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lunes, 19 de enero de 2015

LOS DESAMORES DE LA MUERTE EN TIEMPOS ENLATADOS


Por: David Mira Vergel

El  tránsito hacia la muerte  se firmó  desde que el lenguaje arrancó abruptamente  al  humano del  reino animal,  y ya  nunca jamás habrá algo en el hombre que pueda  pensarse como  utópico; sin  embargo, la producción ofrece  paraísos ,  en donde  sus  ángeles miran  para  otro lado cuando aparecen los infiernos particulares del sujeto agitándose  frente a los  ideales de la época; la obsesión de ser  mejor que el vecino,  de una reputación  respetable,  en donde los  malestares son  amordazados para que nunca griten y el cuerpo sea algo que se pueda exhibir; unido esto , a la fascinación por lo nuevo, y la  insistencia   por   reprimir  el señalamiento de que aunque se tenga todo  resuelto  como ciudadano  y consumidor, siempre  habrá  algo que falta  como sujeto del lenguaje.

Las  velocidades han  cambiado, es eso lo que  denuncian los abuelos,  la nostalgia no es poca  al verse  en el juego de una  época en donde el  mandato  es “Olvida aunque  eso te  insista, olvida aunque  duela,  olvida y ven rápido, que siempre habrá algo nuevo para  disfrutar” , al parecer ya no hay tiempo  para  el duelo  cuando al día siguiente el sujeto ha de levantarse y  elegir un trabajo  que le consuma hasta el tuétano  y en las noches  proclamar  “estoy  muerto”  como un  ruego con el que empieza a dudar si la  vida es lo que él ha creído.

Hay  quienes  se plantean, que  hoy en día ya no pasa  nada , una  queja  que  deja  la molesta  sensación  de  que  la historia ya  está hecha, pero…¿Se puede hablar de una historia cuando el sujeto suele tender a su deconstrucción?   Sobre esto Slavoj Zizek (El desierto de lo real)  señalaría que  “La actividad social  frenética,  oculta  la identidad  básica  del  capitalismo  global, la ausencia  de un acontecimiento”, algo  curioso  en una época en donde  se retuercen  los cuerpos  para sacarles el  jugo de la  belleza  y  en donde el acontecimiento da testimonio de lo real.

Contrario  a  Slavoj  Zizek,  creo que  muchos  acontecimientos nos  asaltan, pero la  indiferencia  ocupa  hoy el  trono  de la inhibición de nuestra  época,  alejando al sujeto  y las comunidades, de actos  plenos  para su  existencia, así pues la cuestión no sería que no esté pasando  nada,  sino que   no queremos que pase nada optando por la quietud, y ante  lo que inevitablemente pasa  quizás no se quiere hacer nada.

La  angustia, acaba siendo  el  resto al final de la  cadena  productiva  y  actúa   como prestamista del deseo, que emerge   con  sus  insólitas  verdades   para  cobrar al sujeto su cobardía  al  haber cedido en su propia  temporalidad, y haber  cedido  su deseo a las temporalidades de la producción;  frente a eso la angustia  exige historias de las que no se puede  escapar

La complicidad entre el amor y la muerte -Los desamores de la muerte.

Nos pasamos  la  vida  amando a un cuerpo,  cuyo destino será el de divino  cadáver,  los  encuentros  entre el  amor  y la  muerte   son  otro  interés  que  surgió, al  hallar  en  estos   territorios  del  sujeto  chispas  que  lo hacen  hablar;  casualmente  el   enamorado y el doliente  son intensos  al hablar como al callar pues  ambos  acontecimientos  tanto el  amor como la  muerte   suelen  ocupar para  el  sujeto  el  lugar  de lo  enigmático  que de alguna  manera  obliga a crear  algo  cuando el  misterio  avasalla los  semblantes.

¿Por qué hablar  de  desamores de la muerte?  Al convocar la  producción  a  los territorios  de  la  muerte,  se ha podido  ver como  esta  ha  sido  enunciada  en términos de   mercado,  y de espectáculos para un noticiero, excluyendo   el componente  espiritual  de la mismidad,  como  una  manera de  crear  alrededor de  estas   historias  en  donde  se  le da  vuelo  a  lo simbólico; con la  entrada del  discurso  productivo la muerte  convertida en  un  servicio    es  un  gran  desamor  al  quedarse en el  terreno de  la calidad , dejando  a un lado el acto de reunirse  y hacer memoria.

La  vida es la amante  del  sujeto,   y en ella  existen algunos  otros que  se han convertido en pedazos de vida,  que entrañan  identificaciones  de las que la pulsión  ha logrado  extraer  algo,  y que cuando  mueren, simplemente   no se van, y la  ausencia  es  ese  testimonio  de que a la pulsión no le gusta  perder,  por eso mismo intentar  borrar la ausencia, o  pasar  rápido  aquella  circunstancia, resulta  infructuoso, pues después de  todo,  contrario  a  la  rapidez de la época cada quien  necesita un momento para llorar, burlarse y hablar sobre sus  muertos,  pues  solo con esto  se  asegura de vivir.

