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viernes, 23 de abril de 2010

EL ALMA DE LOS VERDUGOS

El alma de los verdugos

Gerardo Young.
gyoung@clarin.com

Publicado en el Clarin.
5 de abril 2010



Primero Von Wernich, luego Astiz, "El Tigre" Acosta y Pernías. En Tribunales, hoy se los escucha como nunca. ¿Qué piensan? ¿Sienten remordimiento? Sus coartadas y quejas. Los días en prisión.

El único que viste jean, camisa escocesa y mocasines, es Alfredo Astiz. Los otros acusados llevan impecables trajes de tintorería, corbatas rosas o rayadas. A las cinco de la tarde se levantan sonrientes de sus asientos de cuero, se saludan entre sí, se festejan, giran para mandar besos a la treintena de familiares y amigos que observaron las 9 horas de la jornada del juicio desde el palco. Junto a los familiares, sólo hay un estudiante de Estados Unidos y el periodista de Clarín. Muy poco público, a pesar de ser el acontecimiento judicial sobre la represión más importante desde el Juicio a las Juntas de 1985. Los acusados son nada menos que los responsables de la ESMA, el mayor centro clandestino de detención de la última dictadura militar.

¿Qué piensan esos señores de traje o camisa escocesa? ¿Qué pasa por sus cabeza ahora que han pasado más de treinta años desde que eran los dueños de la vida de miles de personas? ¿Sienten remordimiento? ¿Miran hacia atrás con la libertad que regala los años? ¿Son psicópatas o sólo engranajes de un sistema psicótico?

En su libro El Alma de los verdugos, editado hace unos meses (en coautoría conVicente Romero), el juez español Baltasar Garzón, quien juzgó a muchos de los responsables de la represión argentina, cuenta una charla que tuvo con el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Y le dice Galeano:

- En el fondo los verdugos son burócratas del dolor. No les vamos a regalar la grandeza de creer que son monstruos extraordinarios.

Las pericias psicológicas que se hacen a todas las personas que enfrentan un juicio, en estos casos han dado un resultado casi calcado: se trata de hombres "normales", conscientes de cada uno de sus actos. Eso corre para Astiz, para Jorge "El Tigre" Acosta -ambos señores de la ESMA-, pero también para el cura Christian Von Wernich y otros. Ninguno ha podido argumentar algún grado de inimputabilidad psicológica.

Como dice Baltasar Garzón en su libro, son personas normales que en determinado mataron y luego dejaron de hacerlo. "Lo que hicieron resulta incomprensible para una mentalidad normal. Pero eso no quiere decir que los autores ni los ejecutores de aquel plan criminal estuviesen locos. Estaban perfectamente cuerdos y sabían lo que hacían y las consecuencias que tendrían sus actos".

Cuando se habla de los verdugos de la dictadura, se está hablando de muchos. Los registros oficiales estiman que existieron 340 centros clandestinos de detención en 11 provincias, en los que trabajaron no menos de 20 mil personas, de las cuales, entre la CONADEP, el Ministerio de Justicia y los organismos de Derechos Humanos, han logrado identificarse a unos 2.500 verdugos.

¿Qué dicen ellos? Los testimonios empezaron a desplegarse lentamente a partir de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en junio de 2005, que permitió retomar los juicios contra los represores. Los primeros en ser condenados habían actuado dentro de la Policía Bonaerense. Fueron los ex policías Simón "El Turco" Julián, Miguel Etchecolatz, y el sacerdore Von Wernich, quien, antes de ser condenado el 9 de octubre de 2007, dijo que los testigos que lo habían acusado eran "el demonio". De Von Wernich se sabe: asistía a las salas de tortura para "garantizar" la "conversión" de los torturados antes de morir.

En diciembre pasado empezó, en los Tribunales de Retiro, el juicio a los jefes de la ESMA. Son 19 los acusados, y algunos de ellos están declarando. Astiz, aquel rubio marino que pasó a la historia por infiltrarse entre las Madres de Plaza de Mayo y por ser de los más eficaces "cazadores" de enemigos de la dictadura, decidió provocar, mofarse. Apenas se inició el juicio, se levantó de su asiento y mostró a la audiencia un libro llamado "Volver a matar", de Juan Bautista Yofre, donde se narran los crímenes cometidos en los '70 por los grupos guerrilleros. El 17 de marzo pasado, cuando tuvo la oportunidad de declarar, Astiz permitió leer un texto que había escrito en la cárcel y que refleja una posición mayoritaria entre sus viejos camaradas: "Sólo cumplimos órdenes, sólo somos soldados que participamos de una lucha y la ganamos".

La obediencia debida es clave para entender este proceso. No sólo porque signifique una parte esencial del sistema de coartadas, sino porque, de algún modo, encuentra allí una liberación. Según el psicoanalista Hernán C. Guggiari, la obediencia debida es una tesis exculpatoria comparable a la psicósis alucinatoria: como la del hombre que escucha una voz que le dice "Mata", y entonces va y lo hace. (Ver Sobre la psicosis...)

La dictadura militar gobernó al país entre la madrugada del 24 de marzo de 1976 y la mañana del 10 de diciembre de 1983. Está claro, ya, que la represión se inició antes, al menos desde el 21 de noviembre de 1973, con el primer atentado de la Triple A, contra el político radical Hipólito Solari Yrigoyen. El discurso de los actores más notables de la represión -Astiz, Von Wernich, Acosta o Pernías- coincide en intentar recontar aquellos años, en instalar la idea de que la represión fue reacción a un tiempo de extrema violencia, protagonizado por las guerrillas que, es innegable, atentaban con bombas y secuestros.

¿Pero piensan, realmente, que darle al contexto una mayor dimensión, incluso más precisa, los libera de las responsabilidades de la picana y los desaparecidos? "Este es un tribunal de facto y ya tiene la sentencia firmada", dijo Astiz en el juicio. Se saben condenados; lo que buscan es justificarse.

"Ellos no entienden qué hacen acá, juzgados, por algo que hicieron como soldados en un contexto totalmente diferente. No entienden por qué ni cómo cambiaron tanto los tiempos, por qué ahora nadie se acuerda de los guerrilleros y sólo se habla de ellos", dice Guillermo Coronel, hijo y abogado de Julio Coronel, uno de los acusados en el Juicio a la ESMA al que le atribuyen, en particular, la muerte del periodista y escritor Rodolfo Walsh.

Coronel hijo habla con el periodista de Clarín apenas termina una nueva jornada del juicio a la ESMA, el miércoles pasado. Está tranquilo, intenta explicar la posición de los suyos, espera que lo llamen desde la Alcaidía. Su padre es uno de los pocos que, por tener más de 70 años, volverá a su casa a cumplir el encierro domiciliario. La mayoría de los otros está viviendo en la cárcel de Marcos Paz, donde un pabellón de seguridad especial los reúne días y noches desde que empezaron a caer presos (Ver página 34).

En la cárcel de Marcos Paz, entre mates y juegos de cartas, es donde los ex miembros de los Grupos de Tareas comparten estrategias, penas y añoranzas. Cuenta otro defensor, que prefirió el anonimato: "Se comparte información de las causas, se cruzan datos y algunas estrategias, como cuestionar la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Pero ellos no se arrepienten de nada, están convencidos de que lo que hicieron fue parte de una guerra".

La mención a una guerra está en boca de todos los represores desde siempre. En sus declaraciones, citan una y otra vez los atentados de Montoneros, ERP y otras organizaciones guerrilleras, aun cuando esos atentados no pueden justificar lo que vino después. Pero lo notable y novedoso es que muchos de ellos no hablan de una guerra pasada y muerta. Hace veinte días, fue invitado a declarar en el juicio a la ESMA quien fue el jefe máximo del Grupo de Tareas, "El Tigre" Acosta. De pelo increíblemente blanco y lacio, la cara en forma de pera, Acosta todavía siente su vieja superioridad y se creyó obligado a contestar preguntas, a dialogar fuera del esquemático escrito que había preparado. Y entonces habló de una guerra en presente continuo, de una guerra que creía ganada y ahora ve perdida: "En el actual gobierno hay guerrilleros, como Duhalde o Righi". Se refirió así al Secretario de Derechos Humanos, que en los '70 era abogado de militantes sociales, y a Esteban Righi, ministro del Interior de Cámpora y ahora Procurador General. ¿Pero es que Acosta no advierte que tanto Righi como Duhalde ya peinan canas, que incluso él ha visto pasar más de 34 años desde el golpe Isabel Perón? Acosta no está para la nostalgia, sino que se expone pragmático, provocador. "Uno de los grandes problemas fue haber dejado gente viva", dijo aquella tarde. El reproche tenía un destinatario claro. Y es una queja que comparte con muchos de sus compañeros en el juicio, una queja contra el ex almirante Emilio Massera, mandamás de la Armada en la primera Junta de la Dictadura e inventor de un proyecto inédito en la historia, el de intentar convertir a sus torturados, o al menos a algunos de ellos, en bastiones de un nuevo proyecto político acorde a sus deseos. Sólo por eso hubo sobrevivientes de la ESMA. Sólo por eso se pudo conocer tanto de lo que ocurrió en el Casino de Oficiales, lugar donde fueron torturadas y empezaron a desaparecer 4.500 personas.

