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viernes, 15 de agosto de 2014

LA FULMINANTE/NADIA/NADIE

Por: Jairo Báez

Para llegar al encuentro de algo muy  propio a la Obra de Nadia Granados, empecemos por jugar con la mutación de una sola vocal.  Nadia/Nadie o, da lo mismo, Nadie/Nadia. Ese Nadie que vive todos los días en la jungla de una ciudad agobiada por un sistema que se ha entronizado y que gobierna las acciones de los humanos, se hace visible, rompe las retinas, revolcando las vísceras en el pudor y el asco. Lo más deseado emerge al punto de mostrar su faz ominosa; mostrando lo inefablemente hablado pero aterrorizante.  O esa Nadia que nos hace recordar la revolución bolchevique, esa fracasada intentona por derrocar el imperio de la industrialización liberal, y que quiso alguna vez empoderar a los obreros para terminar siendo un despotismo más del mismo sistema; solamente ahora más militarizado y burocratizado. Para arribar finalmente a la Fulminante, nombre con el que se le conoce artísticamente a aquella que ofrece sus servicios a incautos que andan por la Internet en busca de sexo pago y que se encuentran de tope con algo que no es. Así podemos arriesgarnos a enunciar algo sobre la  Fulminante/Nadia/Nadie.


Como tesis fundamental, en la Fulminante/Nadia/Nadie, el porno y el morbo se elevan a la calidad de sublime. Lo underground emerge hecho obra de arte cumpliendo con todos los requisitos que los hacen uno, el subvertir lo instituido para promocionar algo novedoso. Aunque en su obra se pueden encontrar registros sociales y socializantes de gore, core, crítica, resistencia, planfleto, punk, nada de eso es en esencia. Lo que emerge con fuerza es un nombre propio, capaz de romper con lo mismo, con lo cotidiano, en una obra de Arte. En la propuesta estética de la Fulminante/Nadia/Nadie, aquellos que no tienen voz, los sin voz, que describe Jacques Rancière, toman la palabra y el cuerpo para hablar, para darse un lugar y gritar en el concierto del silencio que caracteriza la indolencia de la desigualdad social, que sólo es tenida en cuenta para corregirla como enfermedad y como acto delictivo, más nunca como efecto-residuo que deja un modelo de producción y relación humana.

La Fulminante/Nadia/Nadie tiene la facilidad de hacer hablar el cuerpo y mostrar que la palabra, la viva voz es vana, en un contexto donde se empoderó lo imaginario. Donde la imagen visual ha usurpado la palabra, no queda más que la exaltación del cuerpo, trasgrediendo cualquier límite que tienda a separar lo púdico y lo impúdico, lo interno y lo externo, lo macho y lo hembra. Su lucha es por hacer hablar la imagen ante la inminente decadencia del símbolo fónico-fálico. La Fulminante/Nadia/Nadie habla en lenguas, porque ninguno que se precie moderno quiere oír algo más allá de deleite sonoro, ninguno quiere oír más allá del goce que despierta el roce del yunque y el martillo. El significado se ha evaporado; solo queda forzar el sentido, postrándose como significante en esa larga cadena que adormece, en busca de un despertar. Ante la ausencia de la palabra que se escucha, la Fulminante/Nadia/Nadie ha implementado una pantalla que hace las veces de traductor de la voz a la escritura. En alusión clara a que ahora todo acto de comunicación pasa por la pantalla y la mirada se fija allí, (radio, televisor, teléfono, computador, y todo gadget producto de la tecnología científica), el cuerpo de la Fulminante/Nadia/Nadie porta un pantalla en la zona pudenda o en cualquiera de esas partes del cuerpo donde el ojo lascivo posa su mirada ávida de placer sexual; allí donde el mensaje tiene mayor probabilidad de capturar al lector en la exacerbación del goce.   


A partir del único instrumento que tiene a mano y que aún hoy convoca la mirada morbosa y lúbrica del gañan y del intelectual, del obrero y del empresario, del joven y del viejo, del santo y del degenerado, del definido y el indefinido, del etc,. y la etc., la Fulminante/Nadia/Nadie obliga a ver y oír lo que el ensordecido y el ciego no quieren, ya sea por cansancio o saturación. El cuerpo de Nadia eclosiona como un arma imposible de vencer e imposible de resistir; los buenos modales que se experimentan en lo público son arrasados por el convencimiento de que en la intimidad, el superyó freudiano hace su verdadera aparición con ese mandato que Jacques Lacan hiciera explícito: goza. Ese saber sobre un superyó impúdico, obsceno y nunca satisfecho es lo que explota la Fulminante/Nadia/Nadie, para hacerse oír y hacer oír lo que la castidad y las sanas costumbres quieren y han logrado adormecer. Si la miseria humana y la diferencia entre los hombres se ha hecho constante e invisible a los sentidos y el pensamiento político, la Fulminante/Nadia/Nadie irrumpe en cuerpo seduciendo e impactando la adormecida psique de los que se atreven a transgredir con su mirada y que en esencia, somos todos aquellos seres parlantes que sólo alcanzan a poner su mejor máscara pintada de moralina cristiana, para volver al mundo de lo público y lo correctamente aceptado.

Como poseída por el espíritu de Sade, la Fulminante/Nadia/Nadie hace  del cuerpo el lugar para dirimir lo que es propio de la política y lo político. Los mismos elementos de culto se tornan en transgresores. Si hay un lugar para la discusión de lo importante del ser parlante, -la polis-, este lugar ya no será el ágora griega, ni el recinto cerrado de los elegidos por una democracia de sí y por siempre decadente,  sino el cuerpo. Este convoca más que la plaza pública, y entre más transgresor y libidinoso, mucho más convocante. Son las bárbaras pulsiones las que mueven las grandes empresas sociales (el reparo está en los juicios de valor); entonces que sea el cuerpo el que decida.

De las pútridas calles de ciudades enfermas donde la vida florece sin la máscara sensiblera, la Fulminante/Nadia/Nadie recoge los elementos básicos para amenizar sus críticas a una sociedad que muere en la hipocresía de las buenas costumbres, el desaforo de la opulencia material y las pocas acciones de conmiseración por la existencia humana. Vaginas evacuantes, penes cercenados, senos insinuantes, bocas hambrientas, se alinean como ejércitos de la última y más fiera resistencia al Establecimiento. El cuerpo sin ortopédicos, solo y llanamente escueto, se convierte en el arma letal para derruir prejuicios que se empoderan como valores insoslayables de la sociedad ideal de los humanos. El cuerpo de la Fulminante/Nadia/Nadie eructa, escupe, excreta, fluidos y residuos de un oficio vital. Toda pretensión de vida trae su inmundicia que todos quieren tapar; el cuerpo de la Fulminante/Nadia/Nadie no. El cuerpo acá toma un lugar natural para denunciar la anti-naturalidad de la sociedad actual que pareciese, se ha preocupado más por la ingestión-digestión-excreción  que por la misma vida. Lo que denuncia la Fulminante/Nadia/Nadie es que la sociedad se ocupa hoy más por los procesos, fragmentados y bizarros por cierto, que por el mismo objeto. La sociedad anda sin norte… o el norte nunca ha estado donde lo ubica la cruz de los vientos de la razón.


