz. Y es que para ser sabio, honesto y
comprometido con una causa llamada Colombia, necesariamente debe uno estar
loco.
Ese mundo que quiere dejar a sus estudiantes se llama Colombia, país
incrustado entre dos mares, allí donde se quiere desgarrar el continente en dos
polos “malditos”: el norte y el sur. Ese mundo codiciado por muchas potencias
primermundistas, que se han dado cuenta que el paraíso bíblico verdaderamente
existe; que tiene todo lo que podría hacer feliz a un hombre, a una sociedad,
ese paraíso se llama Colombia.
Pero ese mundo adolece de muchos males, cuyos síntomas se evidencian en
la sociedad que la habita. Esa sociedad acéfala, esa sociedad psicótica, esa
sociedad sangrante y explosiva, es la que ha mantenido con vida a un roble,
profesor de mil batallas, que se niega a morir mientras no vea que va por los
caminos de encontrar su norte. Curiosamente, antes lo que se perdía era el
oriente; pero, debe ser por la correlación con la prosperidad económica, que
ahora lo que se pierde es el norte.
En esa empresa titánica, me siento ante un hombre para que me mueva en
los cimientos y me muestre que la familia no es un puñado de leyes, emanadas de
un rey, a lo Saint-Exupéry, para que se cumplan. Si no entendemos la
importancia de la epistemología en torno a la familia, difícilmente podremos
ser facilitadores profesionales del cambio que se debe operar a su interior.
Tal como lo planteó, en muchas ocasiones, la familia es una multitud de
variables que deben ser analizadas, con mano de buen cirujano, sin perder nunca
la objetividad y la eticidad.
Nadie más que nosotros mismos, colombianos, seremos culpables de
nuestras dichas o desdichas. Nadie va a preocuparse por la suerte de la familia
colombiana lejos de nuestros linderos; y cuidado, cuando alguien, extraño a
nosotros, se preocupe, no perdamos de vista sus intereses pues muchas
veces pueda que no sean los favorables para el Estado y la sociedad
nacional.
La simplicidad tal vez sea lo más complejo que existe, de otra manera
no se podría entender la amplitud mental necesaria para poder estudiar el
fenómeno de la familia. Con la gravedad del ilustrado, este hombre cita a un
godo recalcitrante, un cachiporro a ultranza, un marxista consumado, un maoísta
empedernido, para señalar que la política es un factor determinante de la
ciencia. La ciencia no es un dogma, se le escuchó varias veces decir. Las cosas
son y como tal debemos buscar la forma de aliarnos a ellas, y qué mejor forma
que conociéndolas; y conocer implica dejar la creencia de la estabilidad, el
anquilosamiento y lo finito; mientras se le da cabida al cambio, el dinamismo,
lo infinito. La familia no se aprehende, la familia se sigue en su proceso
histórico. Proceso que va unido a otros cambios que la fundamentan, como la
economía, la política, la religión y la misma ciencia, la tecnología.
Cómo no voy a estar orgulloso de haber sido alumno de Eduardo Umaña
Luna, cuando se ha preocupado de bajar un discurso universal (Epistemología) a
un Estado y fenómeno particular (Colombia y Familia); y no contento con esto le
da un papel protagónico a cada uno de quien lo escucha en el devenir de la historia.
Sea tan grande como la universal o tan chica como la de su propia familia.
!!Gracias Maestro!!
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miércoles, 10 de julio de 2013
MARCO CAVALLO (UNA INSIGNIA)
¨Quando il cavallo acquistò la sua forma definitiva era enorme e bello. Tinta guardava affascinato ed incredulo. Nessuno osava toccare il cavallo, solo Vittorio lavorava ogni giorno per rifinirlo e Tinta era con lui a passargli gli strumenti. Nessuno, prima di allora, aveva mai conosciuto Tinta. Era rinchiuso nel reparto «C», il reparto più brutto e orrendo del manicomio, esclusione nell'esclusione. Aveva venti anni, tutti passati negli istituti. Era nato alla fine dell'occupazione alleata, a Trieste. A malapena gli avevano insegnato a scrivere il suo nome e, malgrado i suoi occhi attenti e vivaci, era stato condannato ad essere un deficiente.¨
Cuando el caballo adquirió su forma final era enorme y precioso. Tinta observaba con fascinación e incredulidad. Nadie se atrevió a tocar el caballo, sólo Vittorio trabajaba todos los días hasta el final y Tinta estaba con él para pasar los instrumentos. Nadie antes que él había conocido nunca a Tinta. Fue encerrado en el departamento "C", el departamento más feo y horrible del asilo, la exclusión en la exclusión. Tenía veinte años, todos pasados en las instituciones. Nació a finales de la ocupación aliada en Trieste. Apenas le habían enseñado a escribir su nombre, y a pesar de la mirada atenta y vivaz, había sido condenado a ser un idiota.
