viernes, 22 de noviembre de 2013
miércoles, 20 de noviembre de 2013
EL PRINCIPIO DE REALIDAD EN NUESTRA SOCIEDAD ES DETERMINADO POR UN GRUPO ECONÓMICO
Por: Rubén Andrés Rios Osorio
Principio de placer
Como
nos esboza Freud (1930) “el programa del principio de placer es el que fija su fin a
la vida”, (p.76) el principio de placer
gobierna el aparato anímico en dos sentidos uno positivo y otro negativo, en el
negativo ordena evitar o cancelar las sensaciones de dolor y displacer, y en el
positivo poder vivenciar intensas sensaciones placenteras lo que se califica
como dicha.
Este
principio de placer se fundamenta desde muy temprano en la vida anímica, desde
la lactancia, cuando el lactante al estar alejado del objeto seno materno, tiene
una sensación displancentera para este, llorando como reclamo de asistencia; en
el momento de pérdida del objeto para su yo.
Así
se permite dilucidar el principio de placer como un programa que ordena las
sensaciones que son evitadas o intensificadas, con un objetivo de dicha o
felicidad en el individuo.
Principio
de realidad
El
principio de realidad se establece en el momento que el lactante empieza a
distinguir lo interno perteneciente al yo y lo externo proveniente del mundo
exterior (Freud, 1930); de esta manera el individuo se
relaciona con el exterior, diferenciando su yo del exterior y buscando menguar
las sensaciones displacenteras que pudiera percibir, así la censura reprime las
representaciones que no se ajustan a ese exterior, conciliando el principio de
realidad con el principio de placer.
Este
principio dirigirá al individuo y cómo este se debe desenvolver en la cultura,
de manera que siga las normas establecidas, las cuales son significativas para
el individuo y su relación con el entorno.
Economía libidinal
La
economía libidinal es entendida como una reducción de energía o un
acomodamiento pulsional, de forma que el individuo pueda tener una sensación
placentera y un alejamiento de las sensaciones que no lo son, de manera fácil y
rápida, por ejemplo con el alcohol se busca sensación placer y/o un alejamiento
de la miseria, lo cual se logra con unas cuantas botellas.
Principio de placer vs Principio de realidad
El
principio de placer es el programa que busca
la dicha, esa felicidad de cada individuo, pero cuando esta es enfrentada a lo
externo, es evidente que es irrealizable, ya que no es posible cumplir con todo
el placer que el individuo desea, ya que este es incongruente con el exterior, y el exterior es el que establece las reglas,
de esa forma impide la manifestación consiente del placer. Adicionalmente el sufrimiento se presenta así trate de
evitarse y estas sensaciones pueden ser provenientes del propio cuerpo, del
exterior o de las vinculaciones con otros seres, haciendo que el individuo padezca
por sus representaciones placenteras, de tal manera este reduce sus exigencias
de dicha y las moldea de acuerdo a lo permitido por su cultura (Freud, 1930). “Bajo la presión de estas posibilidades
de sufrimiento los seres humanos suelen atemperar sus exigencias de dicha, tal
como el propio principio de placer se trasformó, bajo el influjo del mundo
exterior, en el principio de realidad, más modesto” (p.37), de esta forma el
exterior influye en nuestro placer, haciendo que se establezcan censuras para
aquellas representaciones que trasgreden lo permitido, y en busca de una
economía libidinal las expectativas de placer bajan, de forma que el individuo
tenga varias expectativas y con intensidad mesurada en caso de fallo, por tal
motivo el individuo toma de la cultura las probabilidades y las formas
correctas de placer, así la censura en
el individuo genera la represión del
placer por la exigencia de la cultura.
Es
posible dilucidar que la cultura con su neurotisismo, establece lo correcto y
lo incorrecto, lo que se debe hacer o no se debe hacer, lo que es placentero y
lo que no lo es, y es así como el individuo establece su censura de manera que
sus representaciones conscientes son acordes a lo culturalmente aprobado.
La economía como padre de la cultura
Para
el contexto freudiano, la cultura tenía grandes connotaciones religiosas, ya
que desde el siglo XVIII podemos evidenciar el deslinde de la ciencia de la
religión, pero cuando comparamos eso factores a los de los principios del siglo
XXI es imperativo que esta asociación sea realizada desde la economía que por así
decirlo es el nuevo Dios.
La
economía Neoliberal, nos arroja hacia una cultura consumista, donde el poseer
es sinónimo de abundancia, de felicidad, donde el dinero es imperativo, y la
acumulación de este describe a una persona, competente, inteligente e interesante,
con múltiples oportunidades y placeres, un modelo a seguir.