El miércoles pasado le tocó a Pernías, otro de los marinos de aquel grupo. Clamó: "¿Qué pretenden? ¿Que nos humillemos de rodillas? Y cargó, como Acosta, contra "este gobierno que distorsiona la historia", en referencia a los Kirchner.

Uno de los documentos más aterradores de los métodos represivos de la dictadura, es un cuaderno que dejó Carlos José Samojedny, militante de izquierda detenido por la Triple A en 1974. Samojedny estuvo preso primero en Rawson y finalmente en la cárcel de Caseros, hasta la recuperación de la democracia. Sólo entre febrero de 1975 y noviembre de 1980 alcanzó a contar 235 sesiones de tortura. A pesar de eso, nunca olvidó su profesión, la de psiquiatra. Y aprovechó el encierro para analizar la conducta de torturados y torturadores. Sus conclusiones ocupan 38 carillas de terror, 38 carillas históricas ahora a la vista del periodista de Clarín, que describen los límites insospechados del ser humano. Samojedny escuchó, habló, observó y preguntó, para luego analizar y clasificar a los torturadores y torturados. De los verdugos hizo varias clasificaciones. Los definió según el grado de contacto que tenían con las víctimas, con el dolor de las víctimas, con las técnicas de tortura. Los encontró morbosos, sadomasoquistas, obsesivos, pero sobre todo encontró a muchos "paranoicos". De ellos escribe:

"El paranoico es el torturador ideológico, fascista, de ultraderecha, racista. Cree en un mundo occidental y cristiano y que está combatiendo el mal. Además de torturar, es partidario de eliminar a la víctima para acrecentar su sentimiento de triunfo. Utiliza las técnicas de tortura más aberrantes, no es proclive a las aberraciones sexuales, desprecia al resto de los torturadores, no considera a lo suyo como un trabajo sucio si no como un arma ilegal pero efectiva."

¿No se refería a la misma psicosis alucinatoria que menciona Guggiari? Quizá no haya más misterio -ni menos- que una voz oculta, que el designio de una convicción ilusoria. De otro modo: "¿Cómo explicar que alguien se haya convertido en asesino durante tanto tiempo y de pronto deje de serlo?", se pregunta Baltasar Garzón.

Myriam Bregman, abogada de la familia Walsh en el juicio a la ESMA, intenta probar la participación de los acusados en la muerte del escritor. Ella sigue el juicio día a día, observa a los marinos, los ve "sonreír en los pasillos, como si todo fuera un juego". Pero también está sorprendida: "Hay un cambio en relación a lo que pasaba antes. Ahora están culpando a la institución de la Armada, a los que eran sus jefes por no haberse hecho cargo. Están pidiendo una defensa que ya no encuentran".

Como tantas veces cada vez que se hable de tragedias así, hay que recurrir a la filósofa Hannah Arendt. Después de presenciar el juicio a Adolf Eichmann, el gran arquitecto de la solución final nazi, Arendt cayó en un estado de perplejidad. Es que Eichman sabía lo que había hecho, pero lo veía como un medio para ascender en su carrera, para obtener más poder, no como un fin en sí mismo. Fue entonces cuando Arendt empezó a hablar de "la banalidad del mal".

Se sabe que Eichmann estuvo en la Argentina en la década del cincuenta. Pero habrá sido apenas una pirueta de la historia, porque el drama es humano y no sólo nuestro. Como dijo Eduardo Galeano en la charla que inicia esta nota, "el peor de los verdugos es el sistema que necesita de verdugos". O sea: el sistema que dice "Mata". Y que logra que algunos lo obedezcan.

viernes, 9 de abril de 2010

CASO REIJ

Fecha: Medellín. 1998.

Nombre: Reij. (Hombre)

Sexo: Masculino

Edad: 17 años

Escolaridad: Bachiller

Ocupación: Mesero



Reij llega, por intermedio de la guía telefónica, pidiendo le sea practicada una prueba de inteligencia; pues, piensa que tiene algunas capacidades algo extraordinarias. Aduce no tener dinero. Se le aplica la prueba de inteligencia mostrando un coeficiente intelectual normal al promedio. Por algunas deficiencias en las subpruebas de atención y concentración se le recomienda aplicar una prueba de personalidad; en ésta aparecen rasgos acentuados de esquizofrenia y paranoia.

Al comunicarle el análisis de los resultados de las pruebas, especialmente la de personalidad, Reij refiere algunas experiencias que son las que realmente lo han llevado a consultar. Dice que ha logrado el desdoblamiento en sueños. Su espíritu abandona su cuerpo y puede hacer viajes astrales, logrando ver la tierra desde arriba. También, haber podido leer el pensamiento a una persona; señala que fue una experiencia de instantes, a la que él mismo no podía dar crédito. Otra experiencia que recuerda es haber predicho el daño de una película de video con sólo mirar el casete. Con estas referencias Reij muestra su interés por una terapia, con el fin de saber lo que le está sucediendo. Sigue insistiendo en no tener dinero; pero, cree que sus capacidades, al ser estudiadas, pueden traer beneficio al terapeuta y a la ciencia; por tanto se brinda como objeto experimental, en contraprestación a la ayuda que se le pueda brindar. Reij refiere que estas experiencias comenzaron desde muy niño; sufriendo de enuresis nocturna, una vez, quiso no volver a orinarse y pudo claramente deslindar, (en estado onírico), lo que era sueño de la realidad; de esa manera logró detener la orina en el mismo sueño.

En la primera sesión se muestra algo desconfiado y expectante. Su único logro, en la sesión, relata, es sentir “el movimiento como de un columpio”. Al comunicársele la suspensión de la sesión, señala sus temores de que algo malo le pueda suceder al acercarse a secretos oscuros de su vida. Refiere, entonces, experiencias extraordinarias que ha tenido, las cuales no quería comentar por miedo a que el terapeuta lo tachara de loco; igualmente, complementa con otros detalles las experiencias que ya había narrado.

Señala que ha tenido contactos con un espíritu, quien es su guía espiritual. Este espíritu, (hombre), le ha dicho que en la casa donde Reij habita, existe una mujer que quiere hacerle daño, que se llama Anita. Reij corrobora que efectivamente en el piso de abajo, (él vive en el tercero), vive una señora casada, que se llama Anita, que tiene una hija. Según Reij, el espíritu le dijo que la hija de Anita está poseída por un demonio y que la intención es que este demonio pase al cuerpo de Reij. Para mostrar la veracidad de las revelaciones el espíritu le hizo saber que, en esos precisos momentos, en los que ellos se encontraban hablando, Anita estaba esperando en la sala, viendo televisión, semidesnuda, a que Reij bajara para que la amara. No obstante, el espíritu no lo iba a dejar bajar porque sabía que le podrían hacer daño. Efectivamente, Reij escuchó cómo la puerta de la calle se abría y llegaba el esposo de Anita. El pensaba: qué habría sucedido si el espíritu lo deja bajar y el esposo lo hubiese encontrado allí.

Reij es un enviado especial de Dios, según se lo confesó el espíritu guía, y la prueba está en que ha tenido una visión. El espíritu le dijo que saliera de la habitación y mirara al cielo; así lo hizo y vio cómo las nubes se movían de forma extraña; sintió un deseo intenso de girar, media vuelta sobre sí mismo, y mirando de nuevo al cielo percibió claramente una cruz. El espíritu le ha dicho que debe mantener una cruz en su cuarto; por tal motivo ya compró una. Reij tiene ahora claro, que es un hombre bueno, señalado por Dios para ayudar a la gente; Reij siente que algo terriblemente malo para el hombre se está gestando. Lo que no sabe todavía es que es, exactamente, eso malo que se está preparando.

Junto con la cruz Reij debería comprar una biblia, porque así lo ordenó el guía espiritual. Cuando fue a comprarla, al momento que el dependiente fue a pasar la biblia a las manos de Reij, la lámpara, que los alumbraba, se apagó por un instante y de forma misteriosa. El dependiente que lo atendía miró a otro de sus compañeros cómo interrogándolo, posteriormente los dos miraron a Reij de forma extraña. Al consultar posteriormente al guía espiritual, este le dijo que era una prueba que Dios le había puesto; que ahora Dios estaba seguro de que Reij era un buen hombre, porque no se había amilanado ante lo sucedido.

Reij también ha invocado a Nostradamus, le ha preguntado cómo hizo para poder profetizar cosas tan exactas; Nostradamus le ha devuelto la pregunta diciéndole que cómo se imagina que lo hizo. Reij le ha respondido que viajando al futuro, ya que es la única forma de lograr proezas tan grandes; Nostradamus le ha dicho que sí pero que también hay otras formas, (no le ha dicho cuales son esas otras formas).

Reij recuerda que al hacer uno de los desdoblamientos, cuando iba ascendiendo en su viaje astral, una bruja, (al principio no sabía sí era bruja o espíritu; ahora sí está seguro), le dijo que se iba a apoderar de su cuerpo. Al escuchar esto, Reij regresó rápidamente donde estaba su cuerpo y por unos “largos instantes” no pudo entrar a él; era como si alguien se lo impidiera.

