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miércoles, 10 de julio de 2013

MARCO CAVALLO (UNA INSIGNIA)


¨Quando il cavallo acquistò la sua forma definitiva era enorme e bello. Tinta guardava affascinato ed incredulo. Nessuno osava toccare il cavallo, solo Vittorio lavorava ogni giorno per rifinirlo e Tinta era con lui a passargli gli strumenti. Nessuno, prima di allora, aveva mai conosciuto Tinta. Era rinchiuso nel reparto «C», il reparto più brutto e orrendo del manicomio, esclusione nell'esclusione. Aveva venti anni, tutti passati negli istituti. Era nato alla fine dell'occupazione alleata, a Trieste. A malapena gli avevano insegnato a scrivere il suo nome e, malgrado i suoi occhi attenti e vivaci, era stato condannato ad essere un deficiente.¨



Cuando el caballo adquirió su forma final era enorme y precioso. Tinta observaba con fascinación e incredulidad. Nadie se atrevió a tocar el caballo, sólo Vittorio trabajaba todos los días hasta el final y Tinta estaba con él para pasar los instrumentos. Nadie antes que él había conocido nunca a Tinta. Fue encerrado en el departamento "C", el departamento más feo y horrible del asilo, la exclusión en la exclusión. Tenía veinte años, todos pasados en las instituciones. Nació a finales de la ocupación aliada en Trieste. Apenas le habían enseñado a escribir su nombre, y a pesar de la mirada atenta y vivaz, había sido condenado a ser un idiota.


sábado, 1 de junio de 2013

DIEZ EXPERIMENTOS PSICOLÓGICOS PARA REFLEXIONAR

Tomado de: Pijamasurf.com 
10 experimentos que de algún modo revelan la existencia de esas potencias que al menor descuido se apoderan de la frágil mente humana, ese juguete de fuerzas que nunca creeríamos que también nos habitan y forman parte de nosotros.

La mente humana —que de algún modo experimentamos como un teatro— se compone de elementos que fácilmente podemos manipular, sea con variaciones de la propia percepción o con agentes externos que, como los químicos, intervienen directamente en las estructuras del cerebro.

Sin embargo, como con todo experimento, la posibilidad de fracaso se encuentra siempre presente. Hay ocasiones en que las cosas no se resuelven como la hipótesis inicial lo planteaba y las variables salen del control de los experimentadores.

A continuación presentamos 10 experimentos que desbordaron todas las previsiones planteadas, demostrando de algún modo que la mente es, como querían los antiguos griegos, el juguete predilecto de potencias que se manifiestan solo cuando el precario dominio que ejercemos sobre ella afloja por un instante la rienda.

El experimento de la prisión de Stanford

En 1971, Philip Zimbardo, psicólogo en la universidad de Stanford, convocó a un grupo de estudiantes para estudiar la manera en que se asumen ciertos roles —y, secretamente, para explorar la noción del mal en el alma humana. Simulando una cárcel, algunos tomaron el papel de guardias y otros el de prisioneros, aunque sin avisarles previamente. Una mañana kafkiana los primeros fueron a los hogares de los segundos y los arrestaron, llevándolos a celdas donde los vigilaban y incluso más que eso: pasados algunos días, el poder obtenido súbitamente trastornó tanto a los guardias que pronto incurrieron en prácticas sádicas como la tortura. Apenas 6 días después de iniciado, Zimbardo se vio forzado a suspender el experimento.

Wendell Johnson y los huérfanos tartamudos

Tomando como sujetos de experimento a 22 niños huérfanos, 10 de ellos tartamudos, Wendell Johnson, de la universidad de Iowa, los dividió en dos grupos que recibieron, cada uno por su cuenta, terapia del lenguaje, solo que el primero con un terapista que reconocía sus progresos y el otro con uno que castigaba sus errores. Con el tiempo, los niños pertenecientes a este último grupo mostraron serias afectaciones en su salud mental e incluso algunos desarrollaron trastornos que antes no tenían. Todo esto sucedió durante seis meses 1939. En 2007, seis de los niños del grupo “negativo” recibieron una compensación de casi 1 millón de dólares por el daño causado por el experimento.

