Head

sábado, 14 de septiembre de 2013

EL PROTAGONISMO DEL CUERPO EN UN DÍA DE LGBTI

Por: David Parada

A lo lejos se venía escuchando un retumbar que antes de ser melodía mi cuerpo lo percibía como una ola del mar a contracorriente, entre más me acercaba a aquella muchedumbre, más clara se hacía. 

Gloria Trevi. Una voz que identifica una actitud LGBTI, mientras la canción decía: “Y yo la paso bailando, cantando amando mi libertad ya sin ti”, varios eran los que se aglomeraban alrededor de la canción para ofrecer su tributo al conmemorativo día. Cada uno con su particular forma de vestir, siempre creyendo en todos los casos ser quien tiene el mejor traje o pavoneo. Miradas se cruzan, cuando el pavoneo tiene éxito  dos de estos personajes LGBTI se acercan y deciden compartir el festejo. Entre gritos, cantos y voces susurradas de matices LGBTI todos se van expresando y va emergiendo el alma de la masa.

Mientras se va caminando en un atardecer acompañado por nubes y el intermitente sol, aparecen en escena lenguajes corporales que fragmentan los espacios cargados de monotonía y cotidianidad. El constante participante de esa masa de carne llamada cuerpo es la voz, con ella jocosamente se reclaman derechos, deberes no, pues el cuerpo reclama placer, goce, exceso, ya aquello normativo y de mantener cabales sociales está agotado. Siempre hay un dejo de queja en toda consigna.

Mientras la voz cumple su función de reclamo, algunos brazos alzan extensiones ornamentales del cuerpo a manera de falos que auxilian la voz, y aquí la letra hace su presencia, intentando dar un orden con frases, paradojas y material escrito en pancartas.  Otros usan sus brazos para abrazar, consentir, golpear, manosear, saludar, ocupándolos en una acción con la cual sentirse parte del acogimiento de este espíritu LGBTI.

Las piernas y los pies, siguen su ruta ya escrita en redes sociales, en el voz a voz y en el ritual anual ya inscrito en el entusiasmo de sus participantes,  van caminando hacia el altar sacrificial, donde la discriminación será sacrificada al Tótem diversidad. Quizás sea ese el motivo de caminar, consumar el ritual.

¡Que no se crea que fue lo externo lo único que  trabajó en este festejo, no! Hígado, tripas y corazón también hicieron su presencia allí. Cómo se dice que  el único lazo social posible en la actualidad es el capitalista, el estómago lo recordó al pedirle al homúnculo una mazorca o un chorizo, o una arepa, o un chorizo con arepa  por esto de lo diverso en las metonimias de la genitalidad. Así se sacio el hambre de muchos estómagos, y se permitió al corazón palpitar en las fluctuaciones del barullo de las masas.

Finalmente, como único producto de este cuerpo que se enfrentó en esta marcha a su alegría, tristeza, odio y a su deseo, quedaron la orina y las heces, elementos que al igual que los genitales,  tuvieron un valor metonímico; entre el  jolgorio,  las risas y el  maniculichupeteo se botaron objetos, papeles publicitarios, comida, se derramaron bebidas alcohólicas, gaseosas, y bueno, un sinfín de materiales parecidos a nuestra caca y orina. Finalmente la basura quedó como testigo de que las pulsiones de vida expresadas a través del cuerpo se unifican con la pulsión de muerte.


 Alguien equiparaba la exhibición de un par de tetas en un trans a un acto político, ¿cómo saberlo?, ¿todos los trans quieren actos políticos, poéticos, de que tipo es el acto de cada uno?, pues no se olvidan algunas frases de ellos mismos luego de una apasionada pelea cuerpo a cuerpo: “-¿Por qué te pegó?- - por ser linda-“, ¿es posible pensar la política únicamente en función de una polis? ¿O en función de pelear un derecho?, ¿acaso no es importante escuchar?, ubicar lo LGBTI y sus demás derivaciones en lo particular, hoy esta marcha demostró cuan implicado está el cuerpo como medio de desplazamiento político, ¿pero valdrá la pena  preguntarse hacia dónde va mi cuerpo?

sábado, 13 de julio de 2013

INSCRIPCIÓN PONENTES VI ENCUENTRO DE SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN DESDE EL PSICOANÁLISIS

Un saludo. 

Este es el formulario a llenar para su participación en el VI Encuentro de Semilleros de Investigación desde el Psicoanálisis. Recordamos que el encuentro se realizará en Ibagué, los días 25 y 26 de Octubre del 2013. La organización en esta oportunidad la coordina la  Facultad de Psicología de la Universidad Antonio Nariño y el Semillero de Psicoanálisis y Sociedad de la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Los Libertadores. 