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viernes, 21 de junio de 2013
VI ENCUENTRO NACIONAL DE SEMILLEROS DE PSICOANÁLISIS
UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
VI ENCUENTRO NACIONAL DE SEMILLEROS DE PSICOANÁLISIS
En Octubre, cada año, a finales
de este mes, tiene lugar el Encuentro Nacional de Semilleros de Psicoanálisis.
La tradición data del año 2008, cuando tuvo lugar el Primer Encuentro, en el
Torreón Caldas de la Fundación Universitaria Los Libertadores, lugar de
nacimiento del Semillero “Psicoanálisis y Sociedad”, grupo de estudio integrado
por universitarios procedentes de diferentes carreras e instituciones
educativas de la ciudad de Bogotá.
La historia del Semillero ha
estado marcada por la discusión de los saberes, sin la renuncia del
participante a su deseo de investigar. Sin el interés por presentar cifras como
soporte del discurso, el espacio de discusión no teme confrontar las más
dispares concepciones de la realidad, aportando el elemento ético que podría
denominarse coherencia, el cual remite al propio deseo de quienes hablan
y de quienes escuchan, pues se ha criticado la renuncia que caracteriza
los espacios académicos fundados en la autoridad del Sabio.
La interrogación por la verdad
del sujeto, queda implicada en las intervenciones de los participantes, que han
sido arrojados a los desafíos que plantean los espacios de la práctica de la
psicología, que empiezan en la docencia misma, cuando se encuentran con un
saber Universitario, que no por casualidad Lacan ubica al lado del discurso del
Amo.
En el reverso de este discurso
universitario, discurso del Maestro (Master, Amo), se ubica el discurso
del psicoanálisis, que viene a orquestar la subversión del sujeto. El
paso a la denuncia de la castración del Amo, y la impotencia de su Saber, es el
resultado del señalamiento de la falta en el discurso. En este sentido, el
Semillero no ha temido reconocer que el propio psicoanálisis es un saber en
falta, que solamente puede dar cuenta de la verdad del sujeto, evocando al
histérico por antonomasia, el mayéutico Sócrates que partía de un no-saber para
denunciar la falta en el Saber del otro.
Si bien el Semillero
“Psicoanálisis y Sociedad” ha impulsado los anteriores encuentros, también ha
puesto en manos de otros semilleros de psicoanálisis la organización del
evento. Tal es el caso, por ejemplo, del IV Encuentro realizado en Bucaramanga,
en 2011, auspiciado por la UNAB. Las huellas de estos trabajos pueden
rastrearse en Indexno La Revista, blog que publica ideas de los estudiantes que
han encontrado en el psicoanálisis una fuente de inspiración para seguir con
lecturas de la realidad, que se precian de apuntalarse en el deseo.
De momento, el retorno del
Estudiante que inquiere al saber, con ese juicio escéptico que no se doblega
ante el gesto omnipotente, la palabra plena, el descubrimiento último, el
número que justifica, el sofisma pletórico, o la retórica de lo largamente demostrado,
es el real traumático que sigue funcionando como la apuesta de los Encuentros
de Semilleros de Psicoanálisis.
El ambiente ibaguereño ofrecerá
el marco para el desarrollo de estas discusiones, de las cuales quizá queden
heridas narcisistas, sobre las cuales el saber retornará, pero
nietszcheanamente: siempre se regresa, pero diferente, y gracias a la
enfermedad, con la cual contraemos una deuda impagable en vida, y tal vez ni
siquiera saldada con la muerte.
Las ponencias, simposios, mesas
de trabajo, y otras metodologías de socialización de ideas, alternarán con
otras modalidades: videos, danzas, instalaciones, y otras expresiones
artísticas, abriendo el abanico de posibilidades a lo imposible de comunicar.
Las propuestas se recibirán en
los correos:
Maribel García Rivera
Rosendo Rodríguez Fernández
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sábado, 1 de junio de 2013
DIEZ EXPERIMENTOS PSICOLÓGICOS PARA REFLEXIONAR
Tomado de: Pijamasurf.com
10 experimentos que de algún modo revelan la existencia de esas potencias
que al menor descuido se apoderan de la frágil mente humana, ese juguete de
fuerzas que nunca creeríamos que también nos habitan y forman parte de
nosotros.
La mente humana —que de algún modo experimentamos
como un teatro— se compone de elementos que fácilmente podemos manipular, sea
con variaciones de la propia percepción o con agentes externos que, como los
químicos, intervienen directamente en las estructuras del cerebro.