Así,  el arte político emerge con fuerza en la obra de Nadia Granados; o mejor, el arte toma su lugar: la política. Aquellos que no tienen voz, a los que se les ha negado la voz, según el planteamiento de Rancière, hablan esta vez mediante la operación que Nadia Granados opera sobre su cuerpo, haciendo que el régimen policivo se vea enfrentado a un auténtico acto político. Dice el psicoanálisis que el cuerpo es el primer y fundamental conflicto del ser que habla; y el cuerpo de Nadia Granados logra enterarnos que la tesis es correcta, el cuerpo es el campo de lo realmente político; esto es, del conflicto con el otro. No obstante, ella sabe ir más allá de la metáfora para demostrar que no existe nada más real para poder enrostrar la política social, que aquel espacio dónde el cuerpo y el trato con él, hace su diáfana aparición. Cuerpo jamás amaestrado por más que sea mancillado; cuerpo que rehúsa la acción policiva y siempre en subversión de lo establecido.  Trasgredir es el sino del sujeto político, trasgredir es lo que hace Nadia Granados con su obra; transgredir es dejar hablar a aquel que no han dejado hablar y eso, lo sabe hacer bien Nadia.   




Referencias

Lacan, Jacques. (2006).  Seminario 20. Aun. Clase 1. Buenos Aires. Paidos.

La Fulminante. En http://www.lafulminante.com/ Página Oficial. Consultada 15 Junio 2014

Lozano, Olga Lucia. Es Nadia, es la fulminante ¿y qué? La Silla Vacía, 28/07/2013. Disponible en Internet  http://lasillavacia.com/content/es-nadia-es-la-fulminante-y-que-45288 Recuperado 28/05/2014


Rancière, Jacques (2011). El tiempo de la igualdad. Diálogos sobre política y estética. Barcelona. Herder.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

URIBE Y SANTOS, ¿COMPAÑÍA?



Por: Julio César Londoño




Algunos analistas suspicaces, quizá demasiado,han descubierto que la rivalidad entre Uribe y Santos es un show, una opereta que busca distraer a la opinión pública de los verdaderos problemas del país.

Argumentos no les faltan. La afinidad ideológica, política y económica entre ambos es evidente. Ambos son neoliberales devotos, demagogos, adoran los montajes (actores que se desmovilizan, “restituciones” con baldíos), a ambos les gustan las soluciones de fuerza y los negocios fáciles (la explotación minera desligada de la industria nacional) y ambos odian la prensa independiente y la separación de poderes.

Aunque todo esto es cierto, es innegable que la rivalidad va en serio y viene de atrás. Santos, que es un señor sagaz, comprendió mucho antes de su posesión que el modelo Uribe estaba agotado y empezó a deslindarse de su jefe político con una premura casi insultante. Antes del 7 de agosto de 2010, tuvo una reunión muy cordial con los presidentes de las cortes para limar asperezas y, sobre todo, para que sus maneras de príncipe contrastaran claramente con las del caballista. Poco después abrazó a Chávez, les dio carteras importantes a los más encarnizados enemigos de Uribe, se arropó con las banderas de la oposición (leyes de tierras y de víctimas) y apoyó las investigaciones sobre corrupción y chuzadas que se le abrieron al gobierno anterior. Era como ese ladrón que huye gritando “¡Cójanlo! ¡Cójanlo!”.

Y lo mejor es que el ardid le ha funcionado. Ahí va el hombre, aún suelto, con su mota intacta y la respingada nariz cubierta para evitar los pestilentes efluvios de la “Era Uribe”.

Pero no creo que todo esto sea un show acordado. Las investigaciones han afectado de verdad la reputación de Uribe y herido de muerte a sus alfiles (Andrés Arias, Luis Carlos Restrepo, Mario Uribe, Jorge Noguera, María del Pilar Hurtado) y los movimientos políticos de Santos han diezmado de manera dramática la clientela y la bancada uribista.

Son razones suficientes para concluir que los suspicaces están equivocados ahora... Pero temo que tendrán razón a mediados del 2013. Es muy probable que para entonces los diálogos con las Farc hayan fructificado, hecho que compensará los fracasos de Santos en todas las otras áreas (salud, educación, agricultura, restitución, víctimas, carreteras, obras de mitigación) y lo dejará bien posicionado para su reelección en el 2014. Este mismo hecho, y los crecientes problemas de seguridad, enardecerán a la ultraderecha y fortalecerán la imagen de Uribe, que lanzará su candidato, quizá Alejandro Ordóñez (contra Fernando Londoño atenta la naftalina de su retórica; contra Óscar Iván Zuluaga, el ceño como de estreñimiento, y, obviamente, Uribe jamás postulará a una mujer). Será en este momento cuando Uribe y Santos comprenderán que pueden copar toda la escena, convencer al país de que ellos representan todo el espectro político, Uribe a la derecha y Santos al resto, al centro y a la “izquierda” moderada, representada por el Partido Liberal y liderada por dos incondicionales suyos, Rafael Pardo y Simón Gaviria.

A pesar de su fortaleza, Santos teme la influencia de Uribe, especialmente en las regiones. Y como a ninguno de los dos le interesa que se les cuele por el medio un candidato alternativo que canalice el enorme descontento popular, arreciarán sus trinos y rabietas para mostrarse como dos líderes diferentísimos, para que el dilema del elector sea Uribe o Santos, y nadie más, mientras hacen acuerdos por debajo de la mesa para que, gane quien gane, el perdedor conserve cuotas de poder, la derecha se mantenga, el mercado duerma tranquilo y la exclusión se perpetúe durante otros 56 años de glorioso, imbatible y tácito Frente Nacional.

jueves, 10 de noviembre de 2011

COMUNICADO MOVIMIENTO ESTUDIANTES COLOMBIANOS

EL PRESENTE DE
LA EDUCACIÓN SUPERIOR
NOS PREOCUPA

Mediante la difusión de distintos medios de comunicación se ha disfrazado la realidad en torno a la propuesta de reforma a la ley de Educación Superior, presentada  y radicada en el congreso por el presidente Juan Manuel Santos y la ministra de educación María Fernanda Campo. Si este proyecto de ley es tan positivo, se ha preguntado usted,  ¿Por qué los estudiantes de las distintas universidades colombianas, públicas y privadas nos oponemos a él??

¿Sera que es tan bueno como lo pintan?¿Sera que en realidad hay más presupuesto para la educación superior?¿Nos servirán los créditos para asegurar la cobertura en educación?¿Si habrá mayor inclusión?¿Se dará un mejoramiento continuo de la calidad educativa?,¿Se respetara la autonomía de las instituciones?¿Se respetara el derecho a la educación?

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL NACIONAL DICE
 ¡NO!

Las razones son las siguientes:

- Las regalías siguen siendo un medio de financiación con ánimo de lucro y con lucro no se garantiza la calidad, solo el enriquecimiento de los mismos.

- Si abren 92.000 cupos mas, sin mejorar el presupuesto real para cada estudiante (para  infraestructura, bibliotecas, laboratorios, investigación etc), no solo nada se logrará, sino que se deteriorara la calidad de la educación ofrecida a cada estudiante.

Usted, padre de familia, amigo, ciudadano, hombre o mujer, que ha sido víctima de los créditos de vivienda (que es el mínimo necesario para vivir), se endeudaría con su hijo, para pagar sus estudios, sabiendo que luego se quedaría pagando por ello más de 15 años?. En últimas ¿estudio 5 años y me endeudo 15?, pagando cuotas con interés compuesto que aumentaran constantemente!!