Las propuestas se reciben hasta el 21 de Septiembre del 2013.  La participación como ponente o asistente no tiene costo monetario alguno.  

viernes, 12 de julio de 2013

DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO O DE LA CÁTEDRA DEL DR. EDUARDO UMAÑA LUNA

Jairo Báez
Especialización en Instituciones Jurídico Familiares
Universidad Nacional
1999



Entender la importancia de la génesis y construcción del conocimiento, es algo que no está muy “de moda” en la universidad colombiana. Envolviendo como tal, las diferentes instituciones de carácter público y privado que imparten saber a nivel superior. Al seno de la población colombiana se ha introyectado el viejo axioma que en país de ciegos el tuerto es rey. En esta medida lo importante no es llegar al fondo del asunto, sino apropiarse de lo indispensable para “descrestar” incautos y lograr la fuente de recursos económicos que permitan vivir “dignamente”. Hoy difícilmente se encuentra en el profesional esa angustia por entender de donde surge la ciencia, el saber; el para qué, el porqué y el cómo se llega a desentrañar los secretos; estos son oficios para otros, para los intelectuales alejados de la realidad y ajenos a nuestro tercermundista país. Los profesionales colombianos sólo queremos un título más, para ascender en la escala salarial de cualquier entidad, evitando las preocupaciones que podrían acarrearnos, en cualquier momento, la profundización en la epistemología.

En este ambiente me encuentro con un hombre, de pelo cano y andar pausado, profesor por más de cincuenta años, empecinado en mostrar, a sus estudiantes, que existe un mundo más allá de sus propias narices. Ese mundo que él quiere legarnos, cuando sus fuerzas lo obliguen a entrar en la cordura, como buen quijote, para morir en paz. Y es que para ser sabio, honesto y comprometido con una causa llamada Colombia, necesariamente debe uno estar loco.

Ese mundo que quiere dejar a sus estudiantes se llama Colombia, país incrustado entre dos mares, allí donde se quiere desgarrar el continente en dos polos “malditos”: el norte y el sur. Ese mundo codiciado por muchas potencias primermundistas, que se han dado cuenta que el paraíso bíblico verdaderamente existe; que tiene todo lo que podría hacer feliz a un hombre, a una sociedad, ese paraíso se llama Colombia.  

Pero ese mundo adolece de muchos males, cuyos síntomas se evidencian en la sociedad que la habita. Esa sociedad acéfala, esa sociedad psicótica, esa sociedad sangrante y explosiva, es la que ha mantenido con vida a un roble, profesor de mil batallas, que se niega a morir mientras no vea que va por los caminos de encontrar su norte. Curiosamente, antes lo que se perdía era el oriente; pero, debe ser por la correlación con la prosperidad económica, que ahora lo que se pierde es el norte.

En esa empresa titánica, me siento ante un hombre para que me mueva en los cimientos y me muestre que la familia no es un puñado de leyes, emanadas de un rey, a lo  Saint-Exupéry, para que se cumplan. Si no entendemos la importancia de la epistemología en torno a la familia, difícilmente podremos ser facilitadores profesionales del cambio que se debe operar a su interior. Tal como lo planteó, en muchas ocasiones, la familia es una multitud de variables que deben ser analizadas, con mano de buen cirujano, sin perder nunca la objetividad y la eticidad. 

Nadie más que nosotros mismos, colombianos, seremos culpables de nuestras dichas o desdichas. Nadie va a preocuparse por la suerte de la familia colombiana lejos de nuestros linderos; y cuidado, cuando alguien, extraño a nosotros, se preocupe, no perdamos de vista sus intereses pues muchas veces  pueda que no sean los favorables para el Estado y la sociedad nacional.

La simplicidad tal vez sea lo más complejo que existe, de otra manera no se podría entender la amplitud mental necesaria para poder estudiar el fenómeno de la familia. Con la gravedad del ilustrado, este hombre cita a un godo recalcitrante, un cachiporro a ultranza, un marxista consumado, un maoísta empedernido, para señalar que la política es un factor determinante de la ciencia. La ciencia no es un dogma, se le escuchó varias veces decir. Las cosas son y como tal debemos buscar la forma de aliarnos a ellas, y qué mejor forma que conociéndolas; y conocer implica dejar la creencia de la estabilidad, el anquilosamiento y lo finito; mientras se le da cabida al cambio, el dinamismo, lo infinito. La familia no se aprehende, la familia se sigue en su proceso histórico. Proceso que va unido a otros cambios que la fundamentan, como la economía, la política, la religión y la misma ciencia, la tecnología.

