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sábado, 26 de febrero de 2011

BOFETADA EDUCADISIMA DE BRASIL AL MUNDO

BOFETADA EDUCADISIMA DE BRASIL AL MUNDO
Por: CRISTOVÃO CHICO BUARQUE

Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro. Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad.

Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.

De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.

También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer solo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.

Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhattan debería pertenecer a toda la humanidad.

De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.

Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil.

En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir.

Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia , sea nuestra. ¡Solamente nuestra!





viernes, 7 de enero de 2011

DESEOS PARA EL 2011

DESEOS PARA EL 2011

Por: EDUARDO GALEANO



-Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.

-Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

-Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

-Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

-Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

-Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.

Ojalá.

jueves, 30 de diciembre de 2010

SANCOCHO DE ACIDO, CARBON Y MERCURIO

Sancocho de ácido, carbón y mercurio... 

Por: JUAN GOSSAÍN 
Publicado en  El Tiempo. 6 de Diciembre del 2010

El alcatraz que vuela entre mis sueños lleva en su enorme pico una quimera... (Walt Whitman, Hojas de hierba).

Una mañana de mayo pasado, los viejos madrugadores del pueblo de Marytown, perdido en las costas que bordean el sudeste de los Estados Unidos, se levantaron como todos los días a echarles unas migajas de pan a los pájaros marinos que merodean con mansedumbre por los patios y que se han ido convirtiendo en sus amigos.

Lo que vieron los dejó espantados: las gaviotas de cabeza negra, que son tan bellas, también tenían negro el plumaje. Del pico les goteaba una mancha babosa. No podían levantar el vuelo de la arena, con las patas hundidas en una masa de chapapote pastoso, como el asfalto cuando se derrite. Una de las gaviotas miró a la gente pidiendo ayuda.

Según cuentan los testigos, más allá de la playa, cerca del río, tres garzas morenas habían muerto con los ojos despepitados. El guiso espantoso que navegaba corriente abajo, matando todo lo que se le atravesara, era la mezcolanza de petróleo crudo de la empresa British, que cayó pocos días antes a las aguas del Golfo de México.

A esa misma hora los alcatraces de la bahía de Santa Marta, al norte de Colombia, desayunaban su ración cotidiana de buñuelos de carbón. El periodista Antonio José Caballero, grabadora en mano, esperaba en la playa el regreso de los pescadores que habían salido a trabajar temprano. Mientras aguardaba, la cámara de su teléfono celular retrató la pala enorme de un barco carbonero que arrojaba al mar el polvo negro que sobró en las bodegas.

A esa misma hora, en las playas legendarias de Juanchaco y Ladrilleros, cerca de Buenaventura, los lancheros de cabotaje que llevan carga y pasajeros por los pueblos que se arraciman en las orillas del Pacífico limpiaban sus motores preparándose para un nuevo día de trabajo. Como si fuera la cosa más natural del mundo, arrojaban al mar el contenido de unos tanques repletos de residuos de gasolina, queroseno y diésel. Un langostino magnífico, que medía un jeme, iniciaba el día tomándose su primera taza de combustible. Cuando vi la fotografía en El País de Cali me dieron ganas de echarme a llorar.

A esa misma hora, en la zona industrial de Cartagena de Indias, abierta sobre la bahía del Caribe resplandeciente, los trabajadores de una compañía empacadora se sentaron a desayunar en los comedores de su empresa. En ese momento volvieron a ver, como venía sucediendo en las mañanas más recientes, que una nata de tizne cubría la superficie del café con leche, y que una mermelada negra, tan semejante al betún de limpiar zapatos, se había pegado al pan y al queso blanco.

Entonces, no aguantaron más. Se levantaron todos, sin que nadie los hubiera convocado, y comenzaron a golpear los platos contra los mesones. La algarabía se oyó en media ciudad. Las autoridades ambientales ordenaron el cierre de un muelle vecino, que se dedica a cargar carbón a cielo raso, sin mayores precauciones ni cuidados, sin tubos cerrados ni conductores protegidos. Seis días después el muelle fue reabierto.

A esa misma hora, en la región acuática de La Mojana, que cubre un gigantesco territorio húmedo de los departamentos de Bolívar, Sucre y Antioquia, bajaban resoplando los ríos Cauca y san Jorge, que se desbordan en caños y ciénagas. El apóstol Ordóñez Sampayo, que se ha gastado la vida defendiendo de la contaminación a campesinos, cosechas y animales, apareció en la plaza de Guaranda con el dictamen médico en la mano: los doctores certificaban que los tres niños que nacieron deformes tenían mercurio en el sistema sanguíneo.
El terrible mal de Minata, como lo saben los japoneses, porque las empresas en cualquier parte del mundo, en Tokio o en Majagual, arrojan porquerías químicas a las corrientes, y primero se pudren las aguas, y después nacen degenerados los peces y los camarones, y después nacen sin ojos los niños cuyas madres, en aquellos caseríos extraviados de la mano de Dios, consumen esa agua y esos pescados.