Canticos a una sepultura (El entierro)

A  pesar  de  que un  entierro  puede   ser visto  como  algo  lamentable, no se  puede olvidar  que este también  es una fiesta, de esas que  otro nos  organiza  como el bautizo, los quince años, el matrimonio, etc., que  aunque paradójicamente es una fiesta  para el final  de nuestros  días como  habladores , insiste  en  fundar  sobre  nosotros, el nombre de una leyenda con la virtud suficiente para  ser  contada.

Después del  entierro, la leyenda del nombre del difunto en algunos casos deja de ser  una  fiesta,  para convertirse  en   un  bazar  donde  arden  disputas  familiares  sobre  cómo  hablar del  nombre del cadáver,  quien habla lícitamente de él y quien no,  y  quien  debe  llevar los objetos  del  difundo;  mencionar  a Diomedes Díaz,  al  esmeraldero  Carranza incluso  al Joe Arroyo  puede   dar  elementos  para  pensar en  los  significantes  que  los  vivos  le  achacamos  a los  muertos, como  excusa para hacernos causar por las que seguir deseando y con ello viviendo.. 

El  entierro   se presenta también como  la  oportunidad  para que  aquello reprimido en  las familias,  se  desate alrededor  del  féretro  que emerge  un  lugar  perfecto  para los murmullos y para  que se  desaten  los  secretos; me pregunto ¿por qué  en esa  circunstancia, el  silencio puede  tornarse  insoportable?  La  existencia   pareciera  hacerse  añicos y el cadáver no podrá  responder nada  sobre la  confusión que  deja  el sujeto tras su   fallecimiento; por eso quizás  encarnando al oráculo de Delfos algunos  hablan de la muerte  intentando buscar en  esto  una  sabiduría  esencial.

Ánimas benditas y espantos de la ciencia  

Freud en  lo Siniestro (1923)  señala  que  aquellos horrores  que se  creen  ajenos  y de una naturaleza desconocida para  nosotros,  resultan  ser viejos  compañeros de nuestro psiquismo, que han sido  fieles escribanos de experiencias  en  donde el sujeto ha  cortejado a la angustia,  y  los  nombres que le damos a  nuestros  miedos  sería una  manera  de  mitificar  lo real, pues  sería  aún peor no poder decir nada al respecto; los horrores nunca dejarán de esperar, y bien  se sabe que toda  cita con el  inconsciente es  algo  inevitable  pues al final es una cita  con  una  verdad.

Con  las  ánimas  benditas  se  pretende  hacer  un  trueque libidinal,  se  les  reza  para ayudarlas  a  encontrar  una  luz  que  de  final  a sus  padecimientos,  pero no tan desinteresadamente,  pues  se les pide  favores,  o  que  no  asusten  a los vivos;  esta ha  sido  una  práctica  interesante  en tanto  aquí  se  juega el  sujeto  los significantes  que se ubican en el lugar de aquel que está ausente;  presentando  con esto   una  pujante  pregunta  ¿hay vida  después de  la muerte? En el  psicoanálisis  se  sabe que  sí, mientras  haya  un  lenguaje  dispuesto  allí  para  vivificar  al cadáver y darle  espíritu, pues no hay nada que angustie más que el silencio de los muertos al ser  un atisbo de que la propia desaparición es un atentado al narcicismo.

La  búsqueda  de  películas,  programas de radio,  y documentales con contenido  paranormal,  no ha cambiado  mucho de los tiempos de Freud  hasta nuestros  días;  solo  en el  aspecto  tecnológico   y por  el  intento de  hacerlo  legítimo  dentro  del  discurso  científico;  por lo demás, aun se  le  teme a la muerte ajena, a la propia y a  los fantasmas  que con estas surgen como demanda  de que allí queda algo por decir;  dado que la ciencia sobre la  muerte  por  más  sofisticaciones que ofrezca no logra un explicación de esta.

La  ciencia   ficción,  ¿es  acaso  el  reverso  de le ciencia?  Es una  pregunta  que surge al ver su precisión,   y  las  espantosas  visiones que  llegan a dar  sobre el goce, estos  relatos,  los  androides,  la bomba,  los  virus,  entre  otras  cosas  que se presentan como   la manera en que el progreso o avance  científico  puede  terminar instalándose en la dimensión de lo siniestro, ¿a qué  temerá la ciencia de nuestros días?

Tratos entre la vida y la muerte

No  hemos   cesado en  nuestros   intentos por  poder decir  algo para respondernos por  la vida,  y  cuando las palabras no bastan es la vida quien  con sus  sorpresas  nos  responde, apabullando  al sujeto  con la  angustia  necesaria  para que pueda emprender el camino de  la  palabra,  y  con  esto  a  través de  actos  que  están  más  allá  del   bienestar,  poder   crear  algo  con lo que  astillarse el alma, y conseguir  darle  alguna  gracia a una vida en  donde   se  sufre  lo que se  goza. 