La
economía global es movilizada por un puñado de compañías, que llevan sus
productos y servicios a cada rincón del planeta, parte de su mecanismo para
influenciar los mercados, es que sus productos son parte de modelos de vida, y
se convierten en estados aspiracionales de las sociedades, donde es necesario
la identificación del producto o servicio en la vida de millones de personas,
que consumen lo que estas compañías ofrecen.
El
modelo aspiracional, donde la venta de promesas de placer indescriptible (Como
Coca Cola y su chispa de la vida) o de
la prevención o evitación de sensaciones
displacenteras (Como los seguros, o un buen trabajo) permitirá que los
individuos sean parte de ese mundo feliz que es mostrado a través de la
publicidad, como si fuese una ventana hacia al paraíso.
El
placer se compra, la posibilidad de acceder a la felicidad está en la compra,
en la adquisición, en el tener, y estas compañías cavilan estos paraísos, donde
el sufrimiento se esboza como la falta y la ausencia de estos productos y
servicios en su modelo de vida.
Si
estas compañías son las normalizadoras de la sociedad, de lo aprobado
culturalmente, de lo bueno, lo malo, lo feo, lo placentero, se dilucida que
allí encontramos la norma, encontramos al padre, a la fuente normativa, la cual
brinda la solución de la necesidad, la ubicación del objeto perdido, de aquel
objeto que no se tiene, pero que con unas cuantas monedas se puede acceder al
vida que estos proporcionan.
Bajo
esta panorámica podemos empezar a dilucidar el cuestionamiento tratado en este escrito
¿El principio de realidad en nuestra sociedad es determinado por un grupo
económico?
¿El principio de realidad en nuestra sociedad
es determinado por un grupo económico?
El
principio de placer se trasforma en principio de realidad, cuando el placer es
ajustado a las expectativas del exterior, a las expectativas de un entorno que
enmarca la cultura, el individuo se enfrenta al sufrimiento de la vida y este ajusta su placer a estos, encontramos que ese
exterior hoy en día está regido por la economía, por el mercado, por la
constante ausencia y así como establece Freud (1930) hay tres fuentes de ese
sufrimiento:
1. Con
uno mismo, cuando el ser se siente insatisfecho con sí mismo, cuando sus
pulsiones parten de sí exigiendo ser satisfechas.
2. Con
el entorno, cuando la ausencia del objeto, genera padecimiento, sufrimiento y
deseo.
3. En las
relaciones con los demás, cuando esas interacciones con los otros no fluctúan
con la expectativa propia de la representación.
El
comercio, brinda soluciones a la vista de cada uno de estos sufrimientos, el
exterior brinda sus reglas con las cuales el individuo moldea sus
representaciones conscientes a su modelo de vida, familia, intereses,
conocimientos, acciones, gustos, comidas, relaciones sexuales, etc., estas son
promovidas por los intereses económicos de productos y servicios, que muestran
cómo cada sufrimiento se desvanece con la obtención, y el individuo se
establece como parte del sistema consumista, ya que su realidad (el externo)
influye en el yo, esta mediatizado por las necesidades económicas de las marcas
que mundialmente venden el modelo del hombre feliz, de la dicha para el
individuo.
Estas
normas establecidas por un modelo económico neoliberal, instaura en el
individuo censuras que son dirigidas por un modelo de vida externa, así el
principio realidad es cavilado por unas pocas empresas, que principalmente buscan
poder y montones de dinero, imponiendo las expectativas de millones de personas
que adquieren sus productos y servicios,
al moldear un estilo de vida basado en la posesión de objetos como obtención de
placer.
Este
ciclo de la obtención consumista de productos y servicios, es interminable,
nunca habrá una satisfacción total del placer, ya que la censura es trasformada
en el principio de realidad que está sujeta al sufrimiento, como el exterior es
influenciado por la economía empresarial, y estos imponen objetos que
sustituyen el sufrimiento por la pérdida del objeto primario y que a pesar de
ser obtenidos no son satisfechos, el individuo estará siempre consumiendo en
búsqueda inalcanzable de la mengua de su miseria, pero esta nunca se satisface,
sin embargo este puñado de empresas llenan sus arcas con las expectativas
hechas por el mismo individuo que acomoda sus censuras y representaciones
conscientes, a la manipulación comercial, en un ciclo infinito de comprar
placer y no alcanzarlo.
Referencias.
Freud, S. (1930) El malestar en la cultura. Buenos Aires,
Argentina: Amorrortu editores
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miércoles, 9 de octubre de 2013
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sábado, 14 de septiembre de 2013
EL PROTAGONISMO DEL CUERPO EN UN DÍA DE LGBTI
Por: David Parada
A lo lejos se venía escuchando un
retumbar que antes de ser melodía mi cuerpo lo percibía como una ola del mar a
contracorriente, entre más me acercaba a aquella muchedumbre, más clara se
hacía.