En las cabeceras de ambos ríos, las compañías mineras, que buscan oro entre la tierra, hacen sus excavaciones con un sancocho de mercurio y ácidos. Arroyos y acequias se llevan el mazacote. Los bocachicos mueren con la boca abierta en los playones. Las espigas de arroz no volvieron a crecer.
En medio del desastre causado por las inundaciones, y como si fuera poco, las yucas harinosas de antes florecen ahora con un hongo químico a manera de cresta. El hambre campea entre los pocos ranchos que no se ha llevado el invierno. Las emanaciones de las lagunas huelen a lo mismo que huele un laboratorio de detergentes.

Hay que decir, también, que los empresarios mineros se defienden diciendo que Ordóñez Sampayo está loco. Claro que está loco: ningún hombre cuerdo expone su pellejo ni dedica su vida entera a defender a un ruiseñor, una mojarra, un plátano pintón, una mazorca de maíz o a una mujer embarazada que carga un fenómeno en el vientre.

Epílogo

Aquella mañana, cuando los pescadores de Santa Marta regresaron a la playa, el periodista Caballero los acompañó en su tarea de descamar y abrirles el buche a los escasos pescados que traían.

-¿Qué es eso? -preguntó, intrigado, al ver unas bolas negras en el estómago de un bagre.

-Carbón, amigo -le contestó uno de ellos, levantando el animal-. Pelotas de carbón. Eso es lo que comen ahora.

Caballero tomó más fotografías y se las llevó a algunos funcionarios de la industria carbonera.

-No se preocupe -le contestó el gerente-. Vamos a construir un nuevo muelle de última generación.

-No lo dudo -dijo el reportero, con una mueca de dolor que parecía sonrisa-. No lo dudo: será la última generación.

El día que Caballero me contó esa historia, y me enseñó sus fotografías, ya no sentí ganas de echarme a llorar, como la vez aquella del langostino bañado en combustible. Lo que sentí ahora fue rabia. Cuando ya no quede una sola hoja de acacia, cuando el último pulpo haya muerto atragantado con ácido sulfúrico y cuando nuestros nietos nazcan con un tumor de carbón endurecido en la barriga, entonces será demasiado tarde. Dispondremos de computadores infrarrojos de última generación, pero ya no habrá agua para beber; los celulares de rayos láser se podrán comprar en las boticas, pero el sol no volverá a salir; los niños encontrarán el algoritmo de 28 a la quinta potencia con solo cerrar los ojos, pero dentro de 20 años no sabrán de qué color era una golondrina.

Los invito a todos a ponerse de pie antes de que se marchite el último pétalo. Usen el arma prodigiosa del Internet para protestar. Hagan oír su voz. Que el correo electrónico de los colombianos sirva para algo más que mandar chistes y felicitaciones de cumpleaños. Porque, si seguimos así, el día menos pensado no quedará nadie que cumpla años. Ni quién envíe felicitaciones.

 JUAN GOSSAÍN

martes, 23 de noviembre de 2010

EL MÉTODO ARQUEOLOGICO

EL MÉTODO ARQUEOLOGICO

Jairo Báez

El método arqueológico trataría de tomar la medida de las mutaciones que se operan en el dominio de la historia, donde se revisan los métodos, los límites, los temas propios de la historia de las ideas y se desenmaraña la farsa a la sujeción antropológica y poner, en cambio, de relieve como se formaron esas sujeciones. Aunque se utilice el análisis estructural, no es lo importante para este método, pues ya está probado el estructuralismo en otros campos del saber; y más allá de utilizar las categorías culturales como criterio histórico, éstas son interrogadas para escrutar sus fines y totalidades. Como método que se quiere ubicar lejos del antropocentrismo, formula los instrumentos que justifican la antropomorfización y se afianza en los resultados obtenidos para seguir libre de todo antropocentrismo (Foucault, 2001, p. 25-26). El método, más allá de la estructura, sin desconocerla, se insiste, está interesado en el campo donde ¨se manifiestan, se cruzan y se entrelazan, y se especifican las cuestiones sobre el ser humano, la conciencia, el origen y el sujeto¨ (Foucault, 2001, p. 27).

 
El método arqueológico no trata de interpretar el discurso haciendo de él una historia del referente, no trata de reconstruir los objetos de ese discurso, aunque se podría hacer; el método arqueológico trata de mantener el discurso en su consistencia, mostrarlo en la complejidad que le es propia (Foucault, 2001, p. 77-78). El método arqueológico define los objetos, no por su esencia sino, por el conjunto de reglas del discurso que permiten su formación (Foucault, 2001, p. 79). Y el discurso, se concibe no como la expresión creada por un sujeto que piensa y conoce, sino como el conjunto que pone precisamente de relieve la dispersión y discontinuidad del sujeto, donde la subjetividad (la voluntad del sujeto) no es propiamente la constructora de discursos (Foucault, 2001, p. 90). El discurso tiene las reglas y no la conciencia del sujeto, y se imponen anónimamente a todos los que se exponen a hablarlo (Foucault, 2001, p. 102).

 
El método arqueológico es un método descriptivo, como tantos otros métodos que existen para este menester. Pero es un método que describe y analiza el lenguaje, sin ser el método de la descripción histórica de las ideas. Foucault (2001, p. 227-235), hace referencia a la distinción entre el método que acompaña a la historia y en el que él quisiera se denominara Arqueológico.