Reij a veces duda de todas estas experiencias y se encuentra en el dilema de creer o no creer. Piensa que ha perdido mucho de su potencial extrasensorial, debido a una deuda de dinero que adquirió hace unos dos años; cosa que lo ha dejado extenuado, debido a la presión a que estuvo expuesto hasta que logró pagarla.

Reij es de raza negra, pertenece a los barrios bajos de Popayán; su madre es bastante activa mientras su padre es bastante pasivo, refiere; es el mayor de tres hermanos. Terminó su bachillerato y se vino a la capital en busca de un mejor futuro en sus estudios y cuestiones de trabajo. Al llegar a Medellín, trabajó en la fábrica de armas del ejército, y también como vendedor independiente de libros y casetes (donde adquirió la deuda de la cual hace mención). Le gusta y aprendió a tocar la batería; compró una con sus ahorros, dictó algunas clases de este instrumento en su casa. En la capital siempre ha vivido en pequeñas habitaciones de alquiler. En el momento se encuentra trabajando como mesero en un restaurante y hace algunos turnos de portero en una discoteca los fines de semana. Está cursando primer semestre de ingeniería biomédica.

Reij ha seguido haciendo contactos con espíritus y en una de las sesiones hace una demostración de la facilidad que tiene para ello. Sentado frente a un escritorio, pide que se le brinde una hoja de papel; sobre ésta coloca la punta del lapicero, que sostiene con su mano en posición de escribiente, y comienza la invocación: “pido al señor creador que me permita comunicarme con el espíritu de Nostradamus, pido a mi espíritu guía no permita que otros espíritus se apoderen de mi cuerpo”; esta sentencia la repite por tres veces, (posteriormente explica que es para cerciorarse que los espíritus malos no le hagan daño). Seguidamente comienza a deslizar su mano en movimientos circulares cambiando la velocidad intermitentemente. Empieza a verbalizar la conversación, que tiene con el espíritu, en la medida que la escribe sobre el papel. “Eres realmente Nostradamus”, pregunta, y el espíritu corrige diciendo ”Michael de Nostradamus”. Nostradamus le pide que no lo vuelva a invocar y que lo ayude porque se está degradando. Luego del encuentro con el espíritu Reij explica que cuando los espíritus hacen algo que no les es permitido por el creador, son degradados y pierden su estatus en ese mundo donde se encuentran; de esta manera explica el pedido que hace Nostradamus. Reij pregunta, al terapeuta, a quien más se podría invocar; el terapeuta pide que se comunique con Sócrates. Reij pide una nueva hoja y con el mismo ritual invoca al espíritu. Sócrates le pide que le diga porque razón lo ha invocado, y Reij le responde que su deseo es saber en que se basó para crear su método mayéutico. El espíritu responde que se basó en el péndulo de Aquimeda. El espíritu insiste en que le diga cuál es la verdadera razón por la cual lo invocó. A petición del terapeuta, le hace la pregunta de porqué no escribió jamás; el espíritu responde que el creador no se lo permitió y además porque sabía cosas muy terribles que no se podían decir.

Reij explica que los espíritus hacen presentes a los médiums y que en varias ocasiones los ha pedido. -Sabe, porque lo ha leído, que las donaciones que hacen son en flores o minerales y que provienen de un líquido especial que tienen los médium- . No le han dado nada hasta ahora.

Reij comenta que ya tiene un borrador del libro que piensa publicar, relacionado con todas estas experiencias que está viviendo. Le ha consultado a su espíritu guía y éste le ha respondido que por ahora, todo lo que ha escrito puede ser publicado, pero que hay cosas que jamás se podrán publicar. Reij está preocupado porque los espíritus a veces mienten y el todavía no ha podido saber cuándo dicen la verdad y cuándo no. Cuenta que en la casa, donde vive, hicieron un robo y él decidió comunicarse con su espíritu guía para que le señalara quien había sido el culpable. El espíritu le dijo que, con seguridad, era un vecino que tenía los objetos robados en la habitación donde dormía. El espíritu obligó a Reij a que fuera hasta donde los damnificados del robo, les contará quien había sido y lo que tenían que hacer para recuperar las cosas perdidas. Acto seguido fueron hasta donde estaba el supuesto ladrón; le requisaron toda la habitación sin encontrar los objetos robados. Reij siente vergüenza por el “oso” que le hizo pasar el espíritu guía. Posterior a estos sucesos Reij se volvió a comunicar con su espíritu guía y le pidió explicaciones sobre estas mentiras. El espíritu le insistió en que el vecino era el ladrón. Situaciones como estas son las que tienen desconcertado a Reij, y no entiende la razón por la cual los espíritus deban mentir.

Reij relata que ha tenido un comunicado directamente con Dios, en el cual le informa que el planeta tierra va a ser arrasado por otro planeta, que es tres veces más grande que éste; algo particular de este nuevo planeta es que nadie lo puede ver y nadie más que Dios lo puede detener para así evitar la catástrofe. Según refiere, Dios está disgustado por el comportamiento que ha tenido el hombre desde sus comienzos y por tal motivo va a exterminar esta generación y creará una nueva clase de hombres que cumplirá con los mandatos de él. Reij ha sido designado por Dios para que guíe esta nueva clase de hombres y promulgue el mensaje de arrepentimiento; nadie podrá agredirlo porque está bajo la protección del supremo, gracias a que ha sido el único que ha cumplido con su voluntad. A Reij se le ha permitido conocer parte de lo que es el infierno, pero no se le permite divulgar lo que vio allí. En el mismo mensaje, Dios le informa a Reij la razón que tuvo para exterminar los dinosaurios y la relación que ha mantenido con el demonio. El demonio fue creado por Dios a través de Belcebú, quien no quiso nunca ser la madre de este malo entre los malos, que quiso confabularse con los mil demonios para matarla. El demonio estuvo presente cuando Dios creo el hombre; Dios se dio cuenta a los cinco días de haberlo creado, que esta obra no era buena, porque pedía insaciablemente y quiso destruirlo de nuevo, pero el demonio le dijo que no lo destruyera que lo dejará vivir. Reij muestra un escrito, el cual dice es, una transcripción del mensaje que le fue dado por Dios; este mensaje debe ser divulgado por todo el mundo y en todos los idiomas. Reij sabe que le será difícil cumplir por no tener acceso más que al español y al inglés, no obstante cree suficiente si logra publicarlo en estos dos idiomas. Ha sacado diez copias del escrito y las ha empezado a distribuir en diferentes partes, tales como iglesias, editoriales y medios de comunicación. Lo que más preocupa a Reij es no saber que va a suceder con él después de esta experiencia, pues sabe que ya no será normal y puede ser tachado de loco por la gente. Piensa que entre las alternativas posibles está el recluirse en un monasterio; aislarse, como ha sido su tendencia desde pequeño. Todo esto que le ha sucedido, confirma a Reij las sospechas que ha tenido desde el mismo momento de su nacimiento: que vino para hacer algo especial en este mundo. Señala su decisión de asumir los riesgos al emprender una tarea de este tipo, pues por un lado, no duda en ningún momento de la veracidad del mensaje y de su transmisor; además sería mucho más terrible si callara y le pasara algo a la humanidad debido a su cobardía. Algo que lo reconforta es saber que ya Nostradamus había hablado del nuevo planeta en sus profecías; también el ver nuevos, y antes desconocidos, aportes tales como la forma como fue creado el hombre y la desaparición de los dinosaurios.

Reij vuelve tres días después refiriendo sentirse menos tensionado debido a que ya ha sido eximido de la tarea que le había sido impuesta de divulgar el mensaje de Dios. Comenta que se reunió con otras personas que dicen tienen conocimiento de los mensajes de Dios y de sus enviados. Ellos pusieron en duda el mensaje recibido por Reij. Le indicaron que por lo general esos mensajes son dados por demonios que usurpan la identidad de Dios. Le argumentaron que el mensaje habla de iglesias, cuando la biblia jamás las ha nombrado; además ven muchas contradicciones en los apartes. Reij les hizo una defensa de la autenticidad del mensaje pero ellos terminaron creando ciertas dudas en él. Después de este encuentro Reij se comunicó de nuevo con Dios y éste le respondió que el mensaje era falso y que por tanto lo rompiera, cosa que hizo inmediatamente. No obstante, después de haberlo roto, se dio cuenta que quien le había dado la orden de romper el mensaje era un demonio que había usurpado el puesto de Dios. Cuando se comunica directamente con Dios, él lo recrimina por haber roto el mensaje, Reij se arrepiente y le pide perdón, logrando la benevolencia de Dios, quien le dice que, en vista de las dificultades que ha tenido al divulgar el mensaje, lo mejor es que no lo siga divulgando más que aquellos que deseen escucharlo y especialmente a su familia.

Reij explica nuevos apartes de cómo le fue dado el mensaje por Dios. Señala que en un primer momento Dios le indicó que escribiera que Reij era Jesucristo su hijo único. Cosa que fue rechazada por Reij, quien le aclara a Dios que esto no podía ser bajo ninguna circunstancia, Dios le insiste y Reij rechazaba este calificativo, hecho por el mismo Creador. En vista de su renuncia a este título, Dios lo llama “mi segundo hijo”, argumento nuevo que es rechazado por Reij, quien explica a Dios la inconsistencia de llamarlo “segundo”, pues si Jesucristo era su “único hijo” no podría existir otro hijo. Este argumento es aceptado por Dios quien decide entonces que Reij sea señalado en adelante como el “enviado de Dios”.