Sin embargo, como con todo experimento, la
posibilidad de fracaso se encuentra siempre presente. Hay ocasiones en que las
cosas no se resuelven como la hipótesis inicial lo planteaba y las variables
salen del control de los experimentadores.
A continuación presentamos 10 experimentos que
desbordaron todas las previsiones planteadas, demostrando de algún modo que la
mente es, como querían los antiguos griegos, el juguete predilecto de potencias
que se manifiestan solo cuando el precario dominio que ejercemos sobre ella
afloja por un instante la rienda.
El experimento de la prisión de Stanford
En 1971, Philip Zimbardo, psicólogo en la
universidad de Stanford, convocó a un grupo de estudiantes para estudiar la
manera en que se asumen ciertos roles —y, secretamente, para explorar la noción
del mal en el alma humana. Simulando una cárcel, algunos tomaron el papel de
guardias y otros el de prisioneros, aunque sin avisarles previamente. Una
mañana kafkiana los primeros fueron a los hogares de los segundos y los arrestaron,
llevándolos a celdas donde los vigilaban y incluso más que eso: pasados algunos
días, el poder obtenido súbitamente trastornó tanto a los guardias que pronto
incurrieron en prácticas sádicas como la tortura. Apenas 6 días después de
iniciado, Zimbardo se vio forzado a suspender el experimento.
Wendell Johnson y los huérfanos
tartamudos
Tomando como sujetos de experimento a 22 niños
huérfanos, 10 de ellos tartamudos, Wendell Johnson, de la universidad de Iowa,
los dividió en dos grupos que recibieron, cada uno por su cuenta, terapia del
lenguaje, solo que el primero con un terapista que reconocía sus progresos y el
otro con uno que castigaba sus errores. Con el tiempo, los niños pertenecientes
a este último grupo mostraron serias afectaciones en su salud mental e incluso
algunos desarrollaron trastornos que antes no tenían. Todo esto sucedió durante
seis meses 1939. En 2007, seis de los niños del grupo “negativo” recibieron una
compensación de casi 1 millón de dólares por el daño causado por el experimento.
MK-ULTRA
El célebre proyecto MK-ULTRA de la CIA, que tenía
como propósito fundamental explorar la noción y las aplicaciones del control
mental, fue durante la década de los 50 y los 60 un semillero de individuos
desequilibrados cuyas vidas terminaron destruidas por esta ambición de reducir
a una persona —y eventualmente a cientos o miles— a un objeto sin voluntad
propia.
Elefantes en LSD
El LSD, una de las drogas favoritas de la
experimentación en la década de los 60 y los 70, enigmática en sus efectos
sobre la mente, conoció también una prueba en que fue administrada a un
elefante por Warren Thomas, director del Lincoln Park Zoo situado en Oklahoma.
Su prueba, sin embargo, aportó poco o nada al conocimiento científico, pues el
animal que recibió la dosis murió a los poco instantes entre convulsiones y
estremecimientos.
El experimento de Milgram
Antecedente directo de Zimbardo, Stanley Milgram
estaba obsesionado con el concepto de autoridad y la manera en que cualquiera
lo asume casi sin reflexionar, apegándose inmediatamente a los mandatos de otro
solo porque, digamos, este viste una bata (y entonces suponemos que es un
médico) o se encuentra en una jerarquía social superior (categoría que, cuando
se le mira de cerca, también parece bastante endeble). En particular Milgram no
entendía el asunto del Holocausto, el hecho de que una persona perdiera toda
piedad, compasión y demás emociones humanas y, aparentemente como si realizara
una acción mecánica, matara a decenas o cientos de personas.
El experimento de Milgram consistió en pedir a
una persona que hiciera preguntas a otra, a quien cada respuesta equivocada le
costaba un choque eléctrico cuya intensidad aumentaba a la par de los errores,
todo esto supervisado por un hombre con la aparente autoridad de un científico
que conocía las razones del experimento.
Lo que no sabía la primera persona es que su
contraparte era un actor que fingía el dolor sentido por las descargas
eléctricas, mismas que en realidad no existían.
Para sorpresa de Milgram, había personas que
siguiendo las órdenes del supervisor seguían aplicando los choques a pesar de
que el hombre se retorcía de dolor y suplicaba que su agonía cesara.
Esquizofrénicos que dejaron de tomar sus
medicinas
En los ochentas, un grupo de psicólogos de la
Universidad de California diseñó un experimento para saber cómo mejorar el
tratamiento de la esquizofrenia, teniendo como fase fundamental que pacientes
con esta enfermedad suspendieran los medicamentos que acostumbraban consumir
para mantenerla a raya. La medida fue contraproducente y casi todos vieron
exacerbados sus síntomas. Incluso uno, Tony LaMadrid, saltó desde la azotea de
un edificio seis años después de haber formado parte del estudio.