Si  se  accede  a  pensar  la   vida como una   cuestión  de oportunidades, comenzando  por la  oportunidad  de  decir  algo  significativo  y  luego  morir  memorablemente,  o  de  guardar   silencio  y   actuar  en  aquel  momento  que  para el  sujeto es preciso,  y otras  oportunidades en donde un significante  aparece y se hace existencia;  desde la  sabiduría  popular  se nos diría  “las  oportunidades las  pintan  calvas”, algo  que  deja claro que  el  significante  tiene  sus  tiempos   precisos  para  unirse con  los  acontecimientos de la  vida de  un sujeto.

Cuando las  oportunidades se  pintan  calvas y no  se agarran  de un pelo, al no hacer  lo que se desea frente a  determinadas  circunstancias,  queda un resto  que  podría  ser  llamado  el  insoportable destino de los arrepentidos, aquel en donde lo no realizado insiste afanosamente    sobre  el  sujeto,  con  la  pesada  carga de   lo que pudo haber sido,  ¿qué  hubiera pasado  si cuando  aquel otro  estaba  vivo  hubiera hecho  esto?  O una  pregunta  para el  final de los días   ¿qué hubiera  pasado  si  en mi propia  vida hubiera  hecho  otra cosa?,  esto es un duelo en donde la oportunidad no  atrapada  es eso que deviene  como síntoma.

La pulsión de muerte en el lugar de la invención

 Al  hablar  de  pulsión  de  muerte   no  se  puede   eludir  la pulsión  de  vida,  no  porque sean  algo  dividido,  sino  porque   es  una sola  que  actúa  dependiendo   de  lo que le sea útil  psíquicamente , con  su cara mortífera  o vital según sea  el  caso;  sobre  este  concepto  fundamental se ha podido saber que la pulsión  no  quiere   garantías, solo  quiere   obligar  al sujeto a  vivir, aun cuando  vivir  sea  consumirse;  la  naturaleza  de la  pulsiones   aspira a  mucho más de lo que en realidad  se puede abarcar, aun así  se pueden hacer  grandes proezas en una vida tan  corta.

Dentro de lo que  Lacan  habla sobre  la pulsión en  su cara mortífera  expresa,  “si  la  pulsión  de  muerte se  presenta en   efecto  en ese punto  del  pensamiento de  Freud  como  exigiendo  ser  articulada, es  a  saber,  como  pulsión  de  destrucción,  en  tanto  pone  en  cuestión lo que  existe  como  tal, que en  suma  es igualmente  voluntad  de creación”  (Seminario   7);  un cadáver  en  descomposición  da un  ejemplo  claro de cómo una  cosa que está  muriendo  al mismo  tiempo se puede  estar vivificando;  siendo  así, la pulsión  en su  cara mortífera, desanuda,  daña,   trae  lo que  llaman  crisis, cuestiona  ideales y  significantes   en  un  intento  por  crear,   y  a  veces camina hacia el  goce  que  repetirá y repetirá  hasta  que  se  tropiece  con algún  hallazgo  que le  permita  inventarse  históricamente; dejando en claro, que  todo acto creador lleva  a  cuestas  una   eliminación,  en  la que el  cadáver de lo real   ha de ser  eliminado  para  dar espacio  a lo que pueden  parir los significantes.  

Referencias.

Slavoj  Zizek. El  desierto de lo  Real. Madrid. Akal 
Sigmund Freud. Lo  siniestro  (1923). Buenos Aires. Amorrortu 
Jacques  Lacan. Seminario  7 La  Ética del  Psicoanálisis. Buenos Aires. Paidós 






viernes, 13 de abril de 2012

viernes, 18 de noviembre de 2011

DUEÑOS DE UNA PSICOSIS PARANOIDE


Dueños de una psicosis paranoide
 
Por: David Parada
 
Es difícil lograr ubicar a quién o a qué se le ocurrió construir la sociedad de la palabra, fundada en  una máquina que habla desde la angustia, el miedo,  el principio de placer y la falta. Un nuevo llanto se escucha en las salas de parto tras la palmada de la mano de aquel figurín a quien le encargaron recibir  las cuatro vidas que nacen, en el instante en que una persona muere, y así el enlatado humano se va ensanchando, día tras día, nuevas historias se tejen ¿y quién las escucha?, buena pregunta  en  la época del afán desmedido por ser el dueño del falo. 

Dueños, poseedores, amos, gerentes de ventas, gerentes de la escoba, ejecutivos del  formato, burócratas de la miseria. Un joven es sacado de la calle para insertarlo a un sistema social que no pregunta por el deseo, tiene la certeza del superhombre, artificio de la máquina  que como diría un coronel antes de ver ante él los sesos esparcidos de un suicida: “yo aquí no quiero vagabundos”,  no sirve… a la basura, y si sirve utilicémoslo hasta hacer de él la ruina en carne viva, anciano que estorba  y que cuesta, “ muérete, porque en tu paso por la vida no dejaste más que el plus de tu sufrimiento”  y de ello no vive la máquina, ella vive del sudor pélvico de las putas que se convierte en hambre y luego en dinero para comprar en un gran almacén de cadena una fruta que le sale más cara que una hamburguesa.