Reij toma como argumentos de la veracidad de que Dios le dio el mensaje, algunos acontecimientos, para él significativos. El hecho que se le hubiese ocurrido sacar diez copias, que concuerda con el hecho de que el escrito tenga diez apartes y exactamente diez páginas. El hecho “inusual” de que al sacar una replica fotoscópica del mensaje, la primera hoja se arrugara en dos ocasiones distintas, además de la aparición en las demás hojas fotocopiadas, de ciertas rayas que, según él, no se pueden aducir a imperfecciones de la máquina. Otro hecho que ayuda a verificar la autenticidad del mensaje es que cuando Reij lo recibe en limpio, después de mandarlo a tipografiar, se encuentra con un señor que lo pone en comunicación directamente con los expertos en mensajes y enviados de Dios. Uno más a su favor, es el hecho como consiguió el dinero para sacar las copias, obtenido a partir de un mal cobro que le hizo a un cliente en el bar donde trabaja. El excedente del dinero cobrado de más, sirvió para este fin. Así como también le sirve de apoyo el fenómeno, muy raro para él, surgido cuando fue a entregar una copia a un lugar de aquellos en los que estuvo distribuyendo el mensaje: el teléfono sonó por varias veces y en ninguna de las veces que contestó quien lo atendía, respondió persona alguna al otro lado; unido a este detalle, recuerda Reij que en otro lugar, cuando entregaba el mensaje, sintió como si temblase la tierra.

Reij asiste de nuevo a consulta después de veinte días de ausencia, señala que ahora está interesado en conocer la fisiología de los sueños y le gustaría ponerse en contacto con un neurólogo que lo pueda asesorar y le permita ser motivo de experimentación. Ha estado haciendo averiguaciones, por su cuenta, en la biblioteca y ya ha logrado buen material, que trae a la sesión. Su punto de atención está en lograr mediante un proceso hipnótico un “tercer estado” en donde pueda visualizar y percibir enteramente todo lo que sucede a su alrededor mientras está dormido. De sus experiencias mesiánicas, refiere que ha decidido dejarlas de lado porque ha visto que pueden ser muy peligrosas y él no está preparado para tanta tensión.

Reij, recordando que cuando pequeño practicó el juego de la “güija”, refiere un hecho anecdótico, que hoy le causa mucha risa pero que a la vez le permitió alejarse de ese instrumento. Según comenta, con su hermano estaban invocando espíritus en el dormitorio que compartían, uno se manifestó y luego pudieron constatar, era un espíritu malo que no quería abandonar el cuarto, ellos le daban ordenes para que se fuera pero éste se resistía; estando en la discusión, la cama, y todo a su alrededor, empezó a temblar quedando Reij y su hermano paralizados del miedo, sin poder moverse o hacer algo. No saben cuanto tiempo pasó antes de escuchar las voz de su madre, desde afuera de la casa, que les gritaba desesperada que por favor salieran rápido porque estaba temblando la tierra. Cuando lograron salir todos los vecinos estaban en la calle, miedosos de entrar a las casas por temor a otro movimiento telúrico.


 


viernes, 26 de marzo de 2010

POR QUÉ VOTARÉ POR MOCKUS

Por qué votaré por Mockus

*Miguel Ángel Bernal R.

Cuando nací, en julio de 1974, el presidente electo era el liberal Alfonso López Michelsen. Poco supe de él. Sólo que se inventó una ventanilla siniestra para que los narcos lavaran la platica en el Banco de la República y que su primo hermano, Jaime Michelsen Uribe, desfalcó al grupo Grancolombiano en miles de millones de pesos dejando en la calle a muchos ahorradores.

Luego, cuando tuve alguito de uso de razón, en 1978, fue electo el también liberal Julio César Turbay Ayala. De él supe un poco más, pero no más alentador. Tenía una política que se conocía como el Estatuto de Seguridad que en el papel era para preservar la democracia y en la práctica era para matar a comunistas armados y desarmados. Además, el M-19 se le tomó una embajada llena de embajadores y se le fueron para Cuba muertos de la risa. Para la posteridad sólo lo recordaría como la inspiración de los mejores chistes idiotas de idiotas que hubiese podido escuchar. Ahora para contárselos a mi hijo le tengo que hacer una clase de historia de este pintoresco personaje.

Después, en 1982, con algo de criterio infantil, el mejor de todos, vi como un ser salido de la poesía recitaba discursos con un tono que fácilmente curaba el insomnio de cualquier esquizofrénico. Había derrotado a un pelado joven de greñas rebeldes, bigote novelero y carisma arrollador y al cuchito López que era viejito desde que yo era un bebé. Ese joven era Luis Carlos Galán Sarmiento, a quien le debo mi amor por los temas políticos y el odio por la política y su uso nacional, no por su ejemplo, sino porque esa política lo asesinó. A Belisario, con ese tono que le salía con su paquidermismo para actuar, el M–19 también, mandado por Pablo Escobar, se le tomó la Corte Suprema de Justicia y masacró el único poder público respetable en el país. Si de verdad el “M” hubiese querido hacerle un favor al país, se hubieran metido al circo del frente cruzando la Plaza de Bolívar. Con Belisario empezó el narcoterrorismo también. Antes de lo del Palacio, los narcos mataron a su Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y empezó la cacería de jueces, magistrados, periodistas y todo al que se les opusiera. Belisario no era un Presidente, era un poeta jugando a mandar y mandaba con poesía barata y resultados costosos a merced de quien de verdad pudiera mandar.

Un país subyugado al narcotráfico le tocó recibir a Virgilio Barco Vargas en 1986. El tipo no era malo, pero estaba enfermo. Cuando tenía lucidez sabía gobernar, cuando no, su secretario privado negociaba el país con los narcos. Ya no hablaba bien, el altzhaimer lo tenía consumido.

Después Cesar Gaviria, en 1990, asumió la presidencia por casualidad, por error, porque mataron al verdadero Presidente, Luis Carlos Galán Sarmiento. Gaviria no fue un Presidente, fue un negociante. Sabía que debía combatir el narcotráfico pero también que tenía que quedar bien con todo el mundo. Con las encuestas, con los gringos, con el Congreso, con la oposición… vendió el alma a dios y al diablo, jugó en todos los bandos, pasó por encima de la conciencia moral de sus políticas y mandó a Colombia de nuevo a la guerra narcoterrorista por apresar y dejar volar a un megaasesino como Pablo Escobar a quien después tuvo que matar.

Después llegó Samper en 1994. Él quería ser Presidente. No importaba cómo. Y fue presidente apoyado por el narcotráfico. Lo pillaron y no pudo gobernar pero se pudo salvar de la cárcel que merecía porque compró a sus investigadores, corruptos congresistas. Terminó su mandato, pero no gobernó.

En 1998 llegó Pastrana, aún más ingenuo y tonto que Belisario, con la misma “nobleza” bienintencionada que sólo le dio más poder a la guerrilla para que secuestraran al país entero.

En 2002, un hombre de hablar paisa enérgico devolvió la fe al país. Álvaro Uribe Vélez. De carrera política intachable. Desde concejal hasta presidente siempre un ejemplo de “varón”. Iba a acabar con la guerrilla, malditas cucarachas de agua puerca. En 4 años el país estaría depurado de esta lacra que el bobalicón de Pastrana dejó crecer como espuma. 4 años no fueron suficientes y se hizo reelegir en 2006. Volvió a arrasar. 4 añitos más y las cucarachas rogarían piedad ante el Baygón Uribe. Entre tanto, sus amigos los paras se iban a negociar con los Estados Unidos irrisorias penas a cambio de su silencio en Colombia y dejar gobernar al patrón. Los terratenientes legalizaron las tierras que usurparon a los campesinos y les dieron platica del Gobierno para poner a producir tierra abonada con sangre. Los ricos acapararon las riquezas y los pobres engrosaron los cinturones de miseria de las ciudades. Los ricos pudieron llegar más fácil a Anapoima y los pobres llegaron más fácil a ser más pobres. Sin embargo, hubiese ganado otra vez en 2010 para tener 4 años más para matar a esas malditas cucarachas de “la farc" si la Corte Constitucional no salva la poquita dignidad nacional.