- Las carreras técnicas y tecnológicas tendrán prioridad en los créditos, además serian los lugares privilegiados para que nos eduquemos –según esta ley- , lo que implica que ser profesional seguiría siendo privilegio de unos pocos, mientras la mayoría de la población se prepararía para ser mano de obra barata, o maquiladores, dedicados solo a trabajar sin derecho a pensar. Queremos pensar, queremos transformar, queremos cuestionar, investigar, porque es la vía del conocimiento el  camino hacia el verdadero desarrollo humano y social.

- Porque obtener un buen resultado en el ICFES ya no es garantía de reconocimiento social,  ni de apoyo económico, puesto que a lo que se accede es una “beca crédito”, ¿otro endeudamiento más??? ¿Qué paso con la responsabilidad del estado?

En una sociedad como la nuestra, donde la educación es promulgada como derecho fundamental, es un deber del estado proporcionar educación de calidad, accesibilidad de todos a ella, de forma gratuita y enmarcada en un Estado de derechos, no es posible admitir este tipo de reformas. Por ello, nos oponemos a que nuestro derecho a la educación no se respete, que se nos engañe, los estudiantes no somos mercancía. Nuestra voz se está haciendo sentir y la movilización lo invita a usted, a su familia, a la comunidad a que se entere y se una  a la protesta contra esta reforma a la ley 30.

- Si en realidad deseamos cambiar la sociedad Colombiana, NO solo necesitamos educación para todos, sino mejor educación, UNA DE CALIDAD!!!

viernes, 21 de octubre de 2011

COMUNICADO ESTUDIANTES CESMECA A LA COMUNIDAD

TEMA: SOBRE CUMBRE TURISMO AVENTURA
 
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A los medios de difusión tradicionales y alternativos
A los organismos defensores de derechos humanos
Al presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa
A las autoridades de Chiapas: Gobernador Juan Sabines Guerrero
A  la Presidenta Municipal de San Cristóbal de las Casas Cecilia Flores Pérez

Este 16 de octubre los y las habitantes de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, presenciamos la inauguración de la Cumbre Internacional de Turismo de Aventura. Según el discurso oficial del Presidente Felipe Calderón, con estas actividades se busca “que las y los ciudadanos de las comunidades marginadas,  salgan de la pobreza”, mediante el impulso de una política que se presenta como espectáculo de la vida y carencias cotidianas  de las propias comunidades.

De acuerdo al discurso oficial, los servicios turísticos aludidos, buscaran llenar las comunidades de “intrépidos turistas”,  dispuestos a pagar por conseguir un papel en el teatro de la pobreza. Se incluye la creación de aventuras dentro de los pueblos indígenas, vistos como objetos de ornato, donde los turistas  vivencíen  la experiencias  de encontrarse en las montañas,  sentir  sus penurias y regresar a la ciudad para  contar su sobrevivencia.

Veladamente, se pretende hacer creer, que las injusticias  y las desigualdades sociales que  padecen las comunidades, emergen del “autoaislamiento”  que ellas mismas se imponen. Y  que con este tipo de actividades turísticas se les incluirá en el “progreso”. 

La voz oficial ha señalado que, estas actividades económicas, se impulsan  para combatir supuestamente la desigualdad y la pobreza, pero extrañamente se deja de tomar en cuenta la opinión y los derechos de los protagonistas principales, como los pueblos originarios de la zona. Es evidente que estamos frente a una clara muestra de un colonialismo moderno y de aventura.

Por otro lado, con el fin de hacer lucir la Cumbre mencionada, la Presidenta Municipal de San Cristóbal de las Casas, Cecilia Flores Pérez,  junto con los representantes del rubro turístico, oficialmente negociaron (no sabemos en qué términos) con los vendedores y vendedoras ambulantes indígenas que se ubican en el parque central, los alrededores del centro histórico y el parque de la plaza de Santo Domingo. A viva voz de niños y niñas y de mujeres vendedoras, comentaron que no se les ofreció ningún recurso para “desaparecer” sino que se les amenazó con el despojo de sus mercancías y la detención, con el uso de la fuerza pública. A su vez, esta medida fue reforzada con una espectacular torre de seguridad instalada en la Plaza de la Paz, de esta ciudad.

Con esta medida, cuestionable política y éticamente, las autoridades municipales, desalojaron temporalmente a las y los comerciantes mayoritariamente indígenas, y proyectaron sus prejuicios sobre este sector que “afea” la ciudad, en el fondo también se ve, el afán de desarrollar una práctica decimonónica racista y excluyente, con fuerte olor a  limpieza social.

Los principales beneficiados en este teatro de la pobreza,  es  la estructura gubernamental con amplia experiencia en  justificar presupuesto, así como también los  empresarios “solidarios” nacionales y extranjeros,  “capitalistas con visión social y ecológica”  que ahora incluyen como mercancía el paisaje natural, cuidado por siglos por los pueblos originarios.

Dentro de estos escenarios naturales que se están ofertando al capital, hay algunos espacios que son considerados sagrados por los pueblos originarios, pero otra vez, eso tiene nulo valor.
Es importante hacer resaltar que dentro de esta oferta turística, se encuentran comunidades indígenas en resistencia y/o  autónomas, con años de experiencia trabajando en formas alternativas de convivencia y reproducción.  Su actividad, como es conocida públicamente, trasciende la visión hegemónica de la explotación de los recursos naturales, fundamentalmente para  obtener mayores ganancias económicas,  a costa de la dignidad y derechos de las personas y  donde sí importa la historia y cultura de los pueblos originarios.

Podría ser que con esta Cumbre Internacional de Turismo de Aventura, se esté abriendo otro frente contra los pueblos indígenas en resistencia y/o  autónomas, con criminal contenido contrainsurgente. 

Por todo esto nos pronunciamos  para que:

1.- Se evite el  ocultamiento de la realidad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas en la que cientos de niños y niñas sobreviven junto con sus padres de la venta de dulces y artesanías, y que debido a la presencia empresarial nacional e internacional se les ha “desaparecido” por razones de “estética” urbana.

2.- Rechazamos todo intento de que los recursos naturales y culturales de Chiapas y en general del país, sean considerada una mercancía, o que sirvan para enriquecer a un pequeño grupo de empresarios nacionales y extranjeros, ni mucho menos que el ecoturismo sirva como un instrumento de integración forzada y unilateral al capitalismo neoliberal a los grupos originarios y comunidades rurales históricamente violentadas por el Estado.

3.- Exigimos el respeto a los derechos de los pueblos originarios, así también las garantías legales suficientes para las comunidades indígenas en resistencia y/o  autónomas, con el fin de que se respete sus  formas alternativas de convivencia y reproducción.

 
Atentamente


Estudiantes de Doctorado en Ciencias Sociales y Humanísticas del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA):  León Felipe Solar Fonseca (Chiapas), Isela González Marín (Mérida), Rosa Liberta Xiap Riscajché (Guatemala), Montserrat Balcorta Sobrino (San Luis Potosí), Patricia De los Santos Chandomí (Chiapas), Efrén López Orozco (Guadalajara), Liliana Bellato Gil (Chiapas), Guadalupe Cantoral Cantoral (Chiapas), Nelly Cubillos Álvarez (Chile).

 Estudiantes de Maestría en Ciencias Sociales y Humanísticas del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA):  Pablo Uc González (Guadalajara), Claudia Isabel Serrano Otero (Colombia) , Jesús Gómez Abarca (Chiapas), Martin Yoshio Cruz Nakamura (Chiapas).