Los jóvenes son recluidos en instituciones escolares sí son neuróticos comprometidos con la máquina, sino, están las fundaciones que pululan con sus talleres de asertividad, en adaptabilidad a la máquina. Para los autistas está el banco donde reprimes tus movimientos estereotipados y logras hacer calmar la angustia de una madre que no comprende el mensaje de su hijo, con esto el camino se hace más fácil para las familias y les dan trabajo a psicólogos, educadores especiales y terapeutas ocupacionales que a  posteridad serán los enemigos del paciente, las terapias deben apuntar a una mejoría y ella debe quedar escrita en la historia clínica, pues la máquina reza “la historia clínica es un documento legal, y con ella te puedes defender”, por ende no tiene cabida aquí el malestar, el yin yang que se enfrenta para producir algo distinto, nuevo, abducido del real de la experiencia humana; se prefiere callarlo, no dejarlo escuchar, porque no se sabe qué hacer con él, nos perseguiría la angustia con la que llegamos a este mundo.

En el ambiente citadino se alza una niebla que nos hace ver como frailejones estáticos, difusos, esperando que el páramo se convierta en desierto. El papel de controlar nos paraliza. Profesores, psicólogos, sacerdotes, abogados, cuidando que su labor corresponda con la demanda de vigilar y castigar que imparte el  gran Otro.  La sinceridad y la honestidad es poco amiga de este ambiente, no hay una realidad, todo es ficción dijo Lacan,  pero entonces ¿cómo lograr entenderme con esta sarta de mentiras?, falos con erecciones lánguidas, máscaras que al levantarse ponen de manifiesto una hilera de rostros que no se corresponden a la primera impresión.

El  sujeto  sujetado ¿no tiene nada que decir?, ¿por el hecho de estar sujetado no puede lograr articular algo más allá de su yugo?, ¿qué es el sinthome entonces?,  ¿un invento lacaniano que justifica el síntoma?, preguntas que surgen de la sensación persecutoria  de no encajar en un sistema; cada acto es registrado, documentado, grabado porque creer en el otro más allá de su diferencia nos cuesta a tal punto que se escuchan  frases como “desconfía hasta de tu sombra”,  devenidas paradójicamente del normal, el que maneja dineros, selecciona personal, dicta cátedras y dirige un rebaño hacia el señor. Queda la duda entonces del porqué todo acto, palabra, sentimiento está mediado por un toque paranoico en la cotidianidad de la vida. La práctica freudiana lo revela con casos como la joven homosexual, la fobia de Hans o Juanito, el sueño del hombre de los lobos y la paranoia más explicita de todas,  la  del político Schreber. ¿Qué es lo que nos persigue?

Acudiendo a lo más próximo de la teoría psicoanalítica recuerdo tres conceptos, la pulsión de muerte,  lo real y el Otro. Cada uno con sus efectos tanto en la clínica, como en la experiencia analítica y la vida misma.

Pulsión de muerte que todo lo unifica, caos psíquico que nos pone a danzar sobre la partitura de una melodía que retorna al compás inicial. Niños que intentan anudar realidades construidas por la angustia de los adultos… ancianos que retornan a lo más propio y vivido del cuerpo: la orina, las heces, el cuidado de una madre.  Constancia de que el objeto es vuelto a encontrar por el resto de la vida, la primera muerte es la que llega con el símbolo, allí ya se entra en esa cadena que nos lleva al goce de los muchos que la cultura nos ofrece. Si gozar es sufrir con  placer, al sujeto no le queda más que vivir con ello ante la mirada de los otros, hacerse a este goce y protegerlo desde su particularidad, del uno que lo pone en el juego de la mirada del otro y el Otro.

Lo real, persigue la existencia megalómana del hombre del saber, se dice en ocasiones “todo está dicho o escrito”, sin embargo cuando todo está al hombre le queda la duda por la verdad. Intenta tomarla de un vasto océano para unificarla en una  partícula originaria, dadora, que ofrece el don. Pero lo real se extiende a lo efímero de la palabra, un  día se cree tener la felicidad, al otro día no. Lo real persigue la angustia de construir y destruir un mundo, son muchas las veces que uno se encuentra con páginas en blanco donde no hay nada para escribir.

Bien... el Otro con su inconsistencia deja inscritas en el sujeto marcas a manera de significantes, es decir deja una huella que se transforma en fantasma  desde el cual operamos y retroactivamente actualizamos nuestro discurso. Aquel Otro inventa nuevos semblantes a diario, la misión del sujeto será acomodarse a alguno, ¿y si no?, pues paga con la psicosis que te depara el infortunio de la virtud. De algunos analistas he escuchado decir que la paranoia es el punto más efervescente de la psicosis, a mi manera de escuchar, es quizás lo que tanto psicóticos, como  neuróticos y perversos tenemos, una paranoia particular con la que reaccionamos a la demanda del Otro.