Cómo no voy a estar orgulloso de haber sido alumno de Eduardo Umaña Luna, cuando se ha preocupado de bajar un discurso universal (Epistemología) a un Estado y fenómeno particular (Colombia y Familia); y no contento con esto le da un papel protagónico a cada uno de quien lo escucha en el devenir de la historia. Sea tan grande como la universal o tan chica como la de su propia familia.


!!Gracias Maestro!!

miércoles, 10 de julio de 2013

MARCO CAVALLO (UNA INSIGNIA)


¨Quando il cavallo acquistò la sua forma definitiva era enorme e bello. Tinta guardava affascinato ed incredulo. Nessuno osava toccare il cavallo, solo Vittorio lavorava ogni giorno per rifinirlo e Tinta era con lui a passargli gli strumenti. Nessuno, prima di allora, aveva mai conosciuto Tinta. Era rinchiuso nel reparto «C», il reparto più brutto e orrendo del manicomio, esclusione nell'esclusione. Aveva venti anni, tutti passati negli istituti. Era nato alla fine dell'occupazione alleata, a Trieste. A malapena gli avevano insegnato a scrivere il suo nome e, malgrado i suoi occhi attenti e vivaci, era stato condannato ad essere un deficiente.¨



Cuando el caballo adquirió su forma final era enorme y precioso. Tinta observaba con fascinación e incredulidad. Nadie se atrevió a tocar el caballo, sólo Vittorio trabajaba todos los días hasta el final y Tinta estaba con él para pasar los instrumentos. Nadie antes que él había conocido nunca a Tinta. Fue encerrado en el departamento "C", el departamento más feo y horrible del asilo, la exclusión en la exclusión. Tenía veinte años, todos pasados en las instituciones. Nació a finales de la ocupación aliada en Trieste. Apenas le habían enseñado a escribir su nombre, y a pesar de la mirada atenta y vivaz, había sido condenado a ser un idiota.


viernes, 21 de junio de 2013

VI ENCUENTRO NACIONAL DE SEMILLEROS DE PSICOANÁLISIS

UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA


VI ENCUENTRO NACIONAL DE SEMILLEROS DE PSICOANÁLISIS

En Octubre, cada año, a finales de este mes, tiene lugar el Encuentro Nacional de Semilleros de Psicoanálisis. La tradición data del año 2008, cuando tuvo lugar el Primer Encuentro, en el Torreón Caldas de la Fundación Universitaria Los Libertadores, lugar de nacimiento del Semillero “Psicoanálisis y Sociedad”, grupo de estudio integrado por universitarios procedentes de diferentes carreras e instituciones educativas de la ciudad de Bogotá.

La historia del Semillero ha estado marcada por la discusión de los saberes, sin la renuncia del participante a su deseo de investigar. Sin el interés por presentar cifras como soporte del discurso, el espacio de discusión no teme confrontar las más dispares concepciones de la realidad, aportando el elemento ético que podría denominarse coherencia, el cual remite al propio deseo de quienes hablan y de quienes escuchan, pues se ha criticado la renuncia que caracteriza los espacios académicos fundados en la autoridad del Sabio.

La interrogación por la verdad del sujeto, queda implicada en las intervenciones de los participantes, que han sido arrojados a los desafíos que plantean los espacios de la práctica de la psicología, que empiezan en la docencia misma, cuando se encuentran con un saber Universitario, que no por casualidad Lacan ubica al lado del discurso del Amo.

En el reverso de este discurso universitario, discurso del Maestro (Master, Amo), se ubica el discurso del psicoanálisis, que viene a orquestar la subversión del sujeto. El paso a la denuncia de la castración del Amo, y la impotencia de su Saber, es el resultado del señalamiento de la falta en el discurso. En este sentido, el Semillero no ha temido reconocer que el propio psicoanálisis es un saber en falta, que solamente puede dar cuenta de la verdad del sujeto, evocando al histérico por antonomasia, el mayéutico Sócrates que partía de un no-saber para denunciar la falta en el Saber del otro.

Si bien el Semillero “Psicoanálisis y Sociedad” ha impulsado los anteriores encuentros, también ha puesto en manos de otros semilleros de psicoanálisis la organización del evento. Tal es el caso, por ejemplo, del IV Encuentro realizado en Bucaramanga, en 2011, auspiciado por la UNAB. Las huellas de estos trabajos pueden rastrearse en Indexno La Revista, blog que publica ideas de los estudiantes que han encontrado en el psicoanálisis una fuente de inspiración para seguir con lecturas de la realidad, que se precian de apuntalarse en el deseo.