Ahora unos quieren seguir sus pasos, otros se bajaron de ese bus para coger su propio taxi y otros piensan que las cosas se pueden hacer de una forma distinta. Yo no apoyo lo que hizo Uribe porque acabar con guerrilleros no es acabar con la guerrilla, porque acabar con los pobres no es acabar con la pobreza, porque darle la plata a los ricos no es generar equidad, porque negociar con los paras no es acabar con el paramilitarismo, la terratenencia y el narcotráfico, porque ha mantenido su castillo sobre sólidos cimientos de corrupción, porque tuvo un DAS de bolsillo para hacer torcidos, porque quienes lo apoyan están en su mayoría en la cárcel por hampones, porque es un buen gobernante para los ricos dentro de un esquema rancio y corrupto, en el que las élites se mantienen como opresores de una base ignorante y torpe que se deja dominar. Eso para mí es Uribe y yo no quiero más de eso, porque él representa una cultura mafiosa que se vale de lo que sea para sostener el poder, así el poder socabe las bases de una sociedad más justa. Me indigna que sus hijos se hayan enriquecido por las bondades de las influencias mientras no se puede tratar mejor a las víctimas de la violencia porque no hay platica y colapse el sistema de salud con la emergencia social porque no hay platica cuando sus hijos rebosan de rechonchos de lo millonarios que se hicieron en estos 8 años. Para mí este gobierno ha sido un asco y me ratifico, es un asco elitista, plutocrático y corrupto. Además sigue habiendo guerrilla, tanta, que ya son presidentes del país vecino. Entonces, en el fondo, no logró ni siquiera la única tarea que se le había confiado.

Ahora, yo si quiero algo distinto. Algo que rompa culturalmente con este ciclo de politiqueros que nos han venido gobernando. Turbay fue enterrado con los máximos honores. López fue enterrado con los máximos honores. En mi concepto, merecen escupitajos sobre sus tumbas, una bandera rota y tirarlos como injustamente lo hicieron con los falsos positivos, por ahí en cualquier potrero. Seré duro y no me importa porque no tengo el poder para que le importe a alguien, pero estas ratas lo único que hicieron fue arraigar una cultura mafiosa que hoy hace más valioso a un sicario rico que a un campesino pobre. Belisario y Pastrana fueron la pequeña patria boba en dos cuotas diferidas a 16 años que le permitieron a la guerrilla fortalecerse como los hampones que son. Samper es el ícono vivo del cinismo politiquero. Consultor de las causas morales cuando gobernó con total inmoralidad. Le haría un funeral con honores, si fuese necesario, si cumpliera la condición para ser beneficiario de un funeral.

Yo quiero algo distinto. Cuando en 1993 un tipo desconocido con nombre raro, rector de la Nacional, se bajó los pantalones para mostrarle el culo a unos estudiantes saboteadores pensé dos cosas: una, si fuera marica este man no me gustaría… que culo tan desagradable, y dos, este tipo es un berraco, se bajó los pantalones frente a unos manes que le pudieron haber insertado una bomba molotov por el recto. Creo que este tipo es valiente. En ese año era un adolescente de pensamientos básicos y vulgares que conservo hasta hoy un poco más retóricos. Pero si me quedó la sensación de que ese tipo iba a hacer algo importante. No creí que fuera a ser político porque el tipo no le cae bien a nadie. Habla aburridor, mueve las manos como si las palabras se le fueran a caer y es más enredado que un bulto de anzuelos. Además se peina como un meme y no tiene nada de carisma. A mi me cae bien porque creo que soy solidario con quienes solemos caer mal. Pensé que por ser inteligente la política no le iba a gustar. Pero no. Se lanzó a la alcaldía de Bogotá y por primera vez en la capital arrasó el voto de opinión. Puso mimos y gente disfrazada para que se respetara la cebra. A mi me caló porque hasta ese momento, pensé que la cebra sólo servía para que se notara mejor la sangre de los peatones atropellados. Habló de “cultura ciudadana” algo inhóspito para muchos y para muchos sólo logró que los carros no pisaran la bendita cebra.

El tipo siguió por ahí dando lora y volvió sin atenuantes a la alcaldía a seguir haciendo lo suyo. Sólo que ahora tenía puentes para mostrar, Transmilenio para moverse y muchas cositas más que dejó Peñaloza, un buen ejecutivo. Si por mí fuera, hubiese querido que Peñaloza y Mockus se hubieran sucedido en la alcaldía de Bogotá hasta que los dos se murieran. Bogotá progresó siglos que el Polo está logrando hacernos reversar de nuevo. Uno haciendo cosas y el otro enseñándolas a usar. Una chimba la verdad.

Mockus es un tipo honesto. Manejando ese monstruo de ciudad jamás se le hizo un escándalo de corrupción a él. Quizás a sus subalternos, porque es un tipo que confía aún en la gente. Grave error. Jamás actuó mal deliberadamente. Dejó tirada la alcaldía para ser presidente. Grave error. Tenía que terminar la tarea bien hecha y no lo hizo. Pero ya pidió perdón, y yo, ya lo perdoné.

El tipo sabe de cultura, habla de cultura, infunde cultura, pulula cultura y no en el sentido erudito y odioso del profesor Bustillo, la cultura de verdad, la que forma ciudadanos y ciudadanía, la que permite convivir en paz y no con las “Convivir”. Yo creo en eso y a eso le apuesto. Siempre dejamos esa tarea para mañana porque primero hay que acabar con los “narcoterroristas de la farc” mientras los narcoterroristas de la farc toman ron con Chávez pensando cómo es que van a invadir a este pueblo lleno de ignorantes porque la revolución bolivariana lo va a amoldar todo con su reencarnación venezolana de Bolívar. Yo quiero ciudadanos que sepan en su intelecto por qué Chávez está loco y no ciudadanos que lo reten a pelear para que “sea varón”. Varones por montones en los cementerios es lo que hay en este país. Yo quiero ciudadanos para que sean los ciudadanos concientes los que repudien a las Farc, y no un cúmulo de militares adoctrinados para dar positivos así sean falsos. Yo quiero ciudadanos para construir identidad nacional no por la carnita y los huesitos sino por el cuaderno y el esfero. Yo quiero ciudadanos que sean capaces de aborrecer la corrupción y tumbar a un presidente corrupto como Samper y no unos humildes lacayos de salario mínimo que por no perder su puestico respalden al que sea por un tamal y una cerveza.

Quiero ciudadanos y los quiero ahora, no mañana, no en cuatro u ocho años. Los quiero ya. Mockus encarna eso y a eso le apuesto. Un tipo que habla enredado pero entiende fácil que es la cultura la que hay que cambiar. La cultura del vivo, la cultura del mafioso, la cultura del corrupto… esa cultura hay que cambiarla. La guerrilla hay que desestimularla con ciudadanía y conciencia, no con plomocracia, para que se extingan sus causas históricas. Porque la revolución está en las mentes, no en los fusiles. Porque así matemos a todos los guerrilleros siempre habrá un terrorista que haga daño amparado en las injusticias del sistema y la opresión y dominación de una élite recalcitrante así ese terrorista sea un simple hampón. La seguridad democrática es inocua si no hay autoridad moral de quien la ejerce. Y Mockus algo si tiene. Autoridad moral, honestidad y unas ganas inmensas de cambiar una cultura que clama a gritos ser cambiada. No mañana, no en cuatro años, no en ocho años cuando acabemos con “la farc”. Lo necesitamos YA, a partir de este instante para tener un punto de inicio e inflexión, para cambiar de raíz y no de hojas. Porque las hojas se van en otoño y vuelven en primavera pero el árbol torcido, torcido se queda. Es hora de cambiar la cultura y la oferta está hecha. Se llama Antanas Mockus Sivickas.

Desde que mataron a Galán me prometí no apoyar a nadie. Con él mataron mis ganas de participar con ahínco en estas lides. Pero Mockus es un buen tipo, como lo era Galán. Galán era buen político. Mockus no, es malo, muy mal político, no sabe de eso, gracias a Dios. Porque como buenos políticos murieron Turbay, López, Barco y quizás lo hagan Belisario y Pastrana. Samper que se muera como quiera. Pero que nos haga el favor un día de estos. Buenos políticos pero pésimos ciudadanos. Yo prefiero a este ciudadano mal político.

Sí, votaré por Antanas Mockus para iniciar desde el gobierno el cambio cultural que nos permita entender que un campesino merece más atención que un mafioso y que esto quede escrito en un cuaderno y con un esfero para que no se nos olvide como sociedad. Por eso yo votaré por Mockus.

sábado, 20 de marzo de 2010

EL SUJETO POLITICO

El sujeto político
Jairo Báez

¿Qué podemos decir los psicólogos del fenómeno político que experimenta nuestro país? Bienvenidos sean sus aportes. Como promesa previa: no vamos a cambiar nada. Para empezar, o bien estamos ante el cínico o bien ante el fariseo o, por qué no, tal vez, estemos ante los dos que a la vez es uno.

¿Qué hace que un fenómeno sea un fenómeno?: La extrañeza. Ahora, ¿podríamos hablar de un fenómeno político en nuestro país? ¿Qué es lo raro en la política actual como para poder hablar de un fenómeno? Si lo vemos detenidamente, son los mismos gobernando a los mismos: desde Camilo Torres viene la Casta domeñando a los Patirrajados; hoy sucede lo mismo, por tanto esto no hace fenómeno a lo que acontece en mi país.

¿Es la violencia con la que se sostiene el poderoso en el poder? Tampoco. Los gobiernos anteriores, unos más que otros, han mostrado el plus violento que ocasiona la voracidad del poderoso. Los nombres que toma el significante donde se encarna el plus de la violencia han sido variados.

¿Es la usurpación del poder y la ley por parte de civiles rebeldes e inconformes? Menos. También la historia más ciega, tiene que ceder a que ésta ha sido una constante nacional. Esta sí que es una frecuencia de goce: los malos gobernantes han de ser sustituidos por buenos revoltosos y disconformes. (Repitamos este párrafo jijuemil veces y sabremos lo que es gozar).