Un poema a manera de conclusión:

La Rosa De Hiroshima 

De Vinícius de Moraes

Piensen en la criaturas
Mudas telepáticas
Piensen en las niñas
Ciegas inexactas
Piensen en las mujeres
Rotas alteradas
Piensen en las heridas
Como rosas cálidas
Pero oh no se olviden
De la rosa de la rosa
De la rosa de Hiroshima
La rosa hereditaria
La rosa radioactiva
Estúpida e inválida
La rosa con cirrosis
La antirosa atómica
Sin color sin perfume
Sin rosa sin nada.


jueves, 3 de marzo de 2011

MONOLOGO DE LA MUJER MODERNA

MONOLOGO DE LA MUJER MODERNA

Por: Anónimo

(Enviado por una lectora de la Revista Indexno)

Son las 6.00 a.m., el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared.  Estoy acabada. Quiero quedarme en casa,  cocinando, escuchando música, cantando, etc. si tuviera un perro, lo  pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de casa, meterme en el carro  y tener que poner el cerebro a funcionar. 

Me gustaría saber quién fue la bruja imbécil, la matriz de las feministas, que tuvo la grandiosa idea de reivindicar los derechos de la mujer, y por qué hizo eso con nosotras, que nacimos después de ella.

Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se  pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas,  decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo  legumbres de las huertas y educando a sus  hijos. la vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y  cocina, sus esposos las cuidaban, amaban, las comprendía y lo mejor las mantenía.

Y después se puso mejor, teníamos servidumbre, llego el teléfono, las telenovelas, la píldora, la tarjeta de crédito, ahora el internet!!! Cuántas horas de paz!!!!  Hasta que vino una solterona marimacho y fea, a la que por lo visto no le gustaba el corpiño, ni dedicarse al hogar, vino a contaminar a varias otras rebeldes inconsecuentes con ideas raras sobre 'vamos a conquistar nuestro espacio'. ¡Qué espacio ni qué diablos!!!

Si ya teníamos la casa entera!!! Todo el entorno era nuestro, el mundo  a nuestros pies!!! Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de  nosotras para comer, vestirse, manejar sus cuentas, y ahora... ¿donde carajos están? no lo sabemos... pues ni siquiera nos queda tiempo para ir al almorzar con ellos y nos la pasamos todo el día tan ocupadas que toca creerles y confiar en ellos.  

Después de un largo día acabamos agotadas, exhaustas, ni hacer el amor queremos, nos duele la cabeza, argumentamos mil tarugadas por cansancio... para que tanto poder??? Díganme!!! Si ya ni complacer a nuestro marido podemos!!!!!!

Ahora ellos están confundidos, no saben  qué papel desempeñan en la sociedad, huyen de nosotras, como el diablo de la cruz, les damos miedo, tanta pinche independencia acabo por hacerlos huir!!!

Tenemos que ser ejecutiva, esposa, madre, hija, amiga, dirigir la oficina, hacer las tareas de los hijos, velar para que nuestra casa siempre esté impecable y la empleada no haga estragos, cocinarle de vez en cuando al marido para que no se aburra ( porque una de dos: o come en la calle o donde la mamá), asistir a reuniones en el colegio de los niños, llevarlos al médico, a la natación, al karate, a la nivelación, etc. etc, etc.

De repeso tenemos que llegar a casa primero que nuestro esposo, para alcanzar a darnos un buen baño y nos encuentre fresca, divina, rosagante, echarnos toooodas las cremas (la humectante de la noche, la rejuvenecedora, la de las patas de gallina, la de los labios, la de las mejillas, la de las cejas, la del cuerpo, la de la celulitis, la antriestrías, la extrahumectante para codos y rodillas, etc, etc, etc. fuera de eso estar dispuestas a darle gusto en la cama porque si no sale a la calle a buscarse una vieja bien buena, bruta y mantenida.

Ese chistecito, acabó llenándonos de deberes. Y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería crónica aguda!!!  Antiguamente los matrimonios duraban para siempre. Y ahora si te divorcias hasta hay que mantenerlos o compartir con ellos la mitad de los que con tanto esfuerzo has conseguido!!!!!!!!

¿Por qué, díganme por qué, liberación femenina????...que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos... Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro. estaba muy claro, cada quien en su sitio desde Adán y Eva.... Liberación femenina... Esto no iba a terminar bien!!!

No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una  escoba, pero con tetas y culo duritos, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, hacerme mantenimiento en el quirófano, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, anti arrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la  lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, instalarme todo el día frente al pc trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo  problemas uno detrás de otro, que además ni son mis problemas!!!

Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo). Y mira que teníamos todo resuelto!!!

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, especializaciones y doctorados; para qué???? Para que mires alrededor y te ves vieja, fea, sola, acabada, tu marido te dejó, tus hijos crecieron, se casaron, y qué???????