Historia de las Ideas
 
- Su objeto está poco definido

- Su objetivo está poco definido

- Utiliza métodos diferentes

- Busca las relaciones en los anexos y las márgenes. Es la historia de los bosquejos, de lo poco claro.

- Retoma y reinterpreta.

- Es descriptiva por naturaleza.

- Se centra en la génesis, la continuidad, y la totalidad

Arqueología del Saber

 - Es una nueva forma de hacer historia.

- Define los discursos y sus prácticas concomitantes.

- Trata el discurso no como documento sino como monumento.

- Define el discurso en su especificidad.

- Muestra como los discursos crean reglas que organizan una práctica.

- No interpreta.

- Analiza diferencialmente las modalidades discursivas.

- Define tipos y reglas de prácticas discursivas.


Referencias.

Foucault, M. (1969/2001). La arqueología del saber. Veinteava Edición. México: Sigloveintiuno



viernes, 23 de abril de 2010

EL ALMA DE LOS VERDUGOS

El alma de los verdugos

Gerardo Young.
gyoung@clarin.com

Publicado en el Clarin.
5 de abril 2010



Primero Von Wernich, luego Astiz, "El Tigre" Acosta y Pernías. En Tribunales, hoy se los escucha como nunca. ¿Qué piensan? ¿Sienten remordimiento? Sus coartadas y quejas. Los días en prisión.

El único que viste jean, camisa escocesa y mocasines, es Alfredo Astiz. Los otros acusados llevan impecables trajes de tintorería, corbatas rosas o rayadas. A las cinco de la tarde se levantan sonrientes de sus asientos de cuero, se saludan entre sí, se festejan, giran para mandar besos a la treintena de familiares y amigos que observaron las 9 horas de la jornada del juicio desde el palco. Junto a los familiares, sólo hay un estudiante de Estados Unidos y el periodista de Clarín. Muy poco público, a pesar de ser el acontecimiento judicial sobre la represión más importante desde el Juicio a las Juntas de 1985. Los acusados son nada menos que los responsables de la ESMA, el mayor centro clandestino de detención de la última dictadura militar.

¿Qué piensan esos señores de traje o camisa escocesa? ¿Qué pasa por sus cabeza ahora que han pasado más de treinta años desde que eran los dueños de la vida de miles de personas? ¿Sienten remordimiento? ¿Miran hacia atrás con la libertad que regala los años? ¿Son psicópatas o sólo engranajes de un sistema psicótico?

En su libro El Alma de los verdugos, editado hace unos meses (en coautoría conVicente Romero), el juez español Baltasar Garzón, quien juzgó a muchos de los responsables de la represión argentina, cuenta una charla que tuvo con el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Y le dice Galeano:

- En el fondo los verdugos son burócratas del dolor. No les vamos a regalar la grandeza de creer que son monstruos extraordinarios.

Las pericias psicológicas que se hacen a todas las personas que enfrentan un juicio, en estos casos han dado un resultado casi calcado: se trata de hombres "normales", conscientes de cada uno de sus actos. Eso corre para Astiz, para Jorge "El Tigre" Acosta -ambos señores de la ESMA-, pero también para el cura Christian Von Wernich y otros. Ninguno ha podido argumentar algún grado de inimputabilidad psicológica.

Como dice Baltasar Garzón en su libro, son personas normales que en determinado mataron y luego dejaron de hacerlo. "Lo que hicieron resulta incomprensible para una mentalidad normal. Pero eso no quiere decir que los autores ni los ejecutores de aquel plan criminal estuviesen locos. Estaban perfectamente cuerdos y sabían lo que hacían y las consecuencias que tendrían sus actos".

Cuando se habla de los verdugos de la dictadura, se está hablando de muchos. Los registros oficiales estiman que existieron 340 centros clandestinos de detención en 11 provincias, en los que trabajaron no menos de 20 mil personas, de las cuales, entre la CONADEP, el Ministerio de Justicia y los organismos de Derechos Humanos, han logrado identificarse a unos 2.500 verdugos.

¿Qué dicen ellos? Los testimonios empezaron a desplegarse lentamente a partir de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en junio de 2005, que permitió retomar los juicios contra los represores. Los primeros en ser condenados habían actuado dentro de la Policía Bonaerense. Fueron los ex policías Simón "El Turco" Julián, Miguel Etchecolatz, y el sacerdore Von Wernich, quien, antes de ser condenado el 9 de octubre de 2007, dijo que los testigos que lo habían acusado eran "el demonio". De Von Wernich se sabe: asistía a las salas de tortura para "garantizar" la "conversión" de los torturados antes de morir.

En diciembre pasado empezó, en los Tribunales de Retiro, el juicio a los jefes de la ESMA. Son 19 los acusados, y algunos de ellos están declarando. Astiz, aquel rubio marino que pasó a la historia por infiltrarse entre las Madres de Plaza de Mayo y por ser de los más eficaces "cazadores" de enemigos de la dictadura, decidió provocar, mofarse. Apenas se inició el juicio, se levantó de su asiento y mostró a la audiencia un libro llamado "Volver a matar", de Juan Bautista Yofre, donde se narran los crímenes cometidos en los '70 por los grupos guerrilleros. El 17 de marzo pasado, cuando tuvo la oportunidad de declarar, Astiz permitió leer un texto que había escrito en la cárcel y que refleja una posición mayoritaria entre sus viejos camaradas: "Sólo cumplimos órdenes, sólo somos soldados que participamos de una lucha y la ganamos".