MK-ULTRA

El célebre proyecto MK-ULTRA de la CIA, que tenía como propósito fundamental explorar la noción y las aplicaciones del control mental, fue durante la década de los 50 y los 60 un semillero de individuos desequilibrados cuyas vidas terminaron destruidas por esta ambición de reducir a una persona —y eventualmente a cientos o miles— a un objeto sin voluntad propia.

Elefantes en LSD

El LSD, una de las drogas favoritas de la experimentación en la década de los 60 y los 70, enigmática en sus efectos sobre la mente, conoció también una prueba en que fue administrada a un elefante por Warren Thomas, director del Lincoln Park Zoo situado en Oklahoma. Su prueba, sin embargo, aportó poco o nada al conocimiento científico, pues el animal que recibió la dosis murió a los poco instantes entre convulsiones y estremecimientos.

El experimento de Milgram

Antecedente directo de Zimbardo, Stanley Milgram estaba obsesionado con el concepto de autoridad y la manera en que cualquiera lo asume casi sin reflexionar, apegándose inmediatamente a los mandatos de otro solo porque, digamos, este viste una bata (y entonces suponemos que es un médico) o se encuentra en una jerarquía social superior (categoría que, cuando se le mira de cerca, también parece bastante endeble). En particular Milgram no entendía el asunto del Holocausto, el hecho de que una persona perdiera toda piedad, compasión y demás emociones humanas y, aparentemente como si realizara una acción mecánica, matara a decenas o cientos de personas.

El experimento de Milgram consistió en pedir a una persona que hiciera preguntas a otra, a quien cada respuesta equivocada le costaba un choque eléctrico cuya intensidad aumentaba a la par de los errores, todo esto supervisado por un hombre con la aparente autoridad de un científico que conocía las razones del experimento.

Lo que no sabía la primera persona es que su contraparte era un actor que fingía el dolor sentido por las descargas eléctricas, mismas que en realidad no existían.

Para sorpresa de Milgram, había personas que siguiendo las órdenes del supervisor seguían aplicando los choques a pesar de que el hombre se retorcía de dolor y suplicaba que su agonía cesara.

Esquizofrénicos que dejaron de tomar sus medicinas

En los ochentas, un grupo de psicólogos de la Universidad de California diseñó un experimento para saber cómo mejorar el tratamiento de la esquizofrenia, teniendo como fase fundamental que pacientes con esta enfermedad suspendieran los medicamentos que acostumbraban consumir para mantenerla a raya. La medida fue contraproducente y casi todos vieron exacerbados sus síntomas. Incluso uno, Tony LaMadrid, saltó desde la azotea de un edificio seis años después de haber formado parte del estudio.

El pozo de la desesperanza

Como inspirado en una ficción de Poe o algún otro maestro del terror, el psicólogo Harry Harlow buscó arrancar su secreto al amor aislando monos en un aparato que denominó “el pozo de la desesperación”, una cámara vacía en la que el animal se encontraba privado de todo estímulo y socialización. ¿Los efectos? Ninguno otro más que la locura, manifestándose en comportamientos como que algunos animales comenzaron a comerse a sí mismos. 

La Tercera Ola

La Tercera Ola (The Third Wave) fue el nombre que recibió un experimento a un tiempo psicológico y político, en el que se pretendió comprender cómo una sociedad democrática podría virar hacia el fascismo y el autoritarismo. Entre un grupo de estudiantes adolescentes se creó una especie de “clase privilegiada” u orden en la que eran admitidos solo unos cuantos. Y si bien, de inicio, esta circunstancia motivó a todos a esforzarse por pertenecer a dicha élite, con el tiempo sus miembros desarrollaron prácticas como la marginación y la discriminación de quienes no gozaban de dicho privilegio, comportamientos que incluso fueron llevados más allá del salón de clases. Bastaron cuatro días para que el experimento, ante la evidente falta de control, se diera por concluido.

Terapia de aversión a la homosexualidad

Si toda enfermedad tiene su cura y la homosexualidad es una enfermedad, entonces esta puede curarse. Víctimas de tan falsa e insostenible lógica, muchas personas en la década de los 60 asistieron a terapias que prometían curarlas de su orientación sexual y devolverlas a la “normalidad”. Técnicas entre las que destacó la “terapia de aversión”: al mismo tiempo que una persona era expuesta a imágenes homosexuales, se le daban electroshocks e inyecciones que provocaban náuseas y vómito.