Profesores (as) Investigadores (as) del CESMECA: Dr. Jorge Ramón González Ponciano (DF), Dra. Mercedes Olivera Bustamante (Chiapas), Dra. Mª Dolores Vargas Llovera (España), Mtro. Efraín Ascencio Cedillo (Guadalajara), Mtra. Mónica Aguilar Mendizábal (Coordinadora del Posgrado del CESMECA).

jueves, 25 de agosto de 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

MONOLOGO DE LA MUJER MODERNA

MONOLOGO DE LA MUJER MODERNA

Por: Anónimo

(Enviado por una lectora de la Revista Indexno)

Son las 6.00 a.m., el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared.  Estoy acabada. Quiero quedarme en casa,  cocinando, escuchando música, cantando, etc. si tuviera un perro, lo  pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de casa, meterme en el carro  y tener que poner el cerebro a funcionar. 

Me gustaría saber quién fue la bruja imbécil, la matriz de las feministas, que tuvo la grandiosa idea de reivindicar los derechos de la mujer, y por qué hizo eso con nosotras, que nacimos después de ella.

Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se  pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas,  decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo  legumbres de las huertas y educando a sus  hijos. la vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y  cocina, sus esposos las cuidaban, amaban, las comprendía y lo mejor las mantenía.

Y después se puso mejor, teníamos servidumbre, llego el teléfono, las telenovelas, la píldora, la tarjeta de crédito, ahora el internet!!! Cuántas horas de paz!!!!  Hasta que vino una solterona marimacho y fea, a la que por lo visto no le gustaba el corpiño, ni dedicarse al hogar, vino a contaminar a varias otras rebeldes inconsecuentes con ideas raras sobre 'vamos a conquistar nuestro espacio'. ¡Qué espacio ni qué diablos!!!

Si ya teníamos la casa entera!!! Todo el entorno era nuestro, el mundo  a nuestros pies!!! Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de  nosotras para comer, vestirse, manejar sus cuentas, y ahora... ¿donde carajos están? no lo sabemos... pues ni siquiera nos queda tiempo para ir al almorzar con ellos y nos la pasamos todo el día tan ocupadas que toca creerles y confiar en ellos.  

Después de un largo día acabamos agotadas, exhaustas, ni hacer el amor queremos, nos duele la cabeza, argumentamos mil tarugadas por cansancio... para que tanto poder??? Díganme!!! Si ya ni complacer a nuestro marido podemos!!!!!!

Ahora ellos están confundidos, no saben  qué papel desempeñan en la sociedad, huyen de nosotras, como el diablo de la cruz, les damos miedo, tanta pinche independencia acabo por hacerlos huir!!!

Tenemos que ser ejecutiva, esposa, madre, hija, amiga, dirigir la oficina, hacer las tareas de los hijos, velar para que nuestra casa siempre esté impecable y la empleada no haga estragos, cocinarle de vez en cuando al marido para que no se aburra ( porque una de dos: o come en la calle o donde la mamá), asistir a reuniones en el colegio de los niños, llevarlos al médico, a la natación, al karate, a la nivelación, etc. etc, etc.

De repeso tenemos que llegar a casa primero que nuestro esposo, para alcanzar a darnos un buen baño y nos encuentre fresca, divina, rosagante, echarnos toooodas las cremas (la humectante de la noche, la rejuvenecedora, la de las patas de gallina, la de los labios, la de las mejillas, la de las cejas, la del cuerpo, la de la celulitis, la antriestrías, la extrahumectante para codos y rodillas, etc, etc, etc. fuera de eso estar dispuestas a darle gusto en la cama porque si no sale a la calle a buscarse una vieja bien buena, bruta y mantenida.

Ese chistecito, acabó llenándonos de deberes. Y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería crónica aguda!!!  Antiguamente los matrimonios duraban para siempre. Y ahora si te divorcias hasta hay que mantenerlos o compartir con ellos la mitad de los que con tanto esfuerzo has conseguido!!!!!!!!

¿Por qué, díganme por qué, liberación femenina????...que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos... Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro. estaba muy claro, cada quien en su sitio desde Adán y Eva.... Liberación femenina... Esto no iba a terminar bien!!!

No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una  escoba, pero con tetas y culo duritos, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, hacerme mantenimiento en el quirófano, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, anti arrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la  lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, instalarme todo el día frente al pc trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo  problemas uno detrás de otro, que además ni son mis problemas!!!

Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo). Y mira que teníamos todo resuelto!!!

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, especializaciones y doctorados; para qué???? Para que mires alrededor y te ves vieja, fea, sola, acabada, tu marido te dejó, tus hijos crecieron, se casaron, y qué???????

Nos volvimos 'súper mujeres' . Pero en el fondo aún nos discriminan y tenemos más responsabilidades que antes y diganme aqui entre nos con el corazón en la mano... somos felices???? noooo que vá, puro cuento!!!
¡¡¡Basta!!!

Quiero que alguien me abra la puerta para subirme al auto, , que corra la silla cuando me voy a sentar, que me mande flores, que me dé serenatas en la ventana, que me haga masajes en la tina y me trate como su porcelana... si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar. ¿¿para quééééé había que demostrárselo a ellos??

Ay, dios mío, son las 6:30 am y tengo que levantarme... ¡qué fría está mi solitaria y grandísima cama!... Carajos!!!!... Quiero que mi maridito llegue del trabajo, que se siente en el sofá, que disfrutemos de una cena juntos, que me haga el amor, que me haga sentir mujer... porque descubrí que es mucho mejor servirle una cena casera que atragantarme con un sándwich y una coca-cola light mientras termino el trabajo que me traje a casa.

No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas...y abandonadas y lo peor aun pendejas!. Estoy hablando muy seriamente... renuncio a  mi puesto de mujer moderna.

Quiero que me consientan, me traigan el desayuno a la cama, quiero hacer el amor con ganas, no quiero más celular, estrés, trancones, regaños del jefe, reclamos de mis hijos porque no les presto la atención que necesitan (ya no doy más hago lo que puedo)... quiero una vida tranquila sin llevar a cuestas las consecuencias de la globalización y liberación femenina!!!!!!!!

Alguien más se suma...?

viernes, 7 de enero de 2011

DESEOS PARA EL 2011

DESEOS PARA EL 2011

Por: EDUARDO GALEANO



-Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.

-Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

-Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

-Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

-Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

-Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.

Ojalá.

jueves, 9 de diciembre de 2010

WIKILEAKS

WIKILEAKS

Por: Comunidad Avaaz

La feroz campaña de intimidación en contra de Wikileaks está estremeciendo a defensores de la libertad de prensa en todo el mundo.

Expertos legales opinan que es probable que Wikileaks ho haya vulnerado ninguna ley. Sin embargo, destacados políticos estadounidenses lo han tachado de grupo terrorista y se ha llegado a insinuar que habría que matar a los miembros de su equipo. La organización está sufriendo un ataque masivo por parte de gobiernos y corporaciones, pero WikiLeaks se está limitando a publicar información facilitada por confidentes, en colaboración con algunos de los periódicos más prominentes del mundo (New York Times, The Guardian, Spiegel, El País), quienes examinan cuidadosamente la información antes de publicarla.