La obediencia debida es clave para entender este proceso. No sólo porque signifique una parte esencial del sistema de coartadas, sino porque, de algún modo, encuentra allí una liberación. Según el psicoanalista Hernán C. Guggiari, la obediencia debida es una tesis exculpatoria comparable a la psicósis alucinatoria: como la del hombre que escucha una voz que le dice "Mata", y entonces va y lo hace. (Ver Sobre la psicosis...)

La dictadura militar gobernó al país entre la madrugada del 24 de marzo de 1976 y la mañana del 10 de diciembre de 1983. Está claro, ya, que la represión se inició antes, al menos desde el 21 de noviembre de 1973, con el primer atentado de la Triple A, contra el político radical Hipólito Solari Yrigoyen. El discurso de los actores más notables de la represión -Astiz, Von Wernich, Acosta o Pernías- coincide en intentar recontar aquellos años, en instalar la idea de que la represión fue reacción a un tiempo de extrema violencia, protagonizado por las guerrillas que, es innegable, atentaban con bombas y secuestros.

¿Pero piensan, realmente, que darle al contexto una mayor dimensión, incluso más precisa, los libera de las responsabilidades de la picana y los desaparecidos? "Este es un tribunal de facto y ya tiene la sentencia firmada", dijo Astiz en el juicio. Se saben condenados; lo que buscan es justificarse.

"Ellos no entienden qué hacen acá, juzgados, por algo que hicieron como soldados en un contexto totalmente diferente. No entienden por qué ni cómo cambiaron tanto los tiempos, por qué ahora nadie se acuerda de los guerrilleros y sólo se habla de ellos", dice Guillermo Coronel, hijo y abogado de Julio Coronel, uno de los acusados en el Juicio a la ESMA al que le atribuyen, en particular, la muerte del periodista y escritor Rodolfo Walsh.

Coronel hijo habla con el periodista de Clarín apenas termina una nueva jornada del juicio a la ESMA, el miércoles pasado. Está tranquilo, intenta explicar la posición de los suyos, espera que lo llamen desde la Alcaidía. Su padre es uno de los pocos que, por tener más de 70 años, volverá a su casa a cumplir el encierro domiciliario. La mayoría de los otros está viviendo en la cárcel de Marcos Paz, donde un pabellón de seguridad especial los reúne días y noches desde que empezaron a caer presos (Ver página 34).

En la cárcel de Marcos Paz, entre mates y juegos de cartas, es donde los ex miembros de los Grupos de Tareas comparten estrategias, penas y añoranzas. Cuenta otro defensor, que prefirió el anonimato: "Se comparte información de las causas, se cruzan datos y algunas estrategias, como cuestionar la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Pero ellos no se arrepienten de nada, están convencidos de que lo que hicieron fue parte de una guerra".

La mención a una guerra está en boca de todos los represores desde siempre. En sus declaraciones, citan una y otra vez los atentados de Montoneros, ERP y otras organizaciones guerrilleras, aun cuando esos atentados no pueden justificar lo que vino después. Pero lo notable y novedoso es que muchos de ellos no hablan de una guerra pasada y muerta. Hace veinte días, fue invitado a declarar en el juicio a la ESMA quien fue el jefe máximo del Grupo de Tareas, "El Tigre" Acosta. De pelo increíblemente blanco y lacio, la cara en forma de pera, Acosta todavía siente su vieja superioridad y se creyó obligado a contestar preguntas, a dialogar fuera del esquemático escrito que había preparado. Y entonces habló de una guerra en presente continuo, de una guerra que creía ganada y ahora ve perdida: "En el actual gobierno hay guerrilleros, como Duhalde o Righi". Se refirió así al Secretario de Derechos Humanos, que en los '70 era abogado de militantes sociales, y a Esteban Righi, ministro del Interior de Cámpora y ahora Procurador General. ¿Pero es que Acosta no advierte que tanto Righi como Duhalde ya peinan canas, que incluso él ha visto pasar más de 34 años desde el golpe Isabel Perón? Acosta no está para la nostalgia, sino que se expone pragmático, provocador. "Uno de los grandes problemas fue haber dejado gente viva", dijo aquella tarde. El reproche tenía un destinatario claro. Y es una queja que comparte con muchos de sus compañeros en el juicio, una queja contra el ex almirante Emilio Massera, mandamás de la Armada en la primera Junta de la Dictadura e inventor de un proyecto inédito en la historia, el de intentar convertir a sus torturados, o al menos a algunos de ellos, en bastiones de un nuevo proyecto político acorde a sus deseos. Sólo por eso hubo sobrevivientes de la ESMA. Sólo por eso se pudo conocer tanto de lo que ocurrió en el Casino de Oficiales, lugar donde fueron torturadas y empezaron a desaparecer 4.500 personas.