De momento, el retorno del Estudiante que inquiere al saber, con ese juicio escéptico que no se doblega ante el gesto omnipotente, la palabra plena, el descubrimiento último, el número que justifica, el sofisma pletórico, o la retórica de lo largamente demostrado, es el real traumático que sigue funcionando como la apuesta de los Encuentros de Semilleros de Psicoanálisis.

El ambiente ibaguereño ofrecerá el marco para el desarrollo de estas discusiones, de las cuales quizá queden heridas narcisistas, sobre las cuales el saber retornará, pero nietszcheanamente: siempre se regresa, pero diferente, y gracias a la enfermedad, con la cual contraemos una deuda impagable en vida, y tal vez ni siquiera saldada con la muerte.

Las ponencias, simposios, mesas de trabajo, y otras metodologías de socialización de ideas, alternarán con otras modalidades: videos, danzas, instalaciones, y otras expresiones artísticas, abriendo el abanico de posibilidades a lo imposible de comunicar.

Las propuestas se recibirán en los correos:

Maribel García Rivera

Rosendo Rodríguez Fernández   


sábado, 1 de junio de 2013

DIEZ EXPERIMENTOS PSICOLÓGICOS PARA REFLEXIONAR

Tomado de: Pijamasurf.com 
10 experimentos que de algún modo revelan la existencia de esas potencias que al menor descuido se apoderan de la frágil mente humana, ese juguete de fuerzas que nunca creeríamos que también nos habitan y forman parte de nosotros.

La mente humana —que de algún modo experimentamos como un teatro— se compone de elementos que fácilmente podemos manipular, sea con variaciones de la propia percepción o con agentes externos que, como los químicos, intervienen directamente en las estructuras del cerebro.

Sin embargo, como con todo experimento, la posibilidad de fracaso se encuentra siempre presente. Hay ocasiones en que las cosas no se resuelven como la hipótesis inicial lo planteaba y las variables salen del control de los experimentadores.

A continuación presentamos 10 experimentos que desbordaron todas las previsiones planteadas, demostrando de algún modo que la mente es, como querían los antiguos griegos, el juguete predilecto de potencias que se manifiestan solo cuando el precario dominio que ejercemos sobre ella afloja por un instante la rienda.

El experimento de la prisión de Stanford

En 1971, Philip Zimbardo, psicólogo en la universidad de Stanford, convocó a un grupo de estudiantes para estudiar la manera en que se asumen ciertos roles —y, secretamente, para explorar la noción del mal en el alma humana. Simulando una cárcel, algunos tomaron el papel de guardias y otros el de prisioneros, aunque sin avisarles previamente. Una mañana kafkiana los primeros fueron a los hogares de los segundos y los arrestaron, llevándolos a celdas donde los vigilaban y incluso más que eso: pasados algunos días, el poder obtenido súbitamente trastornó tanto a los guardias que pronto incurrieron en prácticas sádicas como la tortura. Apenas 6 días después de iniciado, Zimbardo se vio forzado a suspender el experimento.

Wendell Johnson y los huérfanos tartamudos

Tomando como sujetos de experimento a 22 niños huérfanos, 10 de ellos tartamudos, Wendell Johnson, de la universidad de Iowa, los dividió en dos grupos que recibieron, cada uno por su cuenta, terapia del lenguaje, solo que el primero con un terapista que reconocía sus progresos y el otro con uno que castigaba sus errores. Con el tiempo, los niños pertenecientes a este último grupo mostraron serias afectaciones en su salud mental e incluso algunos desarrollaron trastornos que antes no tenían. Todo esto sucedió durante seis meses 1939. En 2007, seis de los niños del grupo “negativo” recibieron una compensación de casi 1 millón de dólares por el daño causado por el experimento.

MK-ULTRA

El célebre proyecto MK-ULTRA de la CIA, que tenía como propósito fundamental explorar la noción y las aplicaciones del control mental, fue durante la década de los 50 y los 60 un semillero de individuos desequilibrados cuyas vidas terminaron destruidas por esta ambición de reducir a una persona —y eventualmente a cientos o miles— a un objeto sin voluntad propia.

Elefantes en LSD

El LSD, una de las drogas favoritas de la experimentación en la década de los 60 y los 70, enigmática en sus efectos sobre la mente, conoció también una prueba en que fue administrada a un elefante por Warren Thomas, director del Lincoln Park Zoo situado en Oklahoma. Su prueba, sin embargo, aportó poco o nada al conocimiento científico, pues el animal que recibió la dosis murió a los poco instantes entre convulsiones y estremecimientos.