Esta gigantesca intimidación extra-judicial constituye un ataque a la democracia misma. De manera urgente, necesitamos alzar nuestras voces en defensa de la libertad de prensa y expresión. Firma la petición para poner fin al asalto, y reenvía este mensaje a todos tus conocidos. ¡Reunamos 1 millón de voces esta semana y publiquemos anuncios a toda página en periódicos en los EE.UU.!

http://www.avaaz.org/es/wikileaks_petition/?vl

WikiLeaks no está actuando sola. Está trabajando conjuntamente con destacados periódicos a nivel mundial (New York Times, Guardian, Der Spiegel. El País, etc) para evaluar cuidadosamente 250,000 cables diplomáticos de los EE.UU. y eliminar cualquier información cuya publicación fuese irresponsable. Solamente 800 cables han sido publicados hasta la fecha. Anteriores revelaciones de WikiLeaks han destapado casos de tortura a manos de gobiernos, el asesinato de civiles inocentes en Irak y Afganistán, y escándalos de corrupción en el seno de grandes corporaciones.

El gobierno de los EE.UU. está agotando todos los posibles cauces legales para impedir que WikiLeaks publique más cables, pero lo cierto es que las leyes democráticas protegen la libertad de prensa. Es muy posible que los Estados Unidos y otros gobiernos no sean partidarios del tipo de legislación que protege nuestra libertad de expresión, pero es precisamente por ello por lo que es crucial que existan dichas leyes, y que sólo a través de un proceso democrático sea posible reformarlas.

Es normal que existan desacuerdos sobre si WikiLeaks, y los periódicos con los que está colaborando, están diseminando más información de la que los ciudadanos debieran conocer; o si las informaciones publicadas debilitan el principio de confidencialidad diplomática, y si eso es algo bueno. O sobre si el fundador de Wikileaks, Julian Assange, tiene la personalidad de un héroe o de un villano. Pero nada de esto justifica la encarnizada campaña de intimidación dirigida a silenciar un medio de comunicación legal emprendida por gobiernos y corporaciones. Haz clic a continuación para unirte al llamamiento para poner fin a este asalto:

http://www.avaaz.org/es/wikileaks_petition/?vl

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué los medios de comunicación casi nunca ofrecen la verdadera historia de lo que sucede a puerta cerrada, entre los bastidores de la política? Aquí tenemos el por qué: porque cuando así lo hacen, los gobiernos pueden llegar a ser despiadados en sus respuestas. Y cuando esto ocurre, somos los ciudadanos los que tenemos que alzarnos en defensa de nuestros derechos democráticos a gozar de libertad de prensa y de expresión.

Con esperanza,

Ricken, Emma, Alex, Alice, Maria Paz, Luis, Paula y el resto del equipo de Avaaz.


jueves, 16 de septiembre de 2010

¿QUÉ TENEMOS QUE CELEBRAR?

¿Qué tenemos que celebrar?



Adelfo Regino Montes

La Jornada, 2010/09/15



Ante los actos conmemorativos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana convocados por el gobierno federal, los pueblos indígenas no tenemos nada que celebrar. Antes bien, hay mucho que reflexionar sobre la delicada situación de marginación, exclusión, explotación, racismo y discriminación en la que perviven nuestros pueblos en todos los ámbitos de la vida cotidiana y, desde luego, mucho que trabajar y luchar para resolver nuestras ancestrales reivindicaciones de autonomía, justicia, desarrollo y reconstitución.


Nada hay que festejar cuando a 200 años de iniciada la llamada Independencia mexicana y a 100 años de la primera revolución social del siglo XX, México sigue en deuda con nuestros pueblos indígenas. Esto es así ya que, pese a la gran participación de estos mismos en el movimiento de la Independencia, al triunfo de la referida gesta histórica los pueblos indígenas fuimos excluidos en la conformación estructural y organizativa del Estado mexicano. Pero no sólo eso, sino que a los llamados “padres de la patria” se les ocurrió darnos el trato de extranjeros en nuestra propia tierra, similar a lo acaecido en los Estados Unidos de América, donde se llevó a cabo una guerra de exterminio en contra de las tribus indias y la consecuente creación de las denominadas reservaciones indígenas.


Lamentablemente, con el movimiento de Independencia los pueblos indígenas nos liberamos del yugo de la corona española, pero desde entonces vivimos sometidos y sojuzgados por los nuevos amos y señores de México, por aquellos que heredaron el poder y el dinero de los conquistadores. La anhelada libertad, consustancial a cualquier movimiento libertario, para los pueblos indígenas de México y América Latina, sólo fue un sueño que pronto se tornaría en pesadilla. Desde esta óptica, en la Constitución de 1824 quedamos tajantemente excluidos en lo que concierne a nuestros derechos y aspiraciones, como hasta hoy.


Esta lógica de negación y exclusión rotundas continuaron vigentes durante toda esa etapa de la vida nacional, muy especialmente en el movimiento de la Reforma, en el que, en nombre de la libertad y la igualdad, de la homogeneidad y del individualismo, quiso ser borrado todo vestigio de diversidad y heterogeneidad, y fueron considerados nuestros pueblos un serio obstáculo hacia los afanes de orden y progreso de los poderosos de aquellas épocas. Según los connotados liberales, el individuo era el centro de todo y cualquier vestigio de vida comunitaria y colectiva debía ser sacrificado. Fue así que se desamortizaron los bienes comunales de los pueblos indígenas en diversas partes del país, dando origen al más aberrante latifundismo que más tarde daría origen al grito de “¡tierra y libertad!”


La inercia de la exclusión y la negación sembradas 100 años atrás y la excesiva polarización de la sociedad mexicana, entre ricos y pobres, entre grandes latifundistas y los incontables peones acasillados que habían proliferado en diversas partes del país, harían brotar en el seno de la sociedad indígena y campesina, en el norte y en el sur, el grito de “¡tierra y libertad!” en 1910. La falta de libertad, pese a que presumíamos ser independientes, la exaltación del individualismo en sociedades comunitarias, la excesiva concentración de la riqueza en manos de los caciques y latifundistas frente a la terrible pobreza de millones de mexicanos habían hecho germinar la posibilidad y realización de la hoy llamada Revolución Mexicana. Tal como había sucedido en los ejércitos insurgentes de Hidalgo y Morelos en el movimiento de Independencia, al frente de batalla de los ejércitos de Zapata y Villa, entre otros líderes revolucionarios, iban los habitantes de los pueblos indígenas y campesinos. Quizás lo hacían porque no había absolutamente nada que perder, ya que de por sí su vida era totalmente insignificante a los ojos de los poderosos, y sí mucho que ganar, al menos la posibilidad de morir soñando que sus hijos tendrían una vida mejor, con tierra, dignidad y libertad.


Pese a que muchos de estos valientes y anónimos revolucionarios ya no verían la materialización de sus sueños y aspiraciones, la Constitución de 1917 consagraría muchas de las legítimas reivindicaciones que en vida habían enarbolado. En la revisión del nuevo pacto social mexicano se reconocería la vigencia del municipio libre y soberano en el artículo 115 constitucional, para poner un alto a la barbarie y al autoritarismo de los jefes políticos del porfiriato, poniendo con ello un serio dique al centralismo mexicano. Con la aprobación del artículo 27 se daría paso al reconocimiento y la titulación de los bienes comunales, la restitución agraria y la dotación de tierras a los desposeídos frente a la ignominia del cacique, el latifundio y las muy diversas formas de explotación campesina e indígena fomentada por la ambición y la avaricia. Los derechos básicos de los trabajadores urbanos y rurales serían consagrados en el artículo 123 de la nueva Carta Magna. Así, parados en la sangre y en el dolor del pueblo, presumiríamos al mundo una renovada normatividad con gran contenido social y libertario.