El miércoles pasado le tocó a Pernías, otro de los marinos de aquel grupo. Clamó: "¿Qué pretenden? ¿Que nos humillemos de rodillas? Y cargó, como Acosta, contra "este gobierno que distorsiona la historia", en referencia a los Kirchner.

Uno de los documentos más aterradores de los métodos represivos de la dictadura, es un cuaderno que dejó Carlos José Samojedny, militante de izquierda detenido por la Triple A en 1974. Samojedny estuvo preso primero en Rawson y finalmente en la cárcel de Caseros, hasta la recuperación de la democracia. Sólo entre febrero de 1975 y noviembre de 1980 alcanzó a contar 235 sesiones de tortura. A pesar de eso, nunca olvidó su profesión, la de psiquiatra. Y aprovechó el encierro para analizar la conducta de torturados y torturadores. Sus conclusiones ocupan 38 carillas de terror, 38 carillas históricas ahora a la vista del periodista de Clarín, que describen los límites insospechados del ser humano. Samojedny escuchó, habló, observó y preguntó, para luego analizar y clasificar a los torturadores y torturados. De los verdugos hizo varias clasificaciones. Los definió según el grado de contacto que tenían con las víctimas, con el dolor de las víctimas, con las técnicas de tortura. Los encontró morbosos, sadomasoquistas, obsesivos, pero sobre todo encontró a muchos "paranoicos". De ellos escribe:

"El paranoico es el torturador ideológico, fascista, de ultraderecha, racista. Cree en un mundo occidental y cristiano y que está combatiendo el mal. Además de torturar, es partidario de eliminar a la víctima para acrecentar su sentimiento de triunfo. Utiliza las técnicas de tortura más aberrantes, no es proclive a las aberraciones sexuales, desprecia al resto de los torturadores, no considera a lo suyo como un trabajo sucio si no como un arma ilegal pero efectiva."

¿No se refería a la misma psicosis alucinatoria que menciona Guggiari? Quizá no haya más misterio -ni menos- que una voz oculta, que el designio de una convicción ilusoria. De otro modo: "¿Cómo explicar que alguien se haya convertido en asesino durante tanto tiempo y de pronto deje de serlo?", se pregunta Baltasar Garzón.

Myriam Bregman, abogada de la familia Walsh en el juicio a la ESMA, intenta probar la participación de los acusados en la muerte del escritor. Ella sigue el juicio día a día, observa a los marinos, los ve "sonreír en los pasillos, como si todo fuera un juego". Pero también está sorprendida: "Hay un cambio en relación a lo que pasaba antes. Ahora están culpando a la institución de la Armada, a los que eran sus jefes por no haberse hecho cargo. Están pidiendo una defensa que ya no encuentran".

Como tantas veces cada vez que se hable de tragedias así, hay que recurrir a la filósofa Hannah Arendt. Después de presenciar el juicio a Adolf Eichmann, el gran arquitecto de la solución final nazi, Arendt cayó en un estado de perplejidad. Es que Eichman sabía lo que había hecho, pero lo veía como un medio para ascender en su carrera, para obtener más poder, no como un fin en sí mismo. Fue entonces cuando Arendt empezó a hablar de "la banalidad del mal".

Se sabe que Eichmann estuvo en la Argentina en la década del cincuenta. Pero habrá sido apenas una pirueta de la historia, porque el drama es humano y no sólo nuestro. Como dijo Eduardo Galeano en la charla que inicia esta nota, "el peor de los verdugos es el sistema que necesita de verdugos". O sea: el sistema que dice "Mata". Y que logra que algunos lo obedezcan.

viernes, 4 de diciembre de 2009

EL PSICOANÁLISIS Y LACAN: UNA INVESTIGACIÓN METODOLÓGICAMENTE ANARQUISTA



EL PSICOANÁLISIS Y LACAN: UNA INVESTIGACIÓN METODOLÓGICAMENTE ANARQUISTA

David Parada Morales
Sonia Uribe Ruiz
Estudiantes de Octavo semestre de Psicología De La Fundación Universitaria Los Libertadores। Bogotá, Colombia। 2009



RESUMEN
Paul Feyerabend presentó una mirada de la ciencia a la que él mismo denomino anarquismo metodológico o teórico, contradijo todo parámetro de ciencia que ubicara una verdad absoluta y principios rígidos que pretendieran estandarizar la validez del conocimiento; el psicoanálisis por su parte aparece como un saber con parámetros no enmarcables dentro de la ciencia positiva imperante en la época de Sigmund Freud, cuyos postulados supusieron una revolución, que años después son retomados por Jacques Lacan quien propone una mirada particular de la ciencia, que es precisamente la que se pretende analizar teniendo como referente la mirada de Feyerabend y la investigación actual en psicoanálisis, para terminar concluyendo si es posible hablar del un psicoanálisis metodológicamente anarquista.

Palabras clave: Investigación en Psicoanálisis, contrainducción, sujeto y hombre de ciencia, racionalismo, verdad, inconmensurabilidad

INTRODUCCIÓN
Feyerabend, epistemólogo anarquista y contradictor de Karl Popper quien fuera su maestro; se niega a la idea de la racionalidad y la demarcación científica, por cuanto considera que sta idea se constituye en una visión demasiado simple del talento de los hombres y atenta contra la libertad sobre la que se erige el progreso, del hombre y de la ciencia (Feyerabend, (1974).