Gloria Trevi. Una voz que
identifica una actitud LGBTI, mientras la canción decía: “Y yo la paso bailando, cantando amando mi libertad ya sin ti”, varios
eran los que se aglomeraban alrededor de la canción para ofrecer su tributo al
conmemorativo día. Cada uno con su particular forma de vestir, siempre creyendo
en todos los casos ser quien tiene el mejor traje o pavoneo. Miradas se cruzan,
cuando el pavoneo tiene éxito dos de
estos personajes LGBTI se acercan y deciden compartir el festejo. Entre gritos,
cantos y voces susurradas de matices LGBTI todos se van expresando y va
emergiendo el alma de la masa.
Mientras se va caminando en un atardecer
acompañado por nubes y el intermitente sol, aparecen en escena lenguajes
corporales que fragmentan los espacios cargados de monotonía y cotidianidad. El
constante participante de esa masa de carne llamada cuerpo es la voz, con ella
jocosamente se reclaman derechos, deberes no, pues el cuerpo reclama placer,
goce, exceso, ya aquello normativo y de mantener cabales sociales está agotado.
Siempre hay un dejo de queja en toda consigna.
Mientras la voz cumple su función
de reclamo, algunos brazos alzan extensiones ornamentales del cuerpo a manera
de falos que auxilian la voz, y aquí la letra hace su presencia, intentando dar
un orden con frases, paradojas y material escrito en pancartas. Otros usan sus brazos para abrazar, consentir,
golpear, manosear, saludar, ocupándolos en una acción con la cual sentirse
parte del acogimiento de este espíritu LGBTI.
Las piernas y los pies, siguen su
ruta ya escrita en redes sociales, en el voz a voz y en el ritual anual ya
inscrito en el entusiasmo de sus participantes,
van caminando hacia el altar sacrificial, donde la discriminación será
sacrificada al Tótem diversidad. Quizás sea ese el motivo de caminar, consumar
el ritual.
¡Que no se crea que fue lo externo
lo único que trabajó en este festejo, no!
Hígado, tripas y corazón también hicieron su presencia allí. Cómo se dice
que el único lazo social posible en la
actualidad es el capitalista, el estómago lo recordó al pedirle al homúnculo
una mazorca o un chorizo, o una arepa, o un chorizo con arepa por esto de lo diverso en las metonimias de
la genitalidad. Así se sacio el hambre de muchos estómagos, y se permitió al
corazón palpitar en las fluctuaciones del barullo de las masas.
Finalmente, como único producto
de este cuerpo que se enfrentó en esta marcha a su alegría, tristeza, odio y a
su deseo, quedaron la orina y las heces, elementos que al igual que los genitales,
tuvieron un valor metonímico; entre
el jolgorio, las risas y el maniculichupeteo se botaron objetos, papeles
publicitarios, comida, se derramaron bebidas alcohólicas, gaseosas, y bueno, un
sinfín de materiales parecidos a nuestra caca y orina. Finalmente la basura
quedó como testigo de que las pulsiones de vida expresadas a través del cuerpo
se unifican con la pulsión de muerte.
Alguien equiparaba la exhibición de un par de
tetas en un trans a un acto político, ¿cómo saberlo?, ¿todos los trans quieren
actos políticos, poéticos, de que tipo es el acto de cada uno?, pues no se
olvidan algunas frases de ellos mismos luego de una apasionada pelea cuerpo a
cuerpo: “-¿Por qué te pegó?- - por ser linda-“, ¿es posible pensar la política
únicamente en función de una polis? ¿O en función de pelear un derecho?, ¿acaso
no es importante escuchar?, ubicar lo LGBTI y sus demás derivaciones en lo
particular, hoy esta marcha demostró cuan implicado está el cuerpo como medio
de desplazamiento político, ¿pero valdrá la pena preguntarse hacia dónde va mi cuerpo?
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viernes, 2 de agosto de 2013
sábado, 13 de julio de 2013
INSCRIPCIÓN PONENTES VI ENCUENTRO DE SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN DESDE EL PSICOANÁLISIS
Un saludo.
Este es el formulario a llenar para su participación en el VI Encuentro de Semilleros de Investigación desde el Psicoanálisis. Recordamos que el encuentro se realizará en Ibagué, los días 25 y 26 de Octubre del 2013. La organización en esta oportunidad la coordina la Facultad de Psicología de la Universidad Antonio Nariño y el Semillero de Psicoanálisis y Sociedad de la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Los Libertadores.
Las propuestas se reciben hasta el 21 de Septiembre del 2013. La participación como ponente o asistente no tiene costo monetario alguno.