El pozo de la desesperanza
Como inspirado en una ficción de Poe o algún otro
maestro del terror, el psicólogo Harry Harlow buscó arrancar su secreto al amor
aislando monos en un aparato que denominó “el pozo de la desesperación”, una
cámara vacía en la que el animal se encontraba privado de todo estímulo y
socialización. ¿Los efectos? Ninguno otro más que la locura, manifestándose en
comportamientos como que algunos animales comenzaron a comerse a sí mismos.
La Tercera Ola
La Tercera Ola (The Third Wave) fue el nombre que
recibió un experimento a un tiempo psicológico y político, en el que se
pretendió comprender cómo una sociedad democrática podría virar hacia el
fascismo y el autoritarismo. Entre un grupo de estudiantes adolescentes se creó
una especie de “clase privilegiada” u orden en la que eran admitidos solo unos
cuantos. Y si bien, de inicio, esta circunstancia motivó a todos a esforzarse
por pertenecer a dicha élite, con el tiempo sus miembros desarrollaron
prácticas como la marginación y la discriminación de quienes no gozaban de
dicho privilegio, comportamientos que incluso fueron llevados más allá del
salón de clases. Bastaron cuatro días para que el experimento, ante la evidente
falta de control, se diera por concluido.
Terapia de aversión a la homosexualidad
Si toda enfermedad tiene su cura y la
homosexualidad es una enfermedad, entonces esta puede curarse. Víctimas de tan
falsa e insostenible lógica, muchas personas en la década de los 60 asistieron
a terapias que prometían curarlas de su orientación sexual y devolverlas a la
“normalidad”. Técnicas entre las que destacó la “terapia de aversión”: al mismo
tiempo que una persona era expuesta a imágenes homosexuales, se le daban
electroshocks e inyecciones que provocaban náuseas y vómito.
David Reimer
Con tan solo 8 meses de edad, en 1966, David
Reimer perdió su pene a causa de una circunsición mal realizada. John Money,
psicólogo, sugirió entonces a sus padres que la mejor alternativa para el
futuro desarrollo del pequeño David era una cirugía de cambio de sexo. Money,
sin embargo, tenía intereses propios en el asunto y, sin comunicárselo a los
padre, utilizó al recién nacido para probar que la identidad de género no era
innata, sino una consecuencia de la educación y la interacción social. David se
transformó en Brenda y aunque sus genitales tenían la apariencia de una vagina
y desde siempre recibió suplementos hormonales, actuó como un niño durante toda
su infancia. Esto provocó que la familia se separara. A los 14 Brenda supo la
verdad, y tomó la decisión de volver a ser David, nombre con el cual se dio
muerte a los 38 años.
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sábado, 25 de mayo de 2013
PENSAMIENTOS CULOS
Por: Jairo
Báez
Todo es historia nada es verdad
Como buen hegeliano, no dejo de buscar la verdad, pero así mismo se que, lo que hoy creo verdadero mañana tendrá que ceder su lugar a otra verdad mucha más depurada. Ante esto no me queda más que ubicarme como buen historiador, a mostrar la historia de las ideas que han sido señaladas como verdad. ¿Quién hoy puede estar seguro de su verdad?, ¡qué valiente es él!, pero como yo no soy valiente, debe asumir que lo único que me queda es la historia de la verdad.
La
chimoltriufia
El gran
teórico de los posmodernistas es la chimoltriufia. Esa que dice que así como
puede decir una cosa también dice la otra, es quien hoy dirige el pensamiento
posmoderno, la coherencia y la armonía no es el principio posmoderno, lo
importante para el posmodernista es el momento dicho, el que permita nombrar
sus inquietudes. Marcianos, Santos, Chamanes, Científicos, todos van al mismo
costal; hacer de la ciencia una religión, del mito una verdad acabada y de una
especulación una prueba de fe, es propio del mundo posmodernista. Lo importante
es hablar, lo importante es creer, no importa referencias, las referencias son
personales, mínimas, subjetivas. Lo importante es hablar, ya no se le debe
sostener a nadie, total la verdad es personal, la sociedad, el colectivo, la
comuna, el otro, murió.
Soluciones
El hambre no se mata a punta de bala; sin
embargo, toda alevosía en contra del estado actual de la sociedad se arregla
armando los ejércitos para acabar con aquel que, por física hambre, pone en
entredicho la buena administración del Estado. Muerto el hambriento, muere el
legítimo contradictor. Muerto el crítico muere el inconformismo y los problemas
se acaban. Qué buen silogismo maneja el statu quo.