Hoy muchas de estas conquistas históricas permanecen incumplidas y el estado de cosas no ha cambiado sustancialmente para nuestros pueblos y la gran mayoría de la sociedad mexicana. Aunque pervivimos alrededor de 15 millones de habitantes indígenas pertenecientes a 62 pueblos ubicados en la geografía nacional, estamos sometidos a un lamentable proceso de exterminio y muerte. Así nuestras lenguas y culturas están desapareciendo constantemente; nuestras tierras, territorios y recursos naturales están seriamente amenazados por la imposición de proyectos de las empresas nacionales y trasnacionales; la marginación, la pobreza y la migración han aumentado debido a la caída de la producción agrícola y la falta de valorización de los productos del campo; nuestros procesos de autonomía indígena y democracia comunitaria están siendo violentados y fragmentados para evitar su supervivencia y fortalecimiento; la criminalización del movimiento indígena y social se ha convertido en parte de la cotidianidad de nuestras organizaciones e instituciones comunitarias.


Ello como consecuencia de una política de Estado etnocida, excluyente, racista y discriminatorio, así como de un modelo económico mundial basado en la avaricia, la mercantilización de la vida, la violación de los derechos fundamentales y la explotación irracional de los recursos naturales, que invariablemente nos están llevando a la destrucción y a la muerte. Con este panorama no tenemos nada que festejar; antes debemos hacer memoria histórica, para que sobre esa base podamos refundar el país y volver a sembrar esperanza en estas tierras.

martes, 7 de septiembre de 2010

DOLOR PAÍS, VERGUENZA PAÍS

Dolor país, verguenza país

Miguel Angel Aguilar González

En el año 2002 y bajo el contexto de la crisis económica-política-social que vivía Argentina, Silvia Bleichmar redactó “Dolor país”, ahí ensaya un análisis, una denuncia, un desahogo y un intento de indicar algunos caminos éticos, ideológicos y anímicos que conduzcan a la rehumanización de una sociedad que se percibe y se siente en carne propia como devastada.

No es por casualidad que traemos a colación el titulo de este ensayo y agregamos algo más: vergüenza país. Pero lo hacemos ahora para tratar de expresar lo que sentimos con respecto a lo que ocurre cotidianamente en México.

Queda suficientemente claro y es casi un hecho consumado la pérdida de ideales solidarios, el relativismo moral, la suficiencia mediática, la primacía de la razón económica-financiera, la percepción del prójimo, del próximo, del otro, del semejante como competidor y por lo tanto como amenaza. Deshumanización de una sociedad en la que la miseria, la desesperación y una casi total desesperanza coexisten con la presunción de la más insultante riqueza, la banalidad, el cinismo y el simple tedio.

¿Visión ideologizada y/o pesimista de la realidad? Tal vez. Pero ¿qué decir cuándo la pretendida explicación de un hecho deviene en su justificación?, ¿Y cuando la pretensión colectiva de un futuro mejor -así no más, sólo mejor-, se hace derrumbar una y otra vez pretextando carencia de principio de realidad? ¿Y cuando se convierte a las víctimas en responsables de su propia desgracia?

Hemos acuñado una forma de producir dolor en otros seres humanos que combina casi perfectamente la agresividad, el sadismo y la crueldad de unos -los menos es verdad- con la apatía, el cinismo, la insensibilidad y hasta la aprobación y el asentimiento de otros. Estamos llegando al punto en que tendremos que preguntarnos cuál de las dos posiciones es más criminal y causa más dolor.

Veintiocho mil muertos -de muerte violenta- en cuatro años, se dicen y los escuchamos con la mayor facilidad posible, como si su referente concreto fuera similar al anuncio del estado del tiempo, o incluso al tipo de cambio. Como si cada una de esas muertes no significara absolutamente nada. Tan sólo un mal necesario para alcanzar ciertas metas, algunas incluso hasta razonables como tan razonable suena la seguridad.

La masacre de setenta y dos migrantes originarios de diversos países latinoamericanos ocurrida en días recientes en suelo mexicano es un acontecimiento doloroso y absolutamente deleznable, como lo son las vejaciones y abusos constantes que tantos otros migrantes sufren en su tránsito por este país: secuestro, robo, extorsión, violaciones, torturas, golpizas y asesinatos, a manos de criminales y autoridades, son una realidad cotidiana.

Es una realidad tan cotidiana como cotidianos son los perpetrados contra integrantes de organizaciones sociales, estudiantes, periodistas, observadores y defensores de derechos humanos, de niños y mujeres. Quienes sean los autores intelectuales y materiales de los hechos, ¿criminales o autoridades? Ya casi carece de sentido preguntarlo. Ya casi nada tiene sentido ni importancia…

No sólo hemos estamos perdiendo la capacidad de asombro, sino incluso la capacidad tan humana de sentir en lo más hondo cualquier injusticia. Nos estamos acostumbrando y estamos aprendiendo a vivir con las más denigrantes muestras de violencia y muerte. Esperemos que no perdamos la capacidad de sentir vergüenza por ello.

viernes, 14 de mayo de 2010

SOBRE LA DINAMICA DE LA TRANSFERENCIA


SOBRE LA DINAMICA DE LA TRANSFERENCIA

Sigmund Freud
(1912)

El tema de la «trasferencia», difícil de agotar. Yo querría añadir aquí algunas puntualizaciones a fin de que se comprenda cómo ella se produce necesariamente en una cura psicoanalítica y alcanza su consabido papel durante el tratamiento.

Aclarémonos esto: todo ser humano, por efecto conjugado de sus disposiciones innatas y de los influjos que recibe en su infancia, adquiere una especificidad determinada para el ejercicio de su vida amorosa, o sea, para las condiciones de amor que establecerá y las pulsiones que satisfará, así como para las metas que habrá de fijarse. Esto da por resultado, digamos así, un clisé (o también varios) que se repite -es reimpreso- de manera regular en la trayectoria de la vida, en la medida en que lo consientan las circunstancias exteriores y la naturaleza de los objetos de amor asequibles, aunque no se mantiene del todo inmutable frente a impresiones recientes. Ahora bien, según lo que hemos averiguado por nuestras experiencias, sólo un sector de esas mociones determinantes de la vida amorosa ha recorrido el pleno desarrollo psíquico; ese sector está vuelto hacia la realidad objetiva, disponible para la personalidad conciente, y constituye una pieza de esta última. Otra parte de esas mociones libidinosas ha sido demorada en el desarrollo, está apartada de la personalidad conciente así como de la realidad objetiva-, y sólo tuvo permitido desplegarse en la fantasía o bien ha permanecido por entero en lo inconciente, siendo entonces no consabida para la conciencia de la personalidad. Y si la necesidad de amor de alguien no está satisfecha de manera exhaustiva por la realidad, él se verá precisado a volcarse con unas representaciones expectativa libidinosas hacia cada nueva persona que aparezca, y es muy probable que las dos porciones de su libido, la susceptible de conciencia y la inconciente, participen de tal acomodamiento.

Es entonces del todo normal e inteligible que la investidura libidinal aprontada en la expectativa de alguien que está parcialmente insatisfecho se vuelva hacia el médico. De acuerdo con nuestra premisa, esa investidura se atendrá a modelos, se anudará a uno de los clisés preexistentes en la persona en cuestión o, como también podemos decirlo, insertará al médico en una de las «series» psíquicas que el paciente ha formado hasta ese momento. Responde a los vínculos reales con el médico que para semejante seriación se vuelva decisiva la «imago paterna» -según una feliz expresión de Jung. Empero, la trasferencia no está atada a ese modelo; también puede producirse siguiendo la imago materna o de un hermano varón. Las particularidades de la trasferencia sobre el médico, en tanto y en cuanto desborden la medida y la modalidad de lo que se justificaría en términos positivos y acordes a la ratio, se vuelven inteligibles si se reflexiona en que no sólo las representaciones expectativa concientes, sino también las rezagadas o inconcientes, han producido esa trasferencia.