El experimento de Milgram

Antecedente directo de Zimbardo, Stanley Milgram estaba obsesionado con el concepto de autoridad y la manera en que cualquiera lo asume casi sin reflexionar, apegándose inmediatamente a los mandatos de otro solo porque, digamos, este viste una bata (y entonces suponemos que es un médico) o se encuentra en una jerarquía social superior (categoría que, cuando se le mira de cerca, también parece bastante endeble). En particular Milgram no entendía el asunto del Holocausto, el hecho de que una persona perdiera toda piedad, compasión y demás emociones humanas y, aparentemente como si realizara una acción mecánica, matara a decenas o cientos de personas.

El experimento de Milgram consistió en pedir a una persona que hiciera preguntas a otra, a quien cada respuesta equivocada le costaba un choque eléctrico cuya intensidad aumentaba a la par de los errores, todo esto supervisado por un hombre con la aparente autoridad de un científico que conocía las razones del experimento.

Lo que no sabía la primera persona es que su contraparte era un actor que fingía el dolor sentido por las descargas eléctricas, mismas que en realidad no existían.

Para sorpresa de Milgram, había personas que siguiendo las órdenes del supervisor seguían aplicando los choques a pesar de que el hombre se retorcía de dolor y suplicaba que su agonía cesara.

Esquizofrénicos que dejaron de tomar sus medicinas

En los ochentas, un grupo de psicólogos de la Universidad de California diseñó un experimento para saber cómo mejorar el tratamiento de la esquizofrenia, teniendo como fase fundamental que pacientes con esta enfermedad suspendieran los medicamentos que acostumbraban consumir para mantenerla a raya. La medida fue contraproducente y casi todos vieron exacerbados sus síntomas. Incluso uno, Tony LaMadrid, saltó desde la azotea de un edificio seis años después de haber formado parte del estudio.

El pozo de la desesperanza

Como inspirado en una ficción de Poe o algún otro maestro del terror, el psicólogo Harry Harlow buscó arrancar su secreto al amor aislando monos en un aparato que denominó “el pozo de la desesperación”, una cámara vacía en la que el animal se encontraba privado de todo estímulo y socialización. ¿Los efectos? Ninguno otro más que la locura, manifestándose en comportamientos como que algunos animales comenzaron a comerse a sí mismos. 

La Tercera Ola

La Tercera Ola (The Third Wave) fue el nombre que recibió un experimento a un tiempo psicológico y político, en el que se pretendió comprender cómo una sociedad democrática podría virar hacia el fascismo y el autoritarismo. Entre un grupo de estudiantes adolescentes se creó una especie de “clase privilegiada” u orden en la que eran admitidos solo unos cuantos. Y si bien, de inicio, esta circunstancia motivó a todos a esforzarse por pertenecer a dicha élite, con el tiempo sus miembros desarrollaron prácticas como la marginación y la discriminación de quienes no gozaban de dicho privilegio, comportamientos que incluso fueron llevados más allá del salón de clases. Bastaron cuatro días para que el experimento, ante la evidente falta de control, se diera por concluido.

Terapia de aversión a la homosexualidad

Si toda enfermedad tiene su cura y la homosexualidad es una enfermedad, entonces esta puede curarse. Víctimas de tan falsa e insostenible lógica, muchas personas en la década de los 60 asistieron a terapias que prometían curarlas de su orientación sexual y devolverlas a la “normalidad”. Técnicas entre las que destacó la “terapia de aversión”: al mismo tiempo que una persona era expuesta a imágenes homosexuales, se le daban electroshocks e inyecciones que provocaban náuseas y vómito.

David Reimer

Con tan solo 8 meses de edad, en 1966, David Reimer perdió su pene a causa de una circunsición mal realizada. John Money, psicólogo, sugirió entonces a sus padres que la mejor alternativa para el futuro desarrollo del pequeño David era una cirugía de cambio de sexo. Money, sin embargo, tenía intereses propios en el asunto y, sin comunicárselo a los padre, utilizó al recién nacido para probar que la identidad de género no era innata, sino una consecuencia de la educación y la interacción social. David se transformó en Brenda y aunque sus genitales tenían la apariencia de una vagina y desde siempre recibió suplementos hormonales, actuó como un niño durante toda su infancia. Esto provocó que la familia se separara. A los 14 Brenda supo la verdad, y tomó la decisión de volver a ser David, nombre con el cual se dio muerte a los 38 años.