Nos volvimos 'súper mujeres' . Pero en el fondo aún nos discriminan y tenemos más responsabilidades que antes y diganme aqui entre nos con el corazón en la mano... somos felices???? noooo que vá, puro cuento!!!
¡¡¡Basta!!!

Quiero que alguien me abra la puerta para subirme al auto, , que corra la silla cuando me voy a sentar, que me mande flores, que me dé serenatas en la ventana, que me haga masajes en la tina y me trate como su porcelana... si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar. ¿¿para quééééé había que demostrárselo a ellos??

Ay, dios mío, son las 6:30 am y tengo que levantarme... ¡qué fría está mi solitaria y grandísima cama!... Carajos!!!!... Quiero que mi maridito llegue del trabajo, que se siente en el sofá, que disfrutemos de una cena juntos, que me haga el amor, que me haga sentir mujer... porque descubrí que es mucho mejor servirle una cena casera que atragantarme con un sándwich y una coca-cola light mientras termino el trabajo que me traje a casa.

No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas...y abandonadas y lo peor aun pendejas!. Estoy hablando muy seriamente... renuncio a  mi puesto de mujer moderna.

Quiero que me consientan, me traigan el desayuno a la cama, quiero hacer el amor con ganas, no quiero más celular, estrés, trancones, regaños del jefe, reclamos de mis hijos porque no les presto la atención que necesitan (ya no doy más hago lo que puedo)... quiero una vida tranquila sin llevar a cuestas las consecuencias de la globalización y liberación femenina!!!!!!!!

Alguien más se suma...?

sábado, 8 de mayo de 2010

ENTREVISTA A AMELIA IMBRIANO

ENTREVISTA A AMELIA IMBRIANO

Entrevista realizada por Cristian Castillo Castro.

Bogotá. Colombia, 5 de Mayo 2010

Con motivo del lanzamiento del libro ¨Cuatro documentos desde el psicoanálisis para la investigación de la psicosis en Colombia¨ del grupo de investigación Psicosis y Psicoanálisis de la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Los Libertadores, Amelia Imbriano fue invitada a compartir su amplia y reconocida experiencia en el ámbito del psicoanálisis, el sujeto y la psicosis. Un estudiante de la facultad, interesado en profundizar más en lo dicho por ella, se atrevió a hacerle esta pequeña mini-entrevista, digna de divulgación por su valor ilustrativo. 

¿Hay formas en la que el goce pueda trasformar una pulsión de muerte en una de vida? mmm del consumo de un ser en otra cosa menos destructiva?

Respuesta: SI, todo lo que hace al estudio de la clínica de lo real y la cuestión del superyó, la técnicas de interpretación específicas a esos fines, hacen posible acotar la pulsión de muerte, y con ello el pasaje del sujeto de goce al sujeto deseante. Lo desarrolla Lacan en Radiofonía y Televisión y a partir del seminario 17 (vea allí lo que dice sobre dirección de la cura e interpretación). Ese es el lineamiento general de la dirección de la cura: el pasaje de los fondos de goce (del ello) a la significantización (trabajo del inconsciente). Se trata de la construcción del inconsciente y de un sujeto en su advenir (en tanto deseante).


Pregunta: La cultura es el eje de enfermedad humana, ¿hay alguna forma de reestructurarla para que el ser humano no sea totalmente patológico?

Respuesta: Si bien Freud y Lacan son pesimistas, por la tendencia en aumento del malestar en y de la cultura, el establecimiento de la diferenciación entre lo prohibido y lo permitido y la inscripción de su diferencia, sería una reorganización cultural que ayudaría muchísimo. Nuevamente hay que instaurar una posibilidad para la inscripción de la ley en el inconsciente. Yo no soy tan pesimista, pero se que es un trabajo de hormiga, uno por uno. No obstante, creo que es importante, que los psicoanalistas intervengamos sobre las políticas públicas.


Pregunta: ¿Todavía se cree que cada acción humana es para la destrucción?

Respuesta: No necesariamente, si bien el humano (humus=barro) convierte al mundo en in-mundo (“mundo” significa "sucio"), considero que no toda acción humana es para la destrucción.


Pregunta.: ¿Cómo se vincularía a esta propuesta los seres obsesivos y neuróticos, cómo los afecta esta re-estructuración de la globalización?

Respuesta.: la globalización afecta a todos los seres humanos des-subjetivándolos...volviéndolos objetos de consumo y también desechables, esclavos de la gestión comercialista. Ahí el psicoanálisis tiene la opción de trabajo en el sentido del despertar subjetivo.


Pregunta: ¿Los efectos en el discurso de amo que se lleva acabo por los medios virtuales es el mismo que en los medios de comunicación convencionales?

Respuesta: considero que los medios de comunicación actuales no responden al discurso del amo, sino a un sistema comunicacional que no se puede llamar "discurso" (pues no se cumplen las condiciones de discurso). En el seminario 17 Lacan formula muchas consecuencias de la transmutación del discurso del amo dada por una mutación discursiva de gestión comercial que es propia del poscapitalismo..