No correspondería decir ni cavilar más sobre esta conducta de la trasferencia si no quedaran ahí sin esclarecer dos puntos que poseen especial interés para el psicoanalista. En primer lugar, no, comprendemos que la trasferencia resulte tanto más intensa en personas neuróticas bajo análisis que en otras, no analizadas; y en segundo lugar, sigue constituyendo un enigma por qué en el análisis la trasferencia nos sale al paso como la más fuerte resistencia al tratamiento, siendo que, fuera del análisis, debe ser reconocida como portadora del efecto salutífero, como condición del éxito. En este sentido, hay una experiencia que uno puede corroborar cuantas veces quiera: cuando las asociaciones libres de un paciente se deniegan, en todos los casos es posible eliminar esa parálisis aseverándole que ahora él está bajo el imperio de una ocurrencia relativa a la persona del médico o a algo perteneciente a él. En el acto de impartir ese esclarecimiento, uno elimina la parálisis o muda la situación: las ocurrencias ya no se deniegan; en todo caso, se las silencia.

A primera vista, parece una gigantesca desventaja metódica del psicoanálisis que en él la trasferencia, de ordinario la más poderosa palanca del éxito, se mude en el medio más potente de la resistencia. Pero, si se lo contempla más de cerca, se remueve al menos el primero de los dos problemas enunciados. No es correcto que durante el psicoanálisis la trasferencia se presente más intensa y desenfrenada que fuera de él. En institutos donde los enfermos nerviosos no son tratados analíticamente se observan las máximas intensidades y las formas más indignas de una trasferencia que llega hasta el sometimiento, y aun la más inequívoca coloración erótica de ella. Una sutil observadora como Gabriele Reuter lo ha pintado en un maravilloso libro, para un tiempo en que apenas existía psicoanálisis alguno; en ese libro se traslucen las mejores intelecciones sobre la esencia y la génesis de las neurosis. Así, no corresponde anotar en la cuenta del psicoanálisis aquellos caracteres de la trasferencia, sino atribuírselos a la neurosis.

En cuanto al segundo problema -por qué la trasferencia nos sale al paso como resistencia en el psicoanálisis-, aún no lo hemos tocado. Ahora, pues, debemos acercarnos a él. Evoquemos la situación psicológica del tratamiento: Una condición previa regular e indispensable de toda contracción de una psiconeurosis es el proceso que Jung acertadamente ha designado como «introversión» de la libido.

Vale decir: disminuye el sector de la libido susceptible de conciencia, vuelta hacia la realidad, y en esa misma medida aumenta el sector de ella extrañada de la realidad objetiva, inconciente, que si bien puede todavía alimentar las fantasías de la persona, pertenece a lo inconciente. La libido (en todo o en parte) se ha internado por el camino de la regresión y reanima las imagos infantiles. Y bien, hasta allí la sigue la cura analítica, que quiere pillarla, volverla de nuevo asequible a la conciencia y, por último, ponerla al servicio de la realidad objetiva. Toda vez que la investigación analítica tropieza con la libido retirada en sus escondrijos, no puede menos que estallar un combate; todas las fuerzas que causaron la regresión de la libido se elevarán como unas «resistencias» al trabajo, para conservar ese nuevo estado. En efecto, si la introversión o regresión de la libido no se hubiera justificado por una determinada relación con el mundo exterior (en los términos más universales: por la frustración de la satisfacción), más aún, sí no hubiera sido acorde al fin en ese instante, no habría podido producirse en modo alguno. Empero, las resistencias de este origen no son las únicas, ni siquiera las más poderosas. La libido disponible para la personalidad había estado siempre bajo la atracción de los complejos inconcientes (mejor dicho: de las partes de esos complejos que pertenecían a lo inconciente) y cayó en la regresión por haberse relajado la atracción de la realidad. Para liberarla es preciso ahora vencer esa atracción de lo inconciente, vale decir, cancelar la represión {esfuerzo de desalojo} de las pulsiones inconcientes y de sus producciones, represión constituida desde entonces en el interior del individuo. Esto da por resultado la parte con mucho más grandiosa de la resistencia, que hartas veces hace subsistir la enfermedad aunque el extrañamiento respecto de la realidad haya vuelto a perder su temporario fundamento. El análisis tiene que librar combate con las resistencias de ambas fuentes. La resistencia acompaña todos los pasos del tratamiento; cada ocurrencia singular, cada acto del paciente, tiene que tomar en cuenta la resistencia, se constituye como un compromiso entre las fuerzas cuya meta es la salud y aquellas, ya mencionadas, que las contrarían.

Pues bien: si se persigue un complejo patógeno desde su subrogación en lo conciente (llamativa como síntoma, o bien totalmente inadvertida) hasta su raíz en lo inconciente, enseguida se entrará en una región donde la resistencia se hace valer con tanta nitidez que la ocurrencia siguiente no puede menos que dar razón de ella y aparecer como un compromiso entre sus requerimientos y los del trabajo de investigación. En este punto, según lo atestigua la experiencia, sobreviene la trasferencia. Si algo del material del complejo (o sea, de su contenido) es apropiado para ser trasferido sobre la persona del médico, esta trasferencia se produce, da por resultado la ocurrencia inmediata y se anuncia mediante los indicios de una resistencia -p. ej., mediante una detención de las ocurrencias-. De esta experiencia inferimos que la idea trasferencial ha irrumpido hasta la conciencia a expensas de todas las otras posibilidades de ocurrencia porque presta acatamiento también a la resistencia. Un proceso así se repite innumerables veces en la trayectoria de un análisis. Siempre que uno se aproxima a un complejo patógeno, primero se adelanta hasta la conciencia la parte del complejo susceptible de ser trasferida, y es defendida con la máxima tenacidad.

Vencida aquella parte, los otros ingredientes del complejo ofrecen ya pocas dificultades. Mientras más se prolongue una cura analítica y con más nitidez haya discernido el enfermo que unas meras desfiguraciones del material patógeno no protegen a este de ser puesto en descubierto, tanto más consecuente se mostrará en valerse de una modalidad de desfiguración que, manifiestamente, le ofrece las máximas ventajas: la desfiguración por trasferencia. Estas constelaciones se van encaminando hacia una situación en que todos los conflictos tienen que librarse en definitiva en el terreno de la trasferencia.

Así, en la cura analítica la trasferencia se nos aparece siempre, en un primer momento, sólo como el arma más poderosa de la resistencia, y tenemos derecho a concluir que la intensidad y tenacidad de aquella son un efecto y una expresión de esta. El mecanismo de la trasferencia se averigua, sin duda, reconduciéndolo al apronte de la libido que ha permanecido en posesión de imagos infantiles; pero el esclarecimiento de su papel en la cura, sólo si uno penetra en sus vínculos con la resistencia.