¿Es la presencia de un Mesías? Nooooo. Mesianismo sí que ha sobrado en este territorio abandonado de la mano de Dios. Hasta sería válido preguntar qué líder, sea del bando que sea, y qué cohorte de feligreses montaraces no ha delirado con la Salvación Nacional. Aquí se puede llegar hasta la caricatura y bosquejar lo más llamativo de nuestro Mesías y de su Cohorte. Aquí sí que caben los versos de Santos Dicépolo: !Que siempre ha-bído chorros, maquiavelos y estafados, contentos y amargados, valores y dublés!

En resumen, sin agotar lo que hace identidad con otros momentos políticos, creería que lo que hace al momento actual llamativo, no es tanto el fenómeno, pues de ello no hay nada, es que la situación que estamos padeciendo es terrible e inmensamente igual a todos los momentos políticos de nuestro triste historia político social. Estamos ante una más de las paradojas que mostraría Zizek, lo que hace fenómeno al momento político es precisamente eso, que no es un fenómeno, porque a lo máximo lo que hace es encarnar y caricaturizar lo que siempre ha sucedido en la historia político social de este país. Siendo así, se le entiende a quien dice que todavía es mucha la miel que nos tocará lamer. El acontecimiento-verdad, a lo Badiuo, para mover al país de su forma de gozar no se ha dado. Ante un acontecimiento falso estamos. En síntesis más de lo mismo es-lo-que-te- ne-mos-en-el-show-de-U-ri-be.

Para finalizar. A la pregunta primera ¿Quién se es? la respuesta tajante es: nada; incluso, a lo que era, (que nunca se supo lo que era), se tuvo que renunciar en aras de ser nada, único fundamento para empezar a ser algo: real, simbólico e imaginario. La identidad tiene síntomas adicionales que ameritan respuestas que todavía no tengo. ¿Por qué la identidad que se funda en el Otro/otro pasa por un espacio y un tiempo? Ser colombiano y tener 48 años, es constante este tipo de presentación que hace un ser parlante tal. ¿Qué es ese lastre que refiere a un lugar y ese inseparable que pasa por el tiempo?. Abordar una identidad desde la imposibilidad que ocasiona la falta de tiempo y espacio, pudiera ser el reto. No obstante, amanecerá y veremos.

sábado, 27 de febrero de 2010

TRIUNFO O DESCUBRIMIENTO

TRIUNFO O DESCUBRIMIENTO

JAIRO BAEZ

La caída del proyecto de referendo para la reelección dejó una duda inmensa. No se sabe si fue una derrota para el uribismo o el descubrimiento de que el país sigue anclado en estructuras medievales que no lo han dejado evolucionar. El uribismo no mostró nada diferente a lo que ya mostraron otros movimientos políticos que han accedido al gobierno: la maquinaría heredada de las costumbres feudales. Los señores feudales, dueños de la tierra, apoyados por los dos o tres propietarios de las incipientes industrias, disponen a su libre arbitrio de las normas existentes o se inventan nuevas y urgentes cuando sus intereses lo piden. En el peor de los casos, se escamotea cualquier obstáculo jurídico o legal que salga a detener su paso de vencedor. Cualquier Conde puede fungir de Rey; cualquier hijo de rey, Príncipe.

Uribe no perdió, sería iluso pensar que Uribe orquestó todo ese complot que lo llevó a mantenerse en el poder por ocho años y aspirar a reinar vitaliciamente un reino, que antes fuera de los Chibchas y posteriormente de los colonizadores españoles, aquellos que adquirieron sangre azul a costa del desmadre de los nativos. Sería llevar realmente al estado de hombre iluminado y mesiánico, si se creyera que este egregio hombre permeó las estructuras del Estado colombiano para entronizarse como amo y señor. No, Uribe no muestra nada distinto a cuanto Delfín o Conde criollo han mostrado: ser beneficiado y beneficiar con la maquinaria feudal a los de siempre, a las mismas pocas familias dueñas de lo muchos recursos con los que cuenta este territorio.

Con la derrota del uribismo, se descubre que la máxima aspiración de nuestros ricos sigue siendo el apropiarse de la tierra, despojar a los pequeños parceleros y defender sus adquisiciones terrenas a como dé lugar. La industrialización y venta de servicios, no deja de ser más que intereses de unos cuantos favorecidos por las contingencias provenientes de propuestas foráneas con intenciones de expansión multinacional. Capitalismo, libre mercado, no hay en Colombia, el modernismo, la ilustración, no han tocado estos lares; eso se patenta cada vez más; cuando en otras latitudes tiende a desvanecerse el capitalismo, en el país aún no se piensa ni se implementa. Los ejércitos privados, a lo Cid Campeador, son necesitados y apetecidos por los Condes antioqueños, costeños, llaneros, vallunos, etcétera, para defender las miles de hectáreas de tierra adquirida y subutilizada en la cría de caballos y ganado vacuno. No se puede hablar de una industrialización de la agricultura en el país, de producción de alimentos a gran escala. Se estaría mintiendo si se toman los pequeños agroindustriales, que se benefician más de los subsidios del Estado que de su misma producción.

Con el descubrimiento del feudalismo en Colombia se hace necesaria la restructuración de sus cimientos; si realmente se quieren atacar los problemas endémicos y crónicos de su sociedad el cambio debe darse en lo económico para que le dé formalidad a una nueva forma de actuar políticamente. El descubrimiento, mostró que la solución no está en modificar la Constitución en sus partes de interacción social dentro de un modelo económico sino modificar un modelo de relación económica que de posibilidad a una interacción social diferente y de lugar a una nueva Constitución. Mientras el modelo económico se mantenga, los vicios que él permite, dan lugar a la manipulación de cualquier propuesta de saneamiento en la interacción social. En Colombia las normas se instauran para todo aquel que pueda violarlas. En este país la norma no la infringe quien quiere sino quien puede; y este poder lo brinda el modelo económico. No es suficiente con una Sociedad Civil en resistencia a los vicios propios del modelo económico; se necesitan urgentes cambios en la forma como se adquiere y se administra el capital en lo colectivo y lo individual, en lo público y lo privado. Mientras el gran valor de este país, sea la adquisición de tierras, el país y su gente se van a quedar afincados en sus mismos problemas.

El país nada ha ganado, dejando en suspensión el referendo; otros Mesías serán impuestos por la maquinaria. Votos nunca faltarán, sean estos comprados, prestados, regalados o robados; la maquinaria da para todo. Son las fallas de la democracia en sistemas económicos tales como el feudal colombiano: los habitantes de un territorio no son los que deciden, menos las grandes colectividades; los que deciden son los que controlan la economía y los que controlan la economía los que deciden. Así que después de la caída del referendo, no surgieron ni triunfadores ni vencidos, pues los triunfadores seguirán siendo los mismos y los derrotados los de siempre. Sigamos disfrutando de felices sueños colombianos, porque la realidad sigue y seguirá siendo la misma aún después de la caída del referendo.

martes, 23 de febrero de 2010

UNA POSICION ANTE EL ABORTO

Santafé de Bogotá, julio 5 de 1999


Señor:
Tito Díaz
Comunicador Social
Emisora Radio Maria


Estimado amigo.

Hace algún tiempo, en una conversación que tuvimos, señalaba usted su posición con respecto al aborto; posición que dista mucho de la mía, a pesar de tener claro que a los dos nos une el afán por el bienestar social y del hombre como tal. En el momento, no me atreví confesar la forma de ver el aborto y pensé que, tal vez, a usted no le interesara tampoco; pero, creo que es justo, en aras de la lealtad con un amigo, hacer saber las disparidades. Por tanto le escribo estas líneas, no tanto para confrontar posiciones sino, para que se entere del ángulo en que yo enfoco la misma temática; además de ser un ejercicio sano para aclarar mis propias convicciones.

Creo, como persona y facilitador social, que mi misión es la de propender por la felicidad del hombre y evitar el sufrimiento. Creo, también, que la felicidad no se consigue de la noche a la mañana y que el sufrimiento es un continuo, que puede ir de menos a más. En esta medida mi aspiración sería lograr la felicidad y ausencia de todo sufrimiento en el hombre; no obstante, la práctica me señala que sólo podré lograr un acercamiento paulatino a la felicidad del hombre y la disminución gradual de su sufrimiento.

Cuando la observación me muestra un niño lisiado por una enfermedad congénita, un niño desnutrido, un niño golpeado, un niño ignorante, un niño en la calle, un adolescente drogadicto, un adolescente delincuente, un adulto indigente, un adulto depresivo, un anciano abandonado y otras anomalías más, que van en contra de la felicidad y el mantenimiento del sufrimiento, me pregunto qué hemos ganado con dar la posibilidad de vivir a todas las personas, sin preocuparnos por la calidad de vida que van a tener. Creo firmemente, después de haber trabajado durante varios años con estás poblaciones, que la causa de muchos de los males que aquejan a la sociedad está en el síndrome del niño no deseado. Ese niño que, por caridad, por culpa, por remordimiento, se le permite vivir, sin prevenir cuál irá a ser su posterior suerte, es el que sufre; al que se le niega la felicidad y el que nos conduele a todos los preocupados por el bienestar social. El niño que nace sin ser deseado es el hombre que está condenado a la infelicidad y el sufrimiento.