Pregunta: ¿Y por último a qué se refiere con "goce", lo he escuchado en diferentes conferencias y no lo he comprendido en totalidad, en los textos de Lacan me pierdo

Respuesta: En el seminario de El semblante, Lacan es muy preciso. Goce es la realización pulsional.


sábado, 20 de marzo de 2010

EL SUJETO POLITICO

El sujeto político
Jairo Báez

¿Qué podemos decir los psicólogos del fenómeno político que experimenta nuestro país? Bienvenidos sean sus aportes. Como promesa previa: no vamos a cambiar nada. Para empezar, o bien estamos ante el cínico o bien ante el fariseo o, por qué no, tal vez, estemos ante los dos que a la vez es uno.

¿Qué hace que un fenómeno sea un fenómeno?: La extrañeza. Ahora, ¿podríamos hablar de un fenómeno político en nuestro país? ¿Qué es lo raro en la política actual como para poder hablar de un fenómeno? Si lo vemos detenidamente, son los mismos gobernando a los mismos: desde Camilo Torres viene la Casta domeñando a los Patirrajados; hoy sucede lo mismo, por tanto esto no hace fenómeno a lo que acontece en mi país.

¿Es la violencia con la que se sostiene el poderoso en el poder? Tampoco. Los gobiernos anteriores, unos más que otros, han mostrado el plus violento que ocasiona la voracidad del poderoso. Los nombres que toma el significante donde se encarna el plus de la violencia han sido variados.

¿Es la usurpación del poder y la ley por parte de civiles rebeldes e inconformes? Menos. También la historia más ciega, tiene que ceder a que ésta ha sido una constante nacional. Esta sí que es una frecuencia de goce: los malos gobernantes han de ser sustituidos por buenos revoltosos y disconformes. (Repitamos este párrafo jijuemil veces y sabremos lo que es gozar).

¿Es la presencia de un Mesías? Nooooo. Mesianismo sí que ha sobrado en este territorio abandonado de la mano de Dios. Hasta sería válido preguntar qué líder, sea del bando que sea, y qué cohorte de feligreses montaraces no ha delirado con la Salvación Nacional. Aquí se puede llegar hasta la caricatura y bosquejar lo más llamativo de nuestro Mesías y de su Cohorte. Aquí sí que caben los versos de Santos Dicépolo: !Que siempre ha-bído chorros, maquiavelos y estafados, contentos y amargados, valores y dublés!

En resumen, sin agotar lo que hace identidad con otros momentos políticos, creería que lo que hace al momento actual llamativo, no es tanto el fenómeno, pues de ello no hay nada, es que la situación que estamos padeciendo es terrible e inmensamente igual a todos los momentos políticos de nuestro triste historia político social. Estamos ante una más de las paradojas que mostraría Zizek, lo que hace fenómeno al momento político es precisamente eso, que no es un fenómeno, porque a lo máximo lo que hace es encarnar y caricaturizar lo que siempre ha sucedido en la historia político social de este país. Siendo así, se le entiende a quien dice que todavía es mucha la miel que nos tocará lamer. El acontecimiento-verdad, a lo Badiuo, para mover al país de su forma de gozar no se ha dado. Ante un acontecimiento falso estamos. En síntesis más de lo mismo es-lo-que-te- ne-mos-en-el-show-de-U-ri-be.

Para finalizar. A la pregunta primera ¿Quién se es? la respuesta tajante es: nada; incluso, a lo que era, (que nunca se supo lo que era), se tuvo que renunciar en aras de ser nada, único fundamento para empezar a ser algo: real, simbólico e imaginario. La identidad tiene síntomas adicionales que ameritan respuestas que todavía no tengo. ¿Por qué la identidad que se funda en el Otro/otro pasa por un espacio y un tiempo? Ser colombiano y tener 48 años, es constante este tipo de presentación que hace un ser parlante tal. ¿Qué es ese lastre que refiere a un lugar y ese inseparable que pasa por el tiempo?. Abordar una identidad desde la imposibilidad que ocasiona la falta de tiempo y espacio, pudiera ser el reto. No obstante, amanecerá y veremos.

martes, 17 de noviembre de 2009

EL SEMBLANTE DEL LAZO SOCIAL EN EL PSICOTICO

EL SEMBLANTE DEL LAZO SOCIAL EN EL PSICOTICO

Jairo Báez

El lazo social que puede hacer el psicótico ha sido puesto en entredicho desde la institución hegemónica que asume como única salida, para el sujeto, la normalización por parte de la psicología y la neurotización desde la postura del psicoanálisis del yo. Esto conlleva una práctica centrada en su reconstrucción evolutiva en procura de restablecer un Edipo al cual se le aducen infinidad de anomalías en su origen, cuando no hacer del psicótico un ser funcional que responda a las expectativas de un modelo de producción neoliberal. No obstante, Lacan (2009), propone una alternativa a la condena del psicótico en lo social: el sinthome y la posición activa del analista, con respecto a la psicosis, tendrían aquí un asidero mucho más consecuente con una clínica de lo real y menos trágica para cuando se propone una intervención en la psicosis desde un ideal institucional.