David Reimer

Con tan solo 8 meses de edad, en 1966, David Reimer perdió su pene a causa de una circunsición mal realizada. John Money, psicólogo, sugirió entonces a sus padres que la mejor alternativa para el futuro desarrollo del pequeño David era una cirugía de cambio de sexo. Money, sin embargo, tenía intereses propios en el asunto y, sin comunicárselo a los padre, utilizó al recién nacido para probar que la identidad de género no era innata, sino una consecuencia de la educación y la interacción social. David se transformó en Brenda y aunque sus genitales tenían la apariencia de una vagina y desde siempre recibió suplementos hormonales, actuó como un niño durante toda su infancia. Esto provocó que la familia se separara. A los 14 Brenda supo la verdad, y tomó la decisión de volver a ser David, nombre con el cual se dio muerte a los 38 años.

jueves, 21 de marzo de 2013

martes, 5 de junio de 2012

ENTREVISTA AL PSICÓLOGO ROSENDO RODRIGUEZ


Entrevista realizada por Katerin Andrea Ospina, estudiante de psicología de la Universidad Antonio Nariño, el 30 de mayo de 2012. 
 
Ocupación y tiempo que lleva en el cargo: Docente en educación superior, psicólogo en el área clínica y educativa, psicoterapeuta.

1.    ¿A qué enfoque de la psicología pertenece? 

Soy un historiador de la psicología, sin asumir alguna escuela en particular, especialmente en los últimos años. Esto me ha servido para pensar sobre diferentes teorías y modelos, y orientar mi práctica a partir de mi propio desarrollo. Tengo el grado de psicólogo emitido por una universidad colombiana, y trabajo según el análisis de la práctica, lo cual desemboca en la ética. Anteriormente he pasado por experiencias del humanismo y el psicoanálisis, y en algún momento pensé que sería psicoanalista. En la actualidad no puedo asumir más que soy un historiador de la disciplina, tal vez en búsqueda de su propio ser.

2.    ¿Qué lo llevó a escoger dicho enfoque? 

El recorrido por la psicología, es lo que ha marcado mis diferentes experiencias. Asumida la mayor parte del tiempo de modo religioso, en distintos momentos pensé que había encontrado la verdad en algún modelo. Ahora veo que se trata de lógica, finalmente, y en consecuencia, lo que se tiene es, primero, un lugar de la verdad, y en el mismo, unas premisas estructuradas como silogismos, que finalmente desembocan en demostraciones aristotélicas. En otros casos, pero de la mano de la filosofía, los soportes de estas premisas son quaestio facti, lo que termina de conformar las ilusiones de una disciplina cuyos objetos y métodos son diversos. Me entristecen algunos modos de pensar la psicología, como aquellos que se convierten en la realización de la techné siguiendo el control como el entendido de lo que debe ser. Otros, en las antípodas, buscan liberaciones equivalentes en ilusiones, siendo los segundos quizá mortíferos en mayor grado que los primeros. Otros, finalmente, se acercan a lo que podría constituir, al menos, inquietantes campos de interrogación frente a los efectos de la cotidianidad del ser y una contraparte en el existir. La psicología tal vez no tiene respuestas adecuadas, pero quizá tenga buenas preguntas, en algunos casos. 

3.    ¿Cuál cree que es su función como psicólogo  dentro de este campo de acción?

La teorización, entendida como meditación en relación con un objeto -con los objetos de la cotidianidad, que lo enmascaran-. Esto solamente, por ahora, entendido en el sentido de la necesidad de colocar, en el lugar del vacío, unas palabras. Es decir, como ser hablante, quizá subsidiario de lo escrito, no puedo dejar de lado -insisto- de momento, la simbolización. Mis esfuerzos, sin embargo, no irán más allá de este ejercicio, pues de cada uno es responsabilidad el modo como deriva su experiencia de simbolización del objeto. Allí, me muevo en los términos de lo que puede haber de universal en la experiencia del ser, y es en ese punto donde creo se debe decantar la experiencia de cada uno, y quizá, yendo más allá de ese “uno”, a lo representado que en el fondo no tiene representación. 

4.    ¿Cuál es su opinión acerca de la formación que están recibiendo de parte de las universidades los futuros profesionales del área de la psicología?