Contrario a lo que presenta Karl Popper, Feyerabend no admite la existencia de un criterio de demarcación según el cual se pueda determinar el carácter de un saber como ciencia legitima, en la medida en que sea falseable; hecho este, que explica su aceptación frente a la existencia de teorías inconmensurables, lo cual ya presenta una posición anarquista frente a la ciencia radical, que niega la existencia de tales teorías (Feyerabend, 1974). La postura que aquí nos presenta Feyerabend rompe con los esquemas de una ciencia, que podemos llamar hermética, por cuanto generaliza sobre la validez del conocimiento y excluye saberes de los cuales se alimenta para alcanzar la pretendida racionalidad en que se soporta, y rompe con esta mirada radical, porque no concibe una verdad única y por lo mismo universal, en este sentido nos habla de un carácter subjetivo de la verdad. Es en este punto precisamente en el que aparece Jacques Lacan, psicoanalista Francés, que elabora un discurso frente a la ciencia, la verdad y el sujeto de la ciencia, en lo que el denomino “retorno a Freud”, que en palabras de Slavoj Zizek no es un retorno a lo que dijo Freud, sino a la revolución Freudiana de la que este no fue consciente (Zizek, 2008 P. 13):

Lacan se vale de ciencias como la lingüística, la topología e incluso la matemática, en un intento por establecer los límites entre la ciencia y el psicoanálisis.

A partir de estas dos posturas el presente estudio, busca establecer cual es la posición del psicoanálisis a nivel investigativo, como se comunica con la ciencia, cuales son sus puntos de encuentro, sus diferencias y la propuesta de cada una entorno al sujeto y el hombre de ciencia en la investigación Psicoanalítica, que pareciera no ser la misma si se tiene en cuenta la distancia que toma el Psicoanálisis, de la ciencia y de otras disciplinas como la Psicología y la antropología, empieza a estructurarla como una escuela।


Método

Para abordar ciertos aspectos epistemológicos como: la investigación Psicoanalítica, el sujeto en el psicoanálisis junto con el hombre de ciencia para el psicoanálisis y su relación con la propuesta anarquista del epistemólogo Paul Feyerabend, se planteó una revisión documental sobre tales tópicos acudiendo a libros de texto de Freud y Lacan, revisión de artículos en revistas indexadas junto con una entrevista a la Psicoanalista Carmen Lucia Díaz Leguizamón egresada de La Universidad Pedagógica en Educación Preescolar, La universidad Nacional como Psicóloga, con especialización en Psicoanálisis en la Fundación Psicoanálisis y psicoterapia, además de un magister en la universidad de Antioquia de Psicoanálisis y Cultura। Esta recolección de información es el insumo para el análisis de la postura Psicoanalítica desde la mirada de Paul Feyerabend, dejando claro su interés epistemológico.

Procedimiento

Se utilizó material tanto bibliográfico como web, entrevista y encuentros psicoanalíticos, partiendo de la revisión documental en textos de introducción a la Psicología, donde se tocan temas generales del cuerpo teórico del Psicoanálisis como la estructura Psíquica e historia de su Fundador Sigmund Freud, posteriormente se tomo como referente al autor que retorna a Freud; Jacques Lacan y algunos de sus capítulos como: La ciencia y la verdad (escritos 2), El objeto del Psicoanálisis ( seminario 13), además de autores que introducen a su lectura como lo hace el filosofo Slavoj Zizek, “como leer a Lacan”। Esta revisión constituyo un primer acercamiento a los conceptos fundamentales del Psicoanálisis y por consiguiente a su cuerpo teórico.

Un segundo momento estuvo marcado por la elaboración de la entrevista, la cual contó con una estructura determinada por ejes temáticos como: el sujeto de la ciencia vs hombre de la ciencia, el objeto del Psicoanálisis, inconsciente estructurado como un lenguaje, verdad y saber y la investigación en Psicoanálisis; se aclara que estos ejes temáticos fueron expuestos a la especialista Carmen Lucia Díaz en términos psicoanalíticos puesto que son los que ella maneja, esto sin dejar de lado su relación con los objetivos epistemológicos propuestos। Los resultados y su análisis son revisados a la luz de la obra “Contra el método” de Paul Feyerabend y algunos tópicos que sirven de esta obra para el análisis epistemológico.