El Decretismo
Aquí
acostumbramos a arreglar los problemas por decreto. Los problema del hambre, de
la salud, de la violencia, de la guerra, de la educación, etc., se acaban por
decreto; Solo se necesita un presidente que decrete lo urgente, pues a la larga
nadie hace caso, nadie lo tendrá en cuenta, por supuesto, ni él mismo, pero lo
cierto es que la ley existe, eso tranquiliza las conciencias.
El Mesías
En mi país el
Mesías se rehúsa a morir, y sin embargo
siempre lo matan. Como pueblo hambriento y desprotegido siempre se acoge al
primer Mesías que aparece, no importa si es derecho, es izquierdo o de centro.
Cualquier hablador que prometa acabar con los problemas personales, arrollados
en colectivos incapaces, es vanagloriado por el tiempo que dura la ilusión. Pero
qué pronto cae en desgracia y pronto reemplazado por otro. Hasta cuándo mi
pueblo seguirá esperando el Mesías, y hasta cuándo seguirá descalificando a los
Mesías aparecidos. Bienvenidos presidentes, alcaldes, senadores, concejales,
profesores, investigadores, grandes Mesías de nuestro tiempo. Posdata, antes
los llamaban demagogos.
El idiota
útil
Cada vez me
convenzo más que es una ley natural ser un idiota útil; pero que es un
imperativo humano saber a quién beneficia nuestra idiotez. Por ejemplo, me pregunto, a quién beneficia
toda esta caterva de discursos posmodernistas que tan fácilmente se han
instaurado en la América Latina y países tercer mundistas. Los recientes
descubridores de otras realidades descubrieron el agua tibia, no se han dado cuenta
que los humanos han vivido diferentes realidades; fueron míticos y se
estancaron en la teocracia. Ahora reinan en la tecnocracia y van rumbo a una
realidad psicótica.
El derecho natural
Un argumento
que se sigue manejando en la actualidad para justificar muchas de las actitudes
humanas se remite al derecho natural. Hoy a nadie le da vergüenza invocar el
derecho natural para justificar la propiedad privada y la familia. No se sabe
por qué se siguen manejando esas
categorías sí la naturalidad solo la podemos justificar en aquellos a quienes
se les niega la capacidad de razonar.
El hombre colombiano
Ser hombre en
Colombia es de lo más ¨berraco¨. En este país el hombre es un satán. El hombre
es el malo, el victimario, el insensible. En la Constitución Nacional, se
promueven los derechos del niño, de la mujer, del anciano, del adolescente, y
de todos sus habitantes, exceptuando los derechos del hombre. Ser hombre entre
los 18 y los 50 años es nefasto, pues mientras todos lo satanizan, las
estadísticas muestran que es el que más muere por causa de la violencia, a
manos de las fuerzas físicas y las
relaciones sociales. Por eso en Colombia con certeza se puede decir que el
hombre es un pobre diablo.
La sociedad de los pordioseros
En esta
sociedad de miseria y diferencia social, la mendicidad se hace reina y señora
de los valores. El dadivoso encuentra en el necesitado la forma de redimir sus
culpas, y el mendicante la manera de subutilizar sus capacidades, en cambio sí,
tomar el camino del menor esfuerzo. Es tan aberrante aquel que entrega su
fortuna para alimentar a los pobres como aquel que besa los pies de otro en
señal de altruismo y humildad; esto sólo es muestra de una falsa bondad. Es tan
lamentable ver al que pide limosna a la entrada de una iglesia como al que crea
una ong para limosnear en nombre de los pobres. El sentirnos incapaces, el no
utilizar nuestras capacidades para beneficio individual y colectivo, es la
esencia de la verdadera pobreza; pobre no es el que no tiene los recursos en el
momento para mantenerse, sino aquel que no se da cuenta que los puede conseguir
sin necesidad de humillarse ante el próvido. Ostentoso no es el que tiene y se
desprende de ello, ni aquel que se quita una mano para tirarla a los perros.
Entregar el bienestar por el bienestar pasajero de otros, no es propiamente un
acto de desprendimiento.
Las pretensiones de los hombres con la verdad
En el deseo de
verdad que maneja el hombre encontramos dos claras tendencias que se surgen de
dos conceptos distintos que a veces se tienden a confundir. La verdad en el
hombre toma los derroteros de la explicación y la interpretación. En la verdad
como interpretación no se pretende tanto llegar a fotografiar la realidad para
ir sobreseguro al actuar, sino más bien ir depurando, limpiando el camino hasta
la seguridad de haber llegado al fin último, e incluso se pensaría que el
interpretante no está tan imbuido en obtener la verdad final; más allá de eso,
lo que desea es que cualquier avance tenga una utilidad en ese momento. El fin
de la verdad interpretativa es movilizar a otros estados, a estados deseados o
pretendidos. En la verdad como explicación hay implícito el deseo de obtener la
verdad de un solo tajo, de fotografiar de una vez por todas la realidad, pues
se tiene la convicción de que si no se tiene la verdad última no se podría
actuar, no se podría lograr ningún beneficio.