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viernes, 12 de julio de 2013
DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO O DE LA CÁTEDRA DEL DR. EDUARDO UMAÑA LUNA
Jairo Báez
Especialización en Instituciones Jurídico Familiares
Universidad Nacional
1999
Entender la importancia de la génesis y construcción del conocimiento,
es algo que no está muy “de moda” en la universidad colombiana. Envolviendo
como tal, las diferentes instituciones de carácter público y privado que
imparten saber a nivel superior. Al seno de la población colombiana se ha
introyectado el viejo axioma que en país de ciegos el tuerto es rey. En esta
medida lo importante no es llegar al fondo del asunto, sino apropiarse de lo
indispensable para “descrestar” incautos y lograr la fuente de recursos
económicos que permitan vivir “dignamente”. Hoy difícilmente se encuentra en el
profesional esa angustia por entender de donde surge la ciencia, el saber; el
para qué, el porqué y el cómo se llega a desentrañar los secretos; estos son
oficios para otros, para los intelectuales alejados de la realidad y ajenos a
nuestro tercermundista país. Los profesionales colombianos sólo queremos un
título más, para ascender en la escala salarial de cualquier entidad, evitando
las preocupaciones que podrían acarrearnos, en cualquier momento, la
profundización en la epistemología.
En este ambiente me encuentro con un hombre, de pelo cano y andar
pausado, profesor por más de cincuenta años, empecinado en mostrar, a sus
estudiantes, que existe un mundo más allá de sus propias narices. Ese mundo que
él quiere legarnos, cuando sus fuerzas lo obliguen a entrar en la cordura, como
buen quijote, para morir en paz. Y es que para ser sabio, honesto y
comprometido con una causa llamada Colombia, necesariamente debe uno estar
loco.
Ese mundo que quiere dejar a sus estudiantes se llama Colombia, país
incrustado entre dos mares, allí donde se quiere desgarrar el continente en dos
polos “malditos”: el norte y el sur. Ese mundo codiciado por muchas potencias
primermundistas, que se han dado cuenta que el paraíso bíblico verdaderamente
existe; que tiene todo lo que podría hacer feliz a un hombre, a una sociedad,
ese paraíso se llama Colombia.
Pero ese mundo adolece de muchos males, cuyos síntomas se evidencian en
la sociedad que la habita. Esa sociedad acéfala, esa sociedad psicótica, esa
sociedad sangrante y explosiva, es la que ha mantenido con vida a un roble,
profesor de mil batallas, que se niega a morir mientras no vea que va por los
caminos de encontrar su norte. Curiosamente, antes lo que se perdía era el
oriente; pero, debe ser por la correlación con la prosperidad económica, que
ahora lo que se pierde es el norte.
En esa empresa titánica, me siento ante un hombre para que me mueva en
los cimientos y me muestre que la familia no es un puñado de leyes, emanadas de
un rey, a lo Saint-Exupéry, para que se cumplan. Si no entendemos la
importancia de la epistemología en torno a la familia, difícilmente podremos
ser facilitadores profesionales del cambio que se debe operar a su interior.
Tal como lo planteó, en muchas ocasiones, la familia es una multitud de
variables que deben ser analizadas, con mano de buen cirujano, sin perder nunca
la objetividad y la eticidad.
Nadie más que nosotros mismos, colombianos, seremos culpables de
nuestras dichas o desdichas. Nadie va a preocuparse por la suerte de la familia
colombiana lejos de nuestros linderos; y cuidado, cuando alguien, extraño a
nosotros, se preocupe, no perdamos de vista sus intereses pues muchas
veces pueda que no sean los favorables para el Estado y la sociedad
nacional.
La simplicidad tal vez sea lo más complejo que existe, de otra manera
no se podría entender la amplitud mental necesaria para poder estudiar el
fenómeno de la familia. Con la gravedad del ilustrado, este hombre cita a un
godo recalcitrante, un cachiporro a ultranza, un marxista consumado, un maoísta
empedernido, para señalar que la política es un factor determinante de la
ciencia. La ciencia no es un dogma, se le escuchó varias veces decir. Las cosas
son y como tal debemos buscar la forma de aliarnos a ellas, y qué mejor forma
que conociéndolas; y conocer implica dejar la creencia de la estabilidad, el
anquilosamiento y lo finito; mientras se le da cabida al cambio, el dinamismo,
lo infinito. La familia no se aprehende, la familia se sigue en su proceso
histórico. Proceso que va unido a otros cambios que la fundamentan, como la
economía, la política, la religión y la misma ciencia, la tecnología.
Cómo no voy a estar orgulloso de haber sido alumno de Eduardo Umaña
Luna, cuando se ha preocupado de bajar un discurso universal (Epistemología) a
un Estado y fenómeno particular (Colombia y Familia); y no contento con esto le
da un papel protagónico a cada uno de quien lo escucha en el devenir de la historia.
Sea tan grande como la universal o tan chica como la de su propia familia.
!!Gracias Maestro!!
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