EL PSICOANÁLISIS Y LA CIENCIA
Desde sus inicios, con Sigmund Freud, el psicoanálisis establece una relación con la ciencia que pretende un ajuste a sus principios, aun cuando los postulados psicoanalíticos, están fundamentados en elementos excluidos por esta; en Freud se evidencia una intención de hacer del psicoanálisis una ciencia por el carácter cientificista de la época y de su formación como médico, hecho que explica la búsqueda de una contrastación empírica del objeto del psicoanálisis “el inconsciente”, evidenciado en el análisis de los sueños y de la palabra del analizante, en lo que Freud denomino asociación libre, que sin embargo no le represento la aceptación de la comunidad científica de su tiempo।

Escuelas posteriores se forman en un intento de consolidar lo iniciado por Freud, apareciendo Lacan que establece una nueva relación, ya no con la intención de hacer del psicoanálisis una ciencia, sino de indagar sobre la cuestión epistemológica implícita en la verdad de los postulados psicoanalíticos। En el análisis de esta cuestión, aparecen dos conceptos, uno de ellos fundamental en el discurso Lacaniano, “el sujeto de la ciencia”, que precisamente por fundamental lleva a la comprensión de la diferencia existente, con “el hombre de ciencia” que para Lacan no existe, como lo refiere la psicoanalista Carmen Lucia Díaz, “lacan dice en muchos momentos el sujeto del psicoanálisis es el mismo sujeto del ciencia, porque es aquel sujeto que surge en el momento de la duda, que surge en el momento de un reconocimiento, de decir aquí estoy; Mientras que el hombre de ciencia es el científico que nada tiene que ver con ese sujeto en ese sentido, pero que cuando algo lo concierne puede entrar en angustia y ahí en ese momento el hombre de ciencia es concernido por el sujeto, en ese sentido podríamos decir que ahí entro a ser concernido algo de él como sujeto y en ese sentido es el sujeto del psicoanálisis” (Registro De Campo).

El aspecto explicado por la psicoanalista Carmen Lucia Díaz, que es el mismo explicado por Lacan nos introduce en un elemento esencial trabajado por este último, la subjetividad; que tiene que ver con la condición ya expuesta del sujeto। Lacan aboga por este carácter subjetivo de la verdad, hecho por el cual no habla de una verdad única y de ahí se deriva que pueda ser concebido como válido un saber, en la medida en que es capaz de responder a las verdades que se plantea.

En el sentido, que nos ofrece la distinción entre los postulados psicoanalíticos y los de la ciencia, podemos encontrar elementos compartidos por el psicoanálisis y el anarquismo metodológico de Paul Feyerabend, los cuales se presentan a continuación.

LA CONTRAINDUCCIÓN DEL PSICOANÁLISIS
Paul Feyerabend, establece una categoría esencial del anarquismo metodológico que permite al científico elaborar una hipótesis ad hoc desde un método contrainductivo que surge de lo inductivo, es decir todo científico debe tener, para Feyerabend, una hipótesis inconsistente que acompañe sus postulados y contradiga una teoría establecida, en el Psicoanálisis tal contrainducción estaría dada cuando busca la subjetividad del analizante en el lenguaje y no es limitado por un argumento o discurso del Psicoanalista, dejando de lado así lo que para la ciencia seria un estándar primordial; la argumentación racional.

Por lo tanto cuando el Psicoanálisis busca la inclusión de este sujeto que se pregunta, que para la ciencia sería el científico, a su angustia y al interés de develar una verdad a partir de este principio o en palabras de Mario Orozco Guzmán:

Se explora y esa exploración es turbulenta, turba mucho, masturba, ya que encara la posibilidad de perder lo que se tiene o de obtener lo que no se tiene। Ahora se trata de escuchar también cómo dama el deseo en el investigador, cómo busca y se propone todo tipo de proezas con tal de hacerse un camino en la apuesta por descubrir y encontrar el tesoro perdido de sus deseos infantiles। (2008 p। 61)

Es aquí donde Feyerabend entra a jugar un papel determinante en su adaptación al principio de: “todo vale” para el Psicoanálisis, pues si para el Psicoanálisis hay una importancia de lo subjetivo del investigador, esto radica en la idea de que la creatividad del Psicoanalista a la par con sus deseos, lleva al investigador en Psicoanálisis a una búsqueda de la verdad en la reconstrucción de algo que ya esta dicho y debe ser develado, al respecto Feyerabend comenta:

Ahora bien, con respecto a este conveniente vuelo hacia regiones mas altas, debe señalarse que el científico, desgraciadamente, esta también tratando con el mundo de la materia y del pensamiento psicológico (es decir subjetivo)। Es principalmente esté mundo material el que quiere cambiar y sobre el que quiere influir, Y las reglas que crean orden en el tercer mundo serán muy probablemente del todo inapropiadas para crear orden en los cerebros de los seres humanos vivos (salvo que estos cerebros y sus rasgos estructurales se sitúen también en el tercer mundo, un punto que no llega a estar claro en la descripción de Popper)

Con esto Feyerabend pretende dar a entender que no es la racionalidad, el ojo o el estándar que puede determinar lo objetivo al investigador। Si se ubicara allí dejaría de ser humano es decir de ser un sujeto que habla desde su subjetividad y evita caer en la deshonestidad objetiva (Lacan, 1984), en ese orden el psicoanálisis utilizaría las hipótesis ad hoc con una función progresiva pero mediante la contrainducción, ya no para explicar desde la racionalidad los fenómenos sino para comprender tales fenómenos en la subjetividad del analizante o la cultura.