Aunque la verdad se ha mostrado, de esta manera, rebelde a la tendencia
explicativa, aun siguen existiendo gran cantidad de hombres que se aferran a
esta pretensión con vehemencia.
¿ Y el objeto psicológico?
Cuál es el
objeto psicológico, qué estudian los psicólogos. qué hacen los psicólogos. Son
momentos difíciles para la psicología, pues se ha perdido su objeto; algunos de
sus profesionales se camuflan en discursos diferentes, ante el primer embate
que le hace el medio de su autenticidad y efectividad. Algunos se han vuelto
filósofos, antropólogos, sociólogos, trabajadores sociales, educadores, etc;
aunándose al grito de que la psicología no sirve para nada; pero lo sintomático
es que no renuncian a su profesión de psicólogos; ejercen con el título de
psicólogos camuflados en discursos extraños. Hasta chamanes son ahora. Algunos
de éstos, balbucean que en la práctica no hay disciplinas sino trabajadores comprometidos
con el factor social. ¿Entonces, para que estudiar una carrera específica?,
¿Será mejor volver a la antigua licenciatura en humanística?
El objeto
psicológico se ha perdido, quien lo encuentre deberá dar cuenta de qué lo hace sui generis; qué lo diferencia de todos
los demás objetos de otras ramas de la
ciencia que tienen a su interior inscrito el hombre, la sociedad, y el
medio en que se desenvuelven. Deberá señalar por qué es fundamental la
especificidad de una disciplina como la psicología y practicarla sin miedo al
primer detractor que le aparezca.
Los que viven del cartón
Los hombres de
cartón invaden el país, y no me refiero exactamente a los indigentes; me
refiero a los doctores, que van de universidad en universidad, pagando con su
dinero para que les den un cartón. Cartón que los acredita como profesionales
en un saber que no poseen; doctores allí donde, por antonomasia, es imposible.
Hoy se ven por todo lado, con la petulancia del farsante, diciendo cosas, sin
mayor fundamento, amparados en su cartón y siendo la vergüenza de la calidad de
la educación, de un país que entregó su más preciado recurso, y esperanza, a
los mercaderes ávidos de lucro a corto plazo. La educación se volvió un
negocio, y el estudiante se volvió un cliente; y cliente satisfecho trae más
clientes. Pero ¿cliente satisfecho es buen estudiante y buen profesional? Por
sus hechos los conoceréis, nada aportan al saber, al país. Más allá de
desplazar a otro en un puesto de trabajo, nada logran con su cartón. Y ¿cuándo
serán desplazados éstos?, cuando otro nuevo cartón salga al mercado.
Los nuevos fariseos
Hoy los nuevos
fariseos, como los de antaño, predican una cosa y hacen otra. Los fariseos se
hacen llamar científicos y actúan como místicos y míticos. A los fariseos le es
imposible vivir sin dioses, por eso endiosan a los hombres y desconocen las
ideas. De ahí que nuestro país empiece el siglo con muchos sabios y poco saber.
¿Cuántos quieren ser dioses? y ¿Cuántos quieren adorarlos? Mientras no cedamos
realmente a la pretensión de endiosar y alabar, seremos víctimas del
oportunismo; grandes sabios no se dejen adorar, que valoren sus ideas como
catapultas para nuevas ideas. El mayor respeto para un hombre de ciencia es el
no ser adorado, el mayor respeto para el hombre de ciencia es el utilizar sus
ideas para crear nuevas ideas. El respeto no implica adoración, ni
endiosamiento.
Los nombres asumen las culpas de los hombres
¿Qué culpa
tienen los nombres, de las culpas de los hombres? Hay nombres que fueron
llevados al ostracismo por el único delito de haber sido dados a personas que
por su forma de ser, hoy no son de ejemplo para la sociedad reinante. A nadie
quieren llamar hoy Caín, Judas, Mesalina, Celestina, Herodes, Pilatos, Edipo,
Brutus, Nerón, Calígula. Pero ninguno nombre de estos es fratricida, traidor,
prostituta, alcahueta, infanticida, lavaculpas, parricida, magnicida,
matricida, ni pirómano.