Premisa básica para comenzar a ubicar el semblante del lazo social en el psicótico: el significante representa al sujeto ante otro significante (Lacan, 2000). ¿Qué se puede extractar de esta sentencia lacaniana en tanto nos interesa saber cuál es la posibilidad de nexo qué pueda instaurar un psicótico con el Otro? Un significante no muestra una potencialidad en su capacidad significativa unívoca y en cambio sí en su capacidad vinculante con el Otro. Un significante no tendrá sentido más que en una cadena significante y, en tanto el otro es, por antonomasia, un significante, el lazo social solamente puede ser concebido como el síntoma que detiene, contiene, sostiene y retiene el goce idiota (Lacan, 1981).

Otro objeto, que funge como significante, no tendrá más opción que no significar nada, no esperar nada, que no venga de la cadena significante del psicótico, quien le irá a dar un sentido, a pesar de su precisar delirante. No es el otro quien le da el significado al sujeto; es justo refrendar de nuevo la idea lacaniana: es el sujeto quien le da el sentido al otro, en cuanto lo ubica como un significante más que queda incrustado en la cadena significante. Esto alecciona al otro acerca de su lugar, donde la omnipotencia de la comunicación queda reducida al máximo evento de dar por bien servido el parte de recibido del mensaje; no obstante, ignorar la forma como el mensaje se acomoda en la cadena significante, iniciada mucho antes de este nuevo acontecer.

En la medida que el mensaje se recibe invertido, y solamente el punto de capitón, esto es, el significante último, da el sentido a la cadena significante (Lacan, 2007), el lugar del otro no permite más que el corte que aferrará el goce y ya nunca la pretendida acción instructiva de la acción comunicativa. Si un significante puede ser cualquier algo, ubicable por el sujeto, en la troika que conforma el real, el simbólico y el imaginario del anillo de la realidad psíquica, ya es suficiente con la presencia del otro objeto, en el campo pulsional del psicótico, para que empiece a funcionar como significante que encadena y vira el sentido, en cualquiera de los términos reales, simbólicos o imaginarios en la realidad del psicótico.

Así, no es posible plantear una clínica de la enseñanza con el psicótico; la pretendida clínica del enseñar a vivir bien y actuar bien no va con el psicótico en tanto, siempre, se va a tener incompatibilidades de código y de mensaje. Con el psicótico, el aprender la experiencia cede su lugar al aprehender un significante a una cadena significante de por sí precaria, cuando no totalmente paranoica, y no obstante, posible de sostener un lazo social. Como tal, el lazo social se torna primero, una relación con el cuerpo del ser mismo del sujeto psicótico, luego con los espacios y los tiempos, para finalmente emprender el enganche con los otros objetos inanimados y aquellos, animales y humanamente vivientes.

El cuerpo del psicótico, concebido, algunas veces, como enjambre de significantes sueltos o como cadena significante, más o menos fragmentada, es el lugar de inicio del lazo social; cuestión que es, fuera de la teoría analítica lacaniana, con frecuencia ignorada. La mutación, mayor o menor en la obstinación con una parte del cuerpo, es ora prueba de la modulación del lazo social; igual, la certificación del abandono de un espacio físico o imaginado de permanencia habitual, hacia otro u otros espacios, medidos en pequeños o grandes intervalos de tiempo, es garantía de que el lazo social toma otro semblante; con la misma convicción, el tiempo que pase el psicótico enunciando ante otro y aceptando el en enunciado del otro es, también, lazo social. El nombrarse en un deseo aunque pobre, el hacerse a un cuerpo, el catectizar significantes objetos nuevos, hasta crear una nueva o implementar una cadena significante ya alienante de por sí, es la apuesta cuando se enuncia la posibilidad de que el psicótico haga lazo social.

No obstante, lo anterior no es sinónimo de haber logrado plena comunicación con el psicótico y, a partir de allí, asumir que el acto alienante lo llevará a responder al deseo del Otro. Si no es posible que el otro de la actualidad logré romper la tiranía del significante amo en el neurótico, mucho menos se podrá pensar tal proeza con el psicótico que ha quedado preso de la forclusión de un significante esencial. Los recortes y anudamientos en la cadena significante vienen a ser la salida del terapeuta que decide tomar un lugar en el mundo del psicótico.


Lacan, J. (1981). Seminario 3. Las psicosis. Paidos. Buenos Aires

Lacan, J. (2007). Seminario 5. Las formaciones del inconsciente. Paidos. Buenos Aires

Lacan, J. (2009). Seminario 23. El Sinthome. Paidos. Buenos Aires

Lacan, J. (2000). Seminario 12. Los problemas cruciales para el psicoanálisis. Escuela Freudiana de Buenos Aires. Buenos Aires