¿A qué debe la trasferencia el servir tan excelentemente como medio de la resistencia? Se creería que no es difícil la respuesta. Es claro que se vuelve muy difícil confesar una moción de deseo prohibida ante la misma persona sobre quien esa moción recae. Este constreñimiento da lugar a situaciones que parecen casi inviables en la realidad. Ahora bien, esa es la meta que quiere alcanzar el analizado cuando hace coincidir el objeto de sus mociones de sentimiento con el médico. Sin embargo, una reflexión más ceñida muestra que esa aparente ganancia no puede proporcionarnos la solución del problema. Es que, por otra parte, un vínculo de apego tierno, devoto, puede salvar todas las dificultades de la confesión. En circunstancias reales análogas suele decirse: «Ante ti no me avergüenzo, puedo decírtelo todo». Entonces, la trasferencia sobre el médico podría igualmente servir para facilitar la confesión, y uno no comprende por qué la obstaculiza.

La respuesta a esta pregunta, planteada aquí repetidas veces, no se obtendrá mediante ulterior reflexión, sino que es dada por la experiencia que uno hace en la cura a raíz de la indagación de las particulares resistencias trasferenciales. Al fin uno cae en la cuenta de que no puede comprender el empleo de la trasferencia como resistencia mientras piense en una «trasferencia» a secas. Es preciso decidirse a separar una trasferencia «positiva» de una «negativa», la trasferencia de sentimientos tiernos de la de sentimientos hostiles, y tratar por separado ambas variedades de trasferencia sobre el médico. Y la positiva, a su vez, se descompone en la de sentimientos amistosos o tiernos que son susceptibles de conciencia, y la de sus prosecuciones en lo inconciente. De estos últimos, el análisis demuestra que de manera regular se remontan a fuentes eróticas, de suerte que se nos impone esta intelección: todos nuestros vínculos de sentimiento, simpatía, amistad, confianza y similares, que valorizamos en la vida, se enlazan genéticamente con la sexualidad y se han desarrollado por debilitamiento de la meta sexual a partir de unos apetitos puramente sexuales, por más puros y no sensuales que se presenten ellos ante nuestra autopercepción conciente. En el origen sólo tuvimos noticia de objetos sexuales; y el psicoanálisis nos muestra que las personas de nuestra realidad objetiva meramente estimadas o admiradas pueden seguir siendo objetos sexuales para lo inconciente en nosotros.

La solución del enigma es, entonces, que la trasferencia sobre el médico sólo resulta apropiada como resistencia dentro de la cura cuando es una trasferencia negativa, o una positiva de mociones eróticas reprimidas. Cuando nosotros «cancelamos» la trasferencia haciéndola conciente, sólo hacemos desasirse de la persona del médico esos dos componentes del acto de sentimiento; en cuanto al otro componente susceptible de conciencia y no chocante, subsiste y es en el psicoanálisis, al igual que en los otros métodos de tratamiento, el portador del éxito. En esa medida confesamos sin ambages que los resultados del psicoanálisis se basaron en una sugestión; sólo que por sugestión es preciso comprender lo hemos descubierto ahí: el influjo sobre un ser humano por medio de los fenómenos trasferenciales posibles con él. Velamos por la autonomía última del enfermo aprovechando la sugestión para hacerle cumplir un trabajo psíquico que tiene por consecuencia necesaria una mejoría duradera de su situación psíquica.

Puede preguntarse, aún, por qué los fenómenos de resistencia trasferencial salen a la luz sólo en el psicoanálisis, y no en un tratamiento indiferente, por ejemplo en institutos de internación. La respuesta reza: también allí se muestran, sólo que es preciso apreciarlos como tales. Y el estallido de la trasferencia negativa es incluso harto frecuente en ellos. El enfermo abandona el sanatorio sin experimentar cambios o aun desmejorado tan pronto cae bajo el imperio de la trasferencia negativa. Y si en los institutos la trasferencia erótica no es tan inhibitoria, se debe a que en ellos, como en la vida ordinaria, se la esconde en lugar de ponerla en descubierto; pero se exterioriza con toda nitidez como resistencia contra la curación, no por cierto expulsando del instituto a los enfermos -al contrario, los retiene ahí-, sino manteniéndolos alejados de la vida. En efecto, para la curación poco importa que el enfermo venza dentro del sanatorio esta o estotra angustia o inhibición; lo que interesa es que también en la realidad objetiva de su vida se libre de ellas.

La trasferencia negativa merecería un estudio en profundidad, que no puede dedicársele en el marco de estas elucidaciones. En las formas curables de psiconeurosis se encuentra junto a la trasferencia tierna, a menudo dirigida de manera simultánea sobre la misma persona. Para este estado de cosas se ha acuñado la acertada expresión de «ambivalencia». Una ambivalencia así de los sentimientos parece ser normal hasta cierto punto, pero un grado más alto de ella es sin duda una marca particular de las personas neuróticas. El temprano «divorcio de los pares de opuestos» parece ser característico de la vida pulsional en la neurosis obsesiva, y constituir una de sus condiciones constitucionales. La ambivalencia de las orientaciones del sentimiento es lo que mejor nos explica la aptitud de los neuróticos para poner sus trasferencias al servicio de la resistencia. Donde la capacidad de trasferir se ha vuelto en lo esencial negativa, como es el caso de los paranoicos, cesa también la posibilidad de influir y de curar.

Con todas las consideraciones que llevamos hechas sólo hemos apreciado una parte del fenómeno trasferencial. Debemos prestar atención a otro aspecto del mismo asunto. Quien haya recogido la impresión correcta sobre cómo el analizado es expulsado de sus vínculos objetivos {real} con el médico tan pronto cae bajo el imperio de una vasta resistencia trasferencial; cómo luego se arroga la libertad de descuidar la regla fundamental del psicoanálisis, según la cual uno debe comunicar sin previa crítica todo cuanto le venga a la mente; cómo olvida los designios con los que entró en el tratamiento, y cómo ahora le resultan indiferentes unos nexos lógicos y razonamientos que poco antes le habrían hecho la mayor impresión; esa persona, decimos, sentirá la necesidad de explicarse aquella impresión por otros factores además de los ya consignados, y de hecho esos otros factores no son remotos: resultan, también ellos, de la situación psicológica en que la cura ha puesto al analizado.

En la pesquisa de la libido extraviada de lo conciente, uno ha penetrado en el ámbito de lo inconciente. Y las reacciones que uno obtiene hacen salir a la luz muchos caracteres de los procesos inconcientes, tal como de ellos tenemos noticia por el estudio de los sueños. Las mociones inconcientes no quieren ser recordadas, como la cura lo desea, sino que aspiran a reproducirse en consonancia con la atemporalidad y la capacidad de alucinación de lo inconciente. Al igual que en el sueño, el enfermo atribuye condición presente y realidad objetiva a los resultados del despertar de sus mociones inconcientes; quiere actuar sus pasiones sin atender a la situación objetiva {real}. El médico quiere constreñirlo a insertar esas mociones de sentimiento en la trama del tratamiento y en la de su biografía, subordinarlas al abordaje cognitivo y discernirlas por su valor psíquico. Esta lucha entre médico y paciente, entre intelecto y vida pulsional, entre discernir y querer «actuar», se desenvuelve- casi exclusivamente en torno de los fenómenos trasferenciales. Es en este campo donde debe obtenerse la victoria cuya expresión será sanar duraderamente de la neurosis. Es innegable que domeñar los fenómenos de la trasferencia depara al psicoanalista las mayores dificultades, pero no se debe olvidar que justamente ellos nos brindan el inapreciable servicio de volver actuales y manifiestas las mociones de amor escondidas y olvidadas de los pacientes.