Los fundamentos o los valores
Una idea
circula por la cotidianidad, que se debe empezar a cuestionar. Se dice que
sobre fundamentos no hay discusión, y que en los fundamentos están los valores.
En síntesis, sobre fundamentos y valores no debe haber discusión porque son
inviolables y no negociables. Por ejemplo, el fundamento es la vida y el valor
defender la vida. Pero, quién no se ha preguntado, el día de hoy, qué es la
vida y en qué consiste su defensa. La vida, acaso es la constituida a partir
del hidrógeno, el oxígeno y el carbono, en su esencia, HCO; ¿qué va a pasar con
la vida basada en el cilicio, que sucedería si encontráramos nuevas formas de
vida? Y en la defensa de la vida, ¿es justo dejar vivir a todo ser engendrado
para luego dejarlo morir de hambre?, ¿o acabar su existencia en un acto de
barbarie?; ¿es la eutanasia tan vituperable, como quieren hacerla aparecer algunos,
cuando prodiga descanso y desliga del sufrimiento y el dolor? ¿Es acaso justo
dejar vivir a alguien, para luego sentenciar su muerte porque, a nuestro
juicio, ha causado un daño irreparable?
La explosión demográfica es el enemigo
Si no tomamos
conciencia del hecho que los recursos naturales se están acabando y que la
población humana está creciendo desmesuradamente, el sufrimiento y decadencia
del género homosapiens serán cada vez más agobiantes. Las guerras aumentarán,
el hambre y la pobreza serán una constante. La procreación es una
responsabilidad civil y no un derecho natural para el hombre. No debemos confundir el derecho individual al
placer sexual con el deber social de la procreación. Ser feliz no implica hacer
infelices a otros.
La fidelidad como posesión social
El gran cambio
social se dará cuando comprendamos que la fidelidad es un atavismo que debemos
superar. La fidelidad era válida cuando la mujer dependía económicamente del
hombre y era declarada incapaz y menor de edad de por vida; además cuando había
celo porque los padres heredaran la fortuna a sus legítimos hijos. Hoy cuando
la mujer ha quedado en igualdad de condiciones con respecto al hombre, la
fidelidad se convierte en un elemento anquilosante del progreso social.
Ahora que
tanto mujeres como hombres devengan económicamente, poco importa quien sea el
padre o la madre y quien herede. Lo importante es darnos cuenta que todas las
mujeres son iguales y que merecen el respeto y el lugar que merecía la antes
favorecida mediante un trato de fidelidad. Todas las mujeres son valiosas y
merecen ser reconocidas como tales. Eso debe entenderse igualmente en la
relación de ellas con los hombres; todos los hombres son iguales y como tal
deben ser tratados y respetados. El día que comprendamos, la gran sentencia de
Antonio Machado, ese día la verdadera revolución social se va a dar: ¨Cada niño
es el tuyo, cada hembra tu mujer¨
Los discursos pesticidas y los discursos victimistas
Dos discursos,
concurrentes en nuestro contexto, no permiten el logro de objetivos más
valederos y justos socialmente. Por un lado los discursos pesticidas, esos en
los cuales se señala que se va a acabar con todos los males que ocasionaron los
que precedieron o están en tal o cual función; o también, aquellos que rezan
que no irán a hacer ese algo que dice su contradictor, por ser terriblemente
nefasto. Por el otro lado están los discursos victimistas, donde se asegura que
todo el mal que se sufre es a consecuencia del otro; los otros son malos, se
confabulan para no dejarlos surgir o hacer lo que es bueno para ellos mismos.
Si las cosas van mal es a causa de los administradores de turno, pero todo eso
acabará cuando ellos entren a administrar. Si no podemos progresar es porque
los norteamericanos no quieren dejarnos desarrollar, porque han orquestado todo
un movimiento para mantenernos en el
subdesarrollo, que los irá a beneficiar a ellos.
Los humanos no son tan humanos
En medio de
tanta ubicación prepotente, el hombre se ha hecho llamar humano, con categorías
que lo alejan de todo ser natural. No deja de causar gran hilaridad semejante
esperpento cuando se comprueba que, por un lado, no deja de ser más que un
producto natural y por el otro que no tiene nada de aquello que dice tener. No
es inteligente, gran parte de sus acciones rayan en la estupidez; no es el
único que tiene lenguaje, no se le puede corroborar sus verdaderos parámetros
éticos y morales, como tampoco se le puede validar la voluntad de sus acciones.
En cambio, nunca antes, se había visto tanto manejo inadecuado de los recursos
y del medio, como se ve en la actitud del humano. Se matan, se agreden, se
destruyen de una forma ridículamente cruel y, lo más terrible, sufren por eso.
Sí, los humanos son diferentes pero no son humanos.