EL PROBLEMA DE LA RACIONALIDAD PARA EL PSICOANÁLISIS Y FEYERABEND.
El anarquismo metodológico se caracteriza por contradecir algunos postulados de Karl Popper, particularmente su criterio de Demarcación, que ubica al investigador en un estado de metaconciencia sobre el conocimiento, esto para Feyerabend será uno de los límites de la argumentación en la racionalidad que evita a toda costa la imaginación, el error, las contrastaciones, dudas y criticas permanentes de la contrainducción, y que pueden ubicarse en la postura del psicoanálisis con respecto a la ciencia, tanto Feyerabend como el Psicoanálisis ubican al investigador lejos de la racionalidad como estándar para intervenir y proponer nuevas formas de hacerlo en la cultura y la ciencia; entonces en psicoanálisis se busca la interpretación de los significantes para dar sentido y crear otros significantes , sea desde el analizante o la cultura que se investigue pero que concierna a los o al sujeto y por otro lado esta Feyerabend quien equipara al hombre de la ciencia con el artista diciendo que la separación entre ciencia y artes es artificial y que se debería cambiar la ciencia y hacer un acuerdo con nuestros deseos (Feyerabend, 1984)।

Por lo tanto el Psicoanálisis reintroduce este concepto para que el hombre no se olvide que detrás de cada científico se esconde un sujeto con un pasado y un acercamiento al conocimiento desde su infancia, que se interroga por el conocimiento pero que a su vez puede interrogarse por su angustia , haciendo surgir así en el Psicoanálisis otra forma de investigar lejos de los parámetros científicos y en búsqueda de lo que a la ciencia no le interesa, es decir una anarquía de acceso al conocimiento subjetivo।

EL PSICOANÁLISIS Y LA INCONMENSURABILIDAD
El psicoanálisis como hemos venido hablando, planteo de entrada, una teoría centrada en la dimensión inconsciente del sujeto y con Lacan se deriva de esta un concepto de verdad, que no es la verdad de la ciencia, ¿Por qué entonces decir que la teoría psicoanalítica, es una teoría inconmensurable?, Paul Feyerabend no niega la existencia de tales teorías y lo manifiesta cuando afirma que se necesita urgente una forma de ciencia que la haga subjetiva y anarquista (Feyerabend, 1974); lo inconmensurable de las teorías, apunta además a estos estándar a los que la ciencia acude para establecer un modelo único de lo valido, de lo científico, es por ello que la idea de Feyerabend, le supone ser considerado anarquista al admitir la existencia de aquello que la ciencia desconoce।

El psicoanálisis rompe justamente con el modelo establecido de ciencia, pues aun cuando conserva el rigor en su praxis y en la investigación, su cuerpo teórico no es comparable con el de las llamadas ciencias, si de establecer su validez se trata। Al respecto, dice Lacan “si el psicoanálisis no es los conceptos en psicoanálisis, es otra cosa” (Lacan, 1964), y con ello aparece, que pueda considerarse al psicoanálisis, teóricamente anarquista, por entrar en la misma postura de Feyerabend, admitir la existencia de lo que la ciencia desconoce, el inconsciente y aun al sujeto. Desde el discurso científico, se ha atacado al psicoanálisis, desde el momento mismo de su aparición pero gracias a sus conceptos que están ahí, el psicoanálisis perdura, tal como lo menciona Lacan, que además reconoce que otros campos del saber se sirven de los conceptos psicoanalíticos, que no pueden dejar de hacerlo, pero lo hacen de una manera que no esta integrada, ni articulada y que no es capaz de hacerse comprender, de transmitirse, ni siquiera de defenderse, (Lacan 1964).

En ese sentido, y mientras deba renunciar a sus conceptos, al psicoanálisis no le interesa ser catalogado como ciencia, o no, por lo menos, dentro de los límites que esta establece, pues hoy como lo afirmara Zizek recién ha llegado el momento del psicoanálisis y como lo reafirmara la psicoanalista Carmen Lucia Díaz, para quien el psicoanálisis, hoy esta más vigente que nunca, y lo esta en función de su objeto, en función del rescate de ese sujeto que se pierde en la niebla de la cultura y la sociedad moderna।

Referencias

ARISTIZABAL, E. (2003). El Patrón Y La Lógica En La Teoría Del Objeto En Lacan. Colombia: Desde El Jardín De Freud. Tomado de DIALNET. NET

FEYERABEND, P (1974). CONTRA EL MÉTODO. Barcelona: Ariel

JIMÉNEZ, J y PALACIOS, B. (2004). Lacan y la Ciencia: Una Pregunta. Revista Electrónica de Psicología La Misión.

LACAN, J. (1964). Seminario 2 de Jacques Lacan, Clase 2: “Saber, Verdad, Opinión”. Psikolibro

LACAN, J. (1965). Seminario de Jacques Lacan. Libro 13: El objeto del psicoanálisis. Psikolibro.

LACAN Y LA CIENCIA: Una Pregunta. Tomado De: (Revista electrónica de Psicología “La Misión”)

LACAN, J. (1984). ESCRITOS 2. La Ciencia y la Verdad. México: Siglo XXI

MACHADO, M। Sobre la pregunta de Investigación. Medellín.

OROZCO। M (2008). La Investigación en y Desde El Psicoanálisis. México.

ZIZEK, S। (2008). Como Leer a Lacan. Argentina. Paidos.