Comparto la idea de prevenir la concepción, que evita daños a la moral y a la integridad física de la mujer; pero, dado el caso, de un embarazo indeseado, comparto la posibilidad de evitar mayor sufrimiento mediante el detenimiento del proceso vital. Que este embarazo haya sido por descuido, por violación o cualquier otra circunstancia, es lo de menos; lo importante es evitar a toda costa la venida al mundo de una persona a sufrir. Persona que después de mucho padecer muere a causa de la droga, las balas de un enemigo, del hambre, del frió o de otras calamidades producto de la falta de previsión; dejando consigo más dolor y culpa social. Nadie es ladrón porque quiere, drogadicto porque se le antoja o desnutrido a voluntad; es la falta, las necesidades, lo que lo llevan a asumir tales o cuales actitudes poco sociales y dignificantes.

Desde otro ángulo, si dejásemos que nazcan niños, a libertad de quienes deseen tenerlos, sin considerar la responsabilidad, que ellos tienen, de llevarlos a ser adultos sanos y felices, bajo el supuesto que “alguien” responsable lo hará, como un trabajador social o una persona caritativa, cuánto tiempo durarán los recursos para sostener un número cada vez más creciente de personas. Ya Malthus, desde el siglo pasado, ha mostrado como los recursos no podrán ser suficientes para una población cuando los primeros crecen en forma aritmética mientras ésta última crece geométricamente. Al aumentar la población y disminuir los recursos, la miseria será insostenible; de manera que la anhelada felicidad y la ausencia del sufrimiento será una ilusión insostenible para el hombre. Es cierto, los recursos naturales no son renovables y se están agotando, a velocidad creciente, en la medida que la población aumenta. Hasta ahora no ha sido posible disponer de otra despensa aparte de la tierra, que poco a poco se va vaciando. !Qué va a suceder cuando ya no queden recursos! ¿Comernos los unos a los otros? Si el aborto causa repudio, el canibalismo puede llegar a ser insoportable; y hacía allí nos encaminamos si no ponemos freno a la explosión demográfica.

Si nos abstuviéramos de abortar por respeto a la vida, deberíamos oponernos a cualquier clase de muerte; sin embargo, las guerras, la defensa propia, la defensa de la propiedad privada y estatal permiten el desvanecimiento de la vida humana, aumentando el sufrimiento y el dolor. Si fuese por el respeto a la vida, las plantas y todos los animales deberían ser protegidos, evitando su inmolación para ser nuestro alimento. Si es la vida humana la que está de por medio, deberíamos darnos cuenta que la proliferación incontrolada va en detrimento de la misma vida. Un pan podrá calmar el hambre de una persona pero nunca alimentar a mil. Hoy no es ayer, donde el postulado de multiplicaos y poblad la tierra tenía un sentido adaptativo, porque eran muchas las calamidades y pocas las posibilidades de sobrevivir y llegar a ser adulto; además de existir grandes extensiones de tierra por poblar.

Esperando amigo, que mi posición ante este tema no sea motivo de distanciamiento y, a cambio en la sinceridad, seguir luchando mancomunadamente por el bienestar social, que tanto nos une,


Su amigo,


Jairo Báez
Psicólogo

sábado, 20 de febrero de 2010

ENTREVISTA A JACQUES-ALAIN MILLER

Entrevista de María Esther Gilio a Jacques-Alain Miller, en su visita a Buenos Aires


Publicado en: Página 12

Lacan se ubicó allí donde todo se cruza: y el inconsciente es eso. De su paso por el maoísmo; de su encuentro "clásico" con la hija de Jacques Lacan; del posible lugar de los psicofármacos en tratamientos psicoanalíticos; de las "psicosis no desencadenadas", de los lazos entre Borges y Lacan y del "supuesto saber" del presidente electo Fernando de la Rúa: de casi todo habló con Página/12 Jacques-Alain Miller, coordinador general de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, en su visita a Buenos Aires. Por María Esther Gilio


--Es difícil que pase un año sin que usted venga a Buenos Aires. ¿La razón de estas visitas es sólo trabajo o hay otras que tienen que ver tal vez con la ciudad, con la gente?

--Hubo años en que vine varias veces. Durante el proceso de creación de la Escuela de Orientación Lacaniana, venía cada dos meses. Luego de eso empecé a venir sólo una vez al año. ¿Se sorprende? Argentina es una suerte de capital del mundo analítico. Dalí decía que la estación de Perpignan era el centro del mundo. Buenos Aires es, sin duda, el ombligo del mundo analítico.

--Esta aseveración suya no dejará a nadie indiferente. Usted sabe que en este país es amado y odiado.

--¿Odiado?

--Sí, también. Creo que respecto de usted no hay términos medios. ¿Recuerda la primera vez que vino? Tal vez sería en el ochenta. Una joven psicoanalista vivió en la sala del SHA, donde usted habló, un extraño episodio que parecía provocado por la emoción de su presencia.

--Sí, sí, lo recuerdo bien, pero ¿también odiado? ¿Usted cree? dice, y queda pensativo--.

--Han pasado más de 30 años de los movimientos franceses de los sesenta. Usted tenía veintitantos años y era prochino. ¿Qué esperaba de esa ideología?

--Yo era prochino a comienzos de los sesenta. ¿Qué esperaba? Estábamos en plena Revolución Cultural ÷-dice con aire pensativo--, pero yo era más espontaneísta que maoísta. Había varias corrientes maoístas. Los dogmáticos, los espontaneístas. Yo era espontaneísta.

--Al pasar los años se bajó de ese carro.

--No, yo no me bajé. Me bajaron. Me echaron.

--De cualquier manera no habría sido fácil seguir siendo maoísta con las cosas que luego pasaron en China.

--Mmm..., nunca fui maoísta por amor a lo que pasaba afuera, en China. Para mí el maoísmo era algo para Francia. Algo que tenía que ver con una posición dogmática de fe en la voluntad de rebeldía de lo que se concebía como el pueblo.

--¿Y qué pasó con esa esperanza?

--No se verificó, no se verificó --dice, menos para mí que para sí mismo--.

--No se verificó en Francia.

--No se verificó en ninguna parte. Hablé sobre esto con Lacan en aquel momento. Yo estaba bastante entusiasmado y le explicaba mi interés en aquello que veía. Yo hablaba de la situación general, de los valores. Y de cómo aquellas cosas que hasta el momento parecían inamovibles en la sociedad humana habrían comenzado a moverse o, por lo menos, a mostrar que eran posibles de ser movidas. Yo hablaba de una novedad absoluta. Era como si el sol y los planetas hubieran cambiado de lugar.


--¿Qué dijo él?

--Lacan me escuchó con gran atención y dijo: "Ohhh... bien, pero ¿cuánto tiempo va a durar?". Y ésa era la buena pregunta. Porque si bien hubo una conmoción, lo que en un momento se levantó volvió a caer. Y hoy no sé si hay un país en el mundo donde el capitalismo sea más salvaje que en China. La de Lacan era la buena pregunta, la que había que hacer. La Revolución Rusa fue más larga que la Comuna de París, 70 años, pero ¿qué es en la historia? Apenas un paréntesis.

--¿Cuando ocurrían estas conversaciones con Lacan, ya era novio de su hija?
--Nooo, casado.

--Disculpe una pregunta impertinente. ¿Qué fue primero: la pasión por Lacan o la pasión por la hija?

Jacques-Alain Miller mira hacia la ventana en silencio.

--¿De eso no se puede o no se debe hablar?

--No en términos de pasión. Conocí a la hija en el ámbito del padre, por supuesto. Algo muy clásico.

--Se podría decir que usted llegó al psicoanálisis a partir de la filosofía de Althusser y de Foucault. ¿Piensa que el estudio de estos filósofos lo condujo al estudio de Lacan?

--No, no. Althusser me invitó a leer a Lacan a fin de participar con él en un seminario sobre Lacan. Así fue que leí a Lacan --dice y sonríe--.

--¿Qué está recordando?

--Al poco tiempo Althusser comprobó que yo me había inclinado fuertemente hacia Lacan, lo cual lo disgustó un poco, lo desencantó.

--¿Empezó profundizando en aquellos textos de Lacan más vinculados con la filosofía, Hegel, Marx, lógica moderna?

--No, no. No sería posible leer lo filosófico de esa manera, separadamente. En Lacan no hay una sola trama. No hay una parte filosófica aquí y una clínica allá. Todo está junto y así lo leí.

--Usted trató en los lejanos sesenta de transmitir Lacan de manera que fuera inteligible. Pasó su obra a un lenguaje más comprensible y...

Es evidente que a Jacques Alain Miller no le gusta este juicio sobre su trabajo y, aunque espera pacientemente que termine, su mirada se ha endurecido.

--Aunque... ¿tal vez no sea ésta la mejor manera de expresar lo que hizo?