Mi opinión, o doxa, no es importante, en tanto que no alcanza la ortodoxia. Con esta advertencia, voy a la formación. Se trata de una paradoja, pues la psicología solamente, a mi juicio, empieza en su práctica, cuando se ha recibido una “formación”. Este paso ineludible para alcanzar algo del orden de la psicología, es solamente la recepción de los modelos -un paradigma es un ejemplo- que se inscriben en el ser del estudiante, pero frente a los cuales el mismo está obligado a crear algo como una estructura lógica susceptible de plantearle preguntas y caminos, ordenamientos lógicos frente a su experiencia de la realidad, diferentes a los de su vida cotidiana, que no es más que un efecto de su historia anterior. El elemento profesional, es intensamente problemático, y requiere también un análisis: se trata de lo que se entiende por “profesionalismo”, que, en suma, puede reducirse a cuanto mandato sobre la práctica en intercambio con un cliente emerge ante las complicaciones de la misma. El profesional es el que ejerce la “psicología” dentro de un rol institucional y social, que terminan por fundarlo -sin consciencia plena, de modo habitual- como funcionario y administrador de su creencia (con respecto a la psicología), y para colmo perorando sobre su claridad ética. En este terreno se aprecia muy claramente que la psicología anda muerta, en tanto que se dedica a perfeccionarse como producto de consumo, siendo el psicólogo, en el fondo, una mercancía más dentro del sistema del Capital, religión de fondo susceptible de capturar cualquier otra religión, pues éste dios de la posmodernidad puede adquirirlo, tanto como quien tiene dinero puede comprar psicología. Cerrando, el futuro de los “psicólogos”, desde mi perspectiva, es el de los demás profesionales, si ese es el camino que eligen: las ventas. Otro es el destino de los pensadores, más próximos al sufrimiento que al bienestar de los profesionales. Y no porque estos últimos no piensen, sino que su pensamiento está atrapado en sus necesidades maslowianas. Aquellos que plantean un terreno de la psicología en el plano de los efectos del lenguaje, y los problemas del surgimiento del lenguaje y la fundación del sujeto y la subjetividad, están en otro lugar. Las Universidades deben, idealmente, ser habitadas por el discurso de las psicologías, pero además, deben ser habitadas una vez más por los estudiantes de la psicología. Estos no tienen nada qué ver con los profesionales, pues el profesional es un alienado por una causa ya definida, que evita los peligros del cuestionamiento de sus modelos. El drama universitario es el de la experiencia de los mercenarios de la psicología.  

5.    ¿Cree usted que existen los suficientes y eficaces,  medios de control y supervisión para la inspección de las funciones de los psicólogos, específicamente dentro de su campo de acción?

Esta pregunta es anti-psicológica. Es evidentemente, propia de un funcionario. Aquí hay un administrador de la educación, que pide productos. Puede verse el efecto de las Normas ICONTEC, y de las políticas de la educación, que son políticas institucionales. Los términos, los reenmarco, que aparecen ya como holofrases o términos holofrásticos donde la psicología es un apéndice de la administración, son: suficiencia, eficacia, mediosdecontrol (pegado), supervisión, funcionesdelospsicólogos. ¿No debería ser claro que el campo de acción de la psicología, debería ser cuestión de psicólogos? El administrador, no por serlo, es enemigo de la psicología. Su hacer es solamente el de quien está encargado de administrarla, como bien o servicio. En ese sentido, sostiene la orquesta de las normas de calidad. Es interesante ver que la Universidad, no solamente la privada, sino la pública, son empresas. Como tales, obedecen a la lógica que deviene dialécticamente de la relación entre el capital  y su discurso (el del capital, por supuesto). El psicólogo, por lo regular, se encuentra decepcionado -este es mi prejuicio, derivado de años de experiencias- de su arte / ciencia / religión, frente al administrador, que es su Amo, y por consiguiente, su objeto de Amor. Hay una transacción entre uno y otro, y un pacto con respecto a lo que tiene que ver con los productos del psicólogo, el cual es un esclavo de la administración de su producto. En ese sentido, las condiciones laborales en la Universidad, y la producción del psicólogo, dejan de lado, por ejemplo, la investigación. Puede decirse que no hay investigación que no esté ligada a la administración educativa, pues se torna en un asunto de presupuesto. Del mismo modo, hay que pagar para ir a clase, y también, el psicólogo que está en la docencia necesita vivir de su práctica. ¿Puede hablar, realmente, en estas condiciones? La consecuencia que veo, además, se puede extraer de la pregunta, es que el psicólogo es ya un significante del control, que es lo mismo que decir, que no es otra cosa que un controlador. A veces, en este último ejercicio, el sacrificio implicado es el de la psicología misma.