Los atavismos que debemos superar
Dentro de los
atavismos que debemos superar, si queremos un progreso social, está la
revaluación de ciertos conceptos primitivos, que frenan el desarrollo
individual y social. Me refiero, en especial, a los conceptos de espíritu,
alma, dios y sentimiento. El espíritu y el alma son conceptos creados por el
hombre primitivo para explicar ciertas categorías de difícil comprensión para
sus comienzos, tales como los sueños, las alucinaciones, la muerte, etc. El
concepto de dios, de origen, igualmente, primitivo pero algo más evolucionado,
justifica su presencia en la medida que la incapacidad del hombre, no le
permitía manejar el mundo natural, su grado de efectividad era mínimo; ya
ahora, como lo muestra la historia del hombre y la ciencia, la instrumentación
del mundo es cada vez más efectiva, por tanto la necesidad de ese concepto debe
ir desapareciendo. El sentimiento, hoy lo sabemos, con los aportes de Pavlov,
son condicionamientos clásicos inscritos en el sistema límbico, talámico e
hipotalámico, que elicitan ciertas respuestas motoras, las cuales el hombre
tiende a explicar mediante representaciones tales como amor, odio, etc. En
últimas, querámoslo o no, son sólo conductas adaptativas libres del trato
voluntario.
La familia de hoy: perversa polimorfa
Ese término
que acuñara Freud para la sexualidad cómo se acomoda, tan perfectamente, a la
familia de hoy. Si algo caracteriza a la familia actual es su desviación de
toda normatividad; ya la vieja idea de padre, madre e hijos pasó de largo, para
dar paso a la más variada forma familiar. En ese ramillete, llamado familia, se
puede encontrar a la madre con su hijo, al padre con su hijo, esposos sin
hijos, nietos y abuelos, tíos y sobrinos, y cualquier diversidad de personas
que se vinculan de forma natural y social para formar una familia.
El incesto económico
Si queremos
sacar esta sociedad de la postración en que se encuentra, debemos declarar
inmediatamente la prohibición del incesto económico. Esto quiere decir que
ningún tipo de contrato, donde la comercializacion de bienes y servicios esté
en juego, podrá permitirse entre sujetos que tengan parentesco de
consanguinidad o afinidad hasta el cuarto grado, tal y como reza la prohibición
del incesto sexual. Ni el arrendamiento, ni la permuta y mucho menos la
compraventa se podrá permitir en estas condiciones. Además, exceptuando la
herencia patrimonial, que debe recibirse siempre, y en ningún momento más,
después del fallecimiento del donante, ninguna otra donación podrá hacerse
entre familiares o afines.
Esto permite,
como mínimo, mayores entradas a un Estado que tiene dificultad financiera.
Pero, lo más importante y crucial, de esta medida, es que el capital no se
concentra en una o pocas familias, tal y como ahora está sucediendo; con la
incidencia que todos vemos. Con la prohibición de incesto económico
fortalecemos la unidad social, permitiendo la expansión y cohesión comunal de
manera mucho más firme, porque complementa la prohibición primitiva del incesto
sexual, que tanto beneficio le ha traído a la sociedad humana.
Niños en la guerra
utilizar a los
niños en movilizaciones con propósitos antibélicos es tan vergonzoso como
utilizarlos en la guerra. Al fin y al cabo, ambos, son caras de una misma
moneda, la utilización de los niños en la guerra. Si no aprendemos que no existen ni los buenos ni los malos en
una guerra, como la que vive nuestro país, posiblemente lo único que hagamos es
mantener por tiempo indefinido esta masacre que nos destroza cada vez más. No
se puede creer que los guerrilleros, o los paramilitares son los malos y
nosotros los buenos, todos somos culpables por permitir que esto suceda, que
esto le suceda al país. Así, de esa manera, no es justificable que se utilice a
los niños en un problema que crearon los adultos. Es tan nefasto secuestrarlos,
como utilizarlos en caminatas contra el secuestro, ambos son atentatorios de
los derechos de los niños. Los niños deben estar preparándose para un mundo de
paz, si es realmente paz lo que queremos los adultos; a cambio de estar en
marchas deben estar en los jardines, en los parques, en los colegios y en toda
institución que les permita su formación. No olvidemos que muchos de aquellos
que hoy señalamos como ¨jefes de los malos¨ fueron menores que tuvieron que
sufrir pérdidas afectivas, que esto los hizo guerreros y se comportan ahora
como guerreros. Si se lleva un niño a la guerra se volverá guerrero, no hay de
otra.
Nota: El autor declara no acordarse cuando escribió este texto... o si alguna vez lo escribió; pero afirma ser de su autoría.
Etiquetas:
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