--Veamos ÷-dice con aire paciente y sereno--. A partir de mi ponencia en el seminario de Althusser cobré fama en el Barrio Latino de que yo entendía a Lacan, cuando todo el mundo estaba convencido de que...
--... era incomprensible.

--No, no de que era incomprensible sino complicado. Eso terminó consolidándome en esa posición.

--En definitiva, que su lectura permitió a mucha gente acercarse al pensamiento de Lacan. ¿Qué quiere decir exactamente cuando en los seminario de Lacan editados después de su muerte usted dice: "Texto establecido por Jacques Alain Miller"?

--En los seminarios reales está la charla de Lacan, que, a pesar de la extensa preparación, es una charla improvisada, con frases inacabadas, palabras repetidas. En fin, está allí la fluidez y la incertidumbre de la palabra oral. Sabe cómo es eso. ¿Qué hará usted con el texto de esta entrevista? Deberá, entre otras cosas, corregir mi castellano.

--Agradezco su castellano con algunos errores y mucha riqueza.

--Usted ya se habrá dado cuenta de que yo soy el periodista de Lacan.

--Es una linda broma ésa. ¿Qué diría usted sobre las diferencias entre la clínica en tiempos de Freud y la clínica de hoy?

--No conozco todo lo producido por las escuelas, pero aun así cualquiera puede percibir que algo de la clínica ha cambiado desde Freud. Algunos analistas tienen hoy una suerte de sueño que consiste en pensar que aquella clínica de principios de siglo puede ser suplantada por no sé qué clínica de las neurociencias, que han estado de moda aunque cada día pierden prestigio, por ejemplo en Estados Unidos.

--¿Considera que no tiene valor la neurociencia?

--Tiene su valor, claro. Pero pensar que va a solucionarlo todo... No lo creo.

--¿En qué sentido la neurociencia tendría valor para el analista?, ¿en qué sentido serían beneficiosos los medicamentos?

--Para empezar, los medicamentos están. Están presentes en la vida de la gente. En cuanto al terapeuta, ellos le permiten tener acceso a sujetos psicóticos a quienes, en el pasado, no era posible acercarse. Los medicamentos son formas de anestésicos.

--Que no resuelven el problema. No curan.

--No curan pero, como le dije, permiten trabajar con determinados pacientes. De la misma manera que la anestesia permite hoy trabajar al dentista.


--Ahí tendríamos una diferencia entre la clínica de hoy y la del pasado.

--Otra diferencia con la vieja clínica son las psicosis a las que, entre comillas, llamamos "inclasificables".

--¿Sería lo que también se llama borderline?

--Son formas de psicosis no desencadenadas. Es decir, esas formas no típicas ni francas que hoy llegan a las instituciones de salud mental como no llegaban antes.


--¿No se producían en el pasado, o simplemente no llegaban?

--No llegaban, carecían del carácter espectacular de las grandes psicosis, de aquellas que son las más fácilmente reconocibles como la paranoia. Se trata de psicosis más modestas, no tan manifiestas, cuya identificación no es inmediata porque no son posibles de ser tan fácilmente diferenciadas de la simple neurosis. Podemos decir que esta diferenciación nos ayudó a refinar la clínica.

--No tiene dudas entonces sobre los beneficios que el psicoanálisis puede proporcionar al psicótico.

--Sí, hace muchos años que esto es así. Yo diría que es así a partir de la medicación que pacificó al psicótico permitiéndole el habla. Aun cuando el psicoanálisis en estos casos no pueda desarrollar toda su potencia, es beneficioso para el paciente.

--Hay algunos fenómenos del mundo moderno con los cuales se ha metido poco el psicoanálisis. La televisión, por ejemplo. ¿Qué pasa con la cabeza de la gente a partir de la televisión?

--La televisión anestesia al ser humano. Le permite dormir con los ojos abiertos. No tengo televisión.

--Si pensamos en el psicoanálisis y en su aplicación a individuos de culturas diferentes, ¿son iguales las técnicas que utiliza el analista para trabajar con un paciente de Africa que con un paciente de Berlín? ¿Las técnicas usadas por el analista serán las mismas en uno y otro caso?

--El ministro de Relaciones Exteriores de la República del Congo, marido de quien fue secretaria de Lacan, me ha dicho, unos días antes de venirme, que cada día piensa en lo que ha aprendido de Lacan. El conversa sobre Lacan con el cardenal de Kinshasa, a quien dediqué el último seminario.

--Sí, pero ése no es exactamente un ejemplo de lo que le pregunto. Por lo que usted dice, este hombre está muy vinculado con Francia y a la cultura francesa. Pensaba en alguien más sumergido en su propia cultura. ¿Se juega igual el Edipo, por ejemplo, cuando las culturas son profundamente diferentes?

--La lógica del Edipo es la misma en cualquier cultura aunque los personajes no sean los mismos.

--Es decir que, en aquellas culturas donde el tío ocupa el lugar del padre, ocupa también el rol que aquél tiene dentro de la familia y dentro del mito.

--Exactamente.

--Desde hace un siglo, el psicoanálisis ha pesado más y más en la cultura de Occidente: ¿sería posible pensar cómo habrían sido en este siglo la literatura, la pintura y el cine, por ejemplo, sin esta influencia?

--Pensemos en algún autor no tocado por el psicoanálisis. Creo que Borges, en cierto modo, se presenta como alguien intocado. Pero a la vez no sé si esto es tan exacto, ya que él definía al psicoanálisis como una suerte de ciencia-ficción. Lo cual, en verdad, también se puede decir de su literatura. Por otra parte, Lacan consideraba la obra de Borges como muy resonante con lo que él mismo hacía.

--Quiere decir que encontraba en Borges ecos de su obra. Lo sentía cerca. Qué curioso.

--No tan curioso. La idea borgiana de Pierre Menard reescribiendo el mismo texto cuyo significado van cambiando el tiempo y la historia...

--Podríamos decir que el mismo texto cambia cuando cambia el contexto. Se vuelve otro.

--Claro. Y eso, se puede decir, es la esencia misma de la interpretación analítica.


--¿Qué podría decirnos de la relación psicoanálisis-política?


--El tema de nuestras jornadas no es ajeno a este punto, ya que vamos a hablar de "sujeto supuesto saber", tema que no existe solamente en el análisis, ya que opera también en el campo político. El presidente electo Fernando de la Rúa ÷-esto lo he visto en los periódicos-- tiene fama, precisamente, de haber obtenido un voto de confianza sin develar los puntos fundamentales de su futura política. Es decir que se le supone un saber para hacer las cosas bien. Por otra parte pienso iniciar las jornadas con una frase bíblica atribuida al actual presidente: "El hombre es amo de sus silencios y esclavo de sus palabras". Me gusta ese pensamiento, muy aplicable a la situación que se da en la clínica, donde el analista es el amo de sus silencios mientras el analizado es esclavo de sus palabras.

--¿Qué cree usted que busca quien se somete a un análisis?

--Uy, uy, las respuestas posibles son muchas ya que cada uno buscará cambios diferentes.

--Es decir que hay algo que siempre se busca, un cambio. El cambio es lo común.

--Sí, eso es así, nadie va al análisis con el pedido de quedar tal como es. A veces el cambio que busca es imposible. Por razones que el analista es capaz de ver, aquel cambio deseado no podrá producirse. En este caso, claro, deberá manejar la situación para no permitir que se creen falsas expectativas. No todo se arregla en el análisis. El analista deberá, en esos casos, moderar algunas esperanzas. La edad puede poner límites. El análisis es posible a cualquier edad, pero hay determinados cambios que la edad hace imposibles. Y hay también trastornos que, vaya a saber por qué, la mayoría de las personas creen inmodificables y no lo son.

--¿Por ejemplo?

--La eyaculación precoz es un ejemplo. En definitiva, creo que si algo podemos decir es que nadie ve al analista sino es para obtener un cambio.

--¿Qué piensa sobre la cultura judía y el psicoanálisis? ¿No cree que en esta cultura hubo algo que se abrió al psicoanálisis, como si éste encontrara en ella su ambiente natural?

--¡Eso es una evidencia! El psicoanálisis nació dentro de una tradición de lectura; de desciframiento apasionado del texto sagrado. Lacan decía: "Los judíos saben leer" y ésa fue la conexión más esencial con el psicoanálisis. De cualquier manera, sobre este punto he escuchado los comentarios más diversos e incluso contradictorios. Después de un curso mío sobre Lacan una persona se acercó y me dijo: "Pero Lacan es el Corán". Y otro: "No es posible entender a Lacan si no conocemos la lógica matemática". A un amigo de Roma, que pronunció sus votos de cura, y más tarde eligió una mujer para vivir con ella, lo he oído decir: "Lacan es toda la cultura eclesiástica". Y a otro: "En Lacan, como en la Biblia, está todo".

--¿Qué significan para usted estos comentarios tan diferentes?

--Creo que está aquí la fascinación de Lacan, la cual viene del hecho de que con pocas palabras logra un eco que refiere cosas muy distintas. Para mí significa que él se ubica en el lugar donde todo eso se cruza. Y el inconsciente es eso. El inconsciente es algo como el aleph de Borges, en el cual todo se concentra. Si uno logra ubicarse en su centro, todo se iluminará de otra manera. Yo lo veo así.