6.    ¿En alguna ocasión ha visto afectada su ética profesional, por alguna orden que haya tenido que cumplir de parte de algún jefe? Si la respuesta es positiva explique el motivo por el cual sintió afectada su ética profesional?

La respuesta a esta pregunta, se articula con la pregunta anterior (ver ítem 4) que tiene que ver con el profesionalismo. El ejercicio de la psicología, de parte de un psicólogo, si se ejecuta con rigor, viola algunos de los principios de la ética profesional. La ética de la psicología, si es que tal cosa existe, remite al pensador a las éticas de la psicología, en tanto que existen diferentes corrientes de pensamiento consideradas paradigmáticas, es decir, fundamentadas en principios que se precian de ser universales. Es interesante ver que las universalidades chocan, en el acuerdo imposible, que sin embargo, algunos toman -los autores del código deontológico de cualquier país- asumiendo el saber absoluto en lo referente a la psicología, para establecer los referentes legales. Esto, en principio, implica por supuesto que el autor de la psicología se ubica dentro de la ley. Su saber es instituyente en tanto que es legal, o está legitimado, y sirve para legitimar...su pensamiento. La antigua religión, al menos en su espíritu, no solamente la católica (vg., la Diosa Que Come Suciedad, de los azteca), guardaba el secreto de confesión, creando un lugar donde la palabra pronunciada dejaba incólume la integridad social del penitente, el cual además era bien visto por su contricción. Por defecto, en la actualidad el que tiene psicólogo, tiene problemas, no solo de orden mental. Así que por otra parte, el propio ejercicio de la psicología regularmente es una infracción al espíritu de la misma, pero no en tanto que profesión, sino en tanto que ética y política articuladas desde el saber.

7.    ¿En alguna ocasión se ha visto confundido o sin saber cómo actuar frente algún caso en especial, por las consecuencias que puedan traer su decisión referente al secreto profesional? 

He tenido muchos errores y algunos aciertos. Por ejemplo, frente al derecho del niño de salvaguardar su secreto. El niño es hijo de alguien, que paga la consulta, y que se considera su dueño, más que su tutor o representante legal. Quizá por esto mismo, por la consideración del padre y también, en la línea de responsabilidades, del pariente y el educador, incluyendo al psicólogo, se fracturan radicalmente los límites del secreto profesional. Quiero dejar sentado que se puede mantener el secreto, pero no si se es profesional. Pero, por otra parte, allí surgen problemas de reconocimiento de la realidad del niño, por ejemplo. Se estima que no tiene, por definición, autodeterminación, y que en el terreno familiar, en último término, es objeto de cuidado al cual hay que respetarle sus derechos. Las paradojas son evidentes. Lo que no se pregunta el psicólogo, especialmente el profesional, es por el espíritu de la Ley. Su proceder será tendiente a obedecerla, al margen de las consecuencias que esto implica. De allí su sometimiento a los protocolos y a los métodos estandarizados, cuya pretensión de verdad es religiosa, por defecto del espíritu científico, que lejos del modo empírico-analítico, es finalmente conocer

8.    En su opinión ¿cree que es competencia del psicólogo recomendar o no a un ex - empleado de dicha empresa para laborar en otra entidad, si este tuvo inconvenientes que impidieron el buen funcionamiento de su antigua empresa?

Bueno, esta pregunta me causa risa, y lo digo para no falsear el respeto. Una vez más, se trata aquí del lenguaje que media las relaciones entre el empleador y el empleado. Por lo general, cuando hablo con algún colega, sobre todo si es nobel, veo que se conduce dirigiendo sus esfuerzos a sostener angustiosamente su posición sobre la base del hallazgo de la Verdad. Esta verdad es en realidad, la verdad del sujeto. Esto es, la que emerge de sus experiencias mortíferas con el otro. Por este camino, la producción en el sistema es la de la cobardía. Y la competencia, y su sistema de evaluación, surge de allí, de esa cobardía. Por supuesto, un contrato laboral implica la sinceridad de las partes, en cuanto a lo que se está dispuesto a hacer. Si entra en el planteamiento de la institución, por ética profesional está obligado a cumplir con su promesa. Ya vimos anteriormente algunas implicaciones de ser profesional. La conclusión inevitable aquí es que la psicología es imposible en los campos en que se practica, bajo la lógica de la mercancía, y solo es posible como reducción a tal condición. Quien hace la reducción, es el profesional. Como se observa, este ya no puede considerarse, estrictamente, como psicólogo. 

9.    Los psicólogos del área educativa, pueden llegar a tener una gran influencia en los hábitos de pensamiento, sentimiento y conducta en los estudiantes, ¿Qué opinión tiene acerca de los psicólogos que ejerzan estas costumbres?

La consuetudo es solamente una solución de cada uno, no necesariamente derivada de la reflexión teórica y epistemológica sobre su saber. No sé hasta donde lo que se afirma en esta pregunta sea posible, siempre que cada vez encuentro más “estudiantes” cuyo ser en el mundo es el que se localiza en la internet. Es decir, si no están en el chat, durante el desarrollo de una sesión de clase o tutoría, están en algún lugar de la red, por ejemplo, en el face o en el twitter. En ocasiones, predomina la relación de odio-rechazo, en alguno de los términos docente-estudiante, y en otros, el psicólogos, cuyo estatuto es el mismo de los docentes en las instituciones educativas, al menos en el imaginario, ama demasiado a sus estudiantes. El psicólogo, en lo imaginario, sin dejar de lado que tiene mucho que ver con lo real, es visto ya tradicionalmente como un denunciante. En instituciones de LIbertad Asistida, al menos hace algunos años, formaba parte del Equipo Técnico, que recomendaba al Juez de Menores la medida jurídica a proceder. ¿Qué más se puede decir del llamado psicólogo en estos entornos sociales, que su afirmación de la negación del ser de la psicología, el cual, en todo caso, es desconocido? Diría pues, que la consuetudo del psicólogo es negar su saber, en beneficio de su profesión.

10. ¿cree que la responsabilidad y los deberes  del psicólogo, como profesional, deben limitarse a las actuaciones internas de la institución a   la que pertenezca?

Tal vez es tiempo de proponer que el psicólogo parta de la lectura de la historia, la sociedad y la cultura, de las cuales forma parte una institución. También, preocuparse por la defición de este término, que regularmente remite a un conjunto de prácticas y técnicas adscritas a alguna forma de administración de los saberes. De allí que sería posible que modificara su condición de esclavo de lo instituido, a pensador de la vida, pues lo que no creo que le esté dado sea la dedicación a los mismos goces de los demás, los cuales vienen con factura. Está obligado por su recorrido a proponer algo distinto de aquello que considera su formación, pues esta solamente le provee la forma originaria que se ha de modificar al martillo del pensamiento, pero el pensamiento mismo ha de ser liberado de sus ataduras simbólicas. Que la palabra se estructure a partir del pensamiento quiere decir que no es el último término al cual se debe someter el psicólogo. Es también el problema de sus efectos en lo imaginario y lo real, términos de la matemática que forzosamente han de ser tenidos en cuenta en la psicología. Tal vez sí sea necesario reconocer un deber y una responsabilidad del psicólogo, pero no centrados en su contrato laboral, lo cual forma parte de su esfera social, y de lo que ya se ha planteado discusión a lo largo de esta entrevista. Este deber, está centrado en un mandato kantiano: “Debes saber más de psicología”, el cual, sin duda, es un imperativo superyoico (¿ético?), que tiene sus nexos con la responsabilidad, cifrada en otro imperativo superyoico: “a cualquier precio”.

No en vano alguien sostiene el carácter capitalista de la pulsión. El análisis nos indica que el deber ser plantea tales problemas, que el imperativo de saber a cualquier precio indica que la responsabilidad de saber a cualquier precio también se cifra en el verdadero imperativo actual, que sería tendiente a no violar el código de comercio. Por supuesto, hay otros códigos, que por ser considerados menos importantes, son por supuesto, subsidiarios de éste último. Entre ellos, entre los muchos otros del concierto de los saberes, está el de la psicología.

No obstante, sería problemático que el código de la verdad fuera el de éste saber psicológico. Entre otras cosas, porque su efecto es el de la actualidad, cuando así es asumido. Uno de sus productos, es un ser enfermo de conciencias, al viejo estilo hegeliano.


Mayo, 2012.

miércoles, 15 de junio de 2011

RANKING IBEROAMERICANO DE PSICOLOGIA COLOMBIA

RANKING IBEROAMERICANO DE PSICOLOGIA COLOMBIA

SIR 2011

Publicado por: Jairo Báez


IBE: Iberoamerica LAC: Latinoamérica NAL: Nacional



IBE LAC NAL INSTITUCIONES NACIONALES

37 16 1 Pontificia Universidad Javeriana

54 26 2 Universidad Nacional de Colombia

87 40 3 Universidad de Antioquia

90 41 4 Universidad de los Andes, Colombia

102 49 5 Universidad del Rosario

110 51 6 Universidad Católica de Colombia

122 59 7 Universidad de San Buenaventura

162 84 8 Fundación Universitaria Konrad Lorenz

177 93 9 Universidad del Norte

185 97 10 Universidad Pontificia Bolivariana

186 98 11 Universidad Santo Tomás

190 102 12 Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

231 127 13 Universidad de La Sabana

232 128 14 Universidad El Bosque

272 149 15 Universidad Autónoma de Bucaramanga

315 174 16 Universidad de Manizales

316 175 17 Universidad Industrial de Santander

357 194 18 Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá

358 195 19 Universidad Tecnológica de Bolívar

403 239 20 Universidad de Cartagena

404 240 21 Universidad de Nariño

405 241 22 Universidad del Magdalena

435 262 23 Corporación para Investigaciones Biológicas

480 269 24 Instituto Nacional de Cancerología

567 309 25 Clínica Oncología Astorga

568 310 26 Fundación Éxito


595 335 27 Clínica Las Américas


596 336 28 Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano

597 337 29 Liga Colombiana contra la Epilepsia

598 338 30 Ministerio de la Protección Social

599 339 31 Corporación CorpoGen

600 340 32 Clínica Soma

601 341 33 Instituto Colombiano de Neurociencias

602 342 34 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses

603 343 35 Médicos Sin Fronteras Colombia

604 344 36 Grupo Colombiano de la Colaboración Cochrane

605 345 37 Instituto de Cancerología, S.A.

644 365 38 Hospital Simón Bolívar III Nivel E.S.E

645 366 39 Instituto de Investigación del Comportamiento Humano

646 367 40 Ministerio de Educación Nacional

710 370 41 Hospital San Rafael Tunja E.S.E.

777 396 42 Fundación Universitaria Los Libertadores

778 397 43 Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca

779 398 44 Universidad de Ibagué

780 399 45 Universidad del Cauca

781 400 46 Universidad del Sinú Elías Bechara Zainum

782 401 47 Universidad Distrital Francisco José de Caldas

783 402 48 Universidad Externado de Colombia

784 403 49 Universidad Manuela Beltrán

785 404 50 Universidad Militar Nueva Granada

786 405 51 Universidad Piloto de Colombia

787 406 52 Universidad Simón Bolívar

788 407 53 Universidad Sur colombiana


Fuente: SCimago Lab. http://www.scimagolab.com

martes, 29 de marzo de 2011



miércoles, 23 de febrero de 2011

CASO ROMELIA

Romelia tiene 30 años, es profesional en psicología y tiene una especialización en recursos humanos. Se desempeña actualmente como gerente de su propia empresa, relacionada con la prestación de servicios sociales. Es madre de una niña de 10 años, que empieza a mostrar fobia escolar. Sólo vivió unos cuantos meses con el padre de su hija, pero éste responde por la cuota alimentaria de la niña. Romelia reside en la casa de su madre junto con su padrastro, su madre y su hija. En el momento, el conflicto de Romelia es independizarse del hogar materno y formalizar su propio hogar. No obstante ésta ha sido la constante desde que quedó embarazada. Romelia es muy dada a experimentar terapias alternativas, esto la ha llevado a la hipnosis, las regresiones, la carta astral y el tarot ente otras.



Romelia es la mayor de las dos hijas de una médico, quien tuvo dos relaciones de pareja, de la primera es hija Romelia. Su padre biológico se separó de la madre, cuando ella tenía 3 años. Su madre formaliza pareja con el padre de su segunda hija, quien asume la paternidad de Romelia como si fuera su propia hija. A la edad de 7 años, Romelia se entera que el padre de su hermana no es su verdadero padre, por boca de la madre, quien en momentos de ofuscamiento con ella, se lo confiesa. Cuando se entera que la persona que creía, no es su verdadero padre, empieza a rechazarlo y a sentir repugnancia de sí misma por haber acariciado y besado a un hombre que no es era su padre. Romelia comenzó a sufrir de asma desde que tenía 7 años y todavía ahora le dan ataques periódicos que deben ser controlados farmacológicamente.



De su infancia, Romelia recuerda maltrato por parte de la madre, que la castigaba y la golpeaba hasta hacerle sangrar la cara. La abuelita también la maltrataba y la acusaba de diabólica debido a sus ojos claros. En cambio recuerda que su padrastro la quería mucho, la mimaba y la acariciaba, y ella respondía afectivamente con la certeza que él era su padre verdadero. Romelia recuerda que ante el maltrato, se encerraba en lugares apartados de la casa y empezaba a vivir en sus fantasías. Dentro de sus éstas favoritas estaba el suicidarse y ver como su madre sufría. También fantaseaba con príncipes y héroes que la salvaban de la maldad de su madre. Gustaba de jugar con muñecos a que ella era la profesora y estos los alumnos, a los que enseñaba las lecciones que le daban en sus clases académicas. Relata sus deseos de ser cantante y actriz pero también las burlas de su madre que le decía que cantaba feo, que una mujer tan fea no podía ser actriz.



De la adolescencia, refiere que a los 16 años inicia su vida sexual empezando una etapa de promiscuidad en donde no puede, en la actualidad, saber con cuántos hombres ha estado íntimamente. Para esa época experimenta con las drogas psicoactivas sin que llegue a ser abusadora en ningún momento, pero en cambio si se hace usadora frecuente. Queda embarazada a la edad de 20 años, en un fin de semana donde estuvo con tres hombres diferentes, por tal motivo en este momento no puede saber quien es el padre biológico de la niña. Cuando se enteró de su embarazo, lo único que quiso fue darle un padre a su hija, por tal motivo escogió al que más le agradaba como padre para su hija, de los tres con los que estuvo esa noche, para informarle que serían padres. Éste rechazó la paternidad y huyó. Romelia decide entonces decirle a otro de ellos, quien acepta gustosamente y empieza a cuidarle su embarazo; pero, a los 6 meses de gestación Romelia decide manifestarle que él no es el verdadero padre, entonces el muchacho se retira decepcionado. Seguidamente Romelia informa al tercero, de que él es el verdadero padre del hijo que está esperando; éste, aunque rechaza en un primer momento las idea, la asume y se responsabiliza de los últimos meses de embarazo de Romelia. Al nacer la niña, los dos primeros muchachos regresan y le informan a Romelia, por separado, su deseo de ser el padre de la niña, sin importarles si son el padre biológico de la niña. Romelia quisiera que fuese el primer informado, pero éste se halla en esos momentos ¨cogido por las drogas¨, por tal motivo ella desecha la idea inicial de que él sea el padre ideal para su hija. Pensando en lo mejor, en términos económicos, decide que sea el segundo el padre de su hija, y con él mandan a registrar la niña, e intentan formalizar una vida de pareja y familia, siendo imposible convivir por los problemas de alcohol del joven y los ataques de celos de ella. Romelia se separa y se va a vivir a la casa de la madre, manteniendo la mentira de que fue casada civilmente y divorciada.



A la edad de 23 años decide viajar a conocer a su padre biológico, pero la zozobra de ser violada por él no la dejó dormir en las noches que estuvo pernoctando en su casa; llegó al punto de colocar cantidad de objetos, (mesas, sillas) contra la puerta, para mitigar la angustia de que el padre, en cualquier momento, irrumpiera en la habitación. El padre le ofreció la posibilidad de que se quedara viviendo con él y su familia, pero ella rechazó la oferta a pesar de ser bastante rentable. Romelia señala sentir afectos positivos (sentimiento de ternura, amor, compasión) por su padre biológico, a pesar de no haber vivido mayor tiempo con él; en cambio se recrimina por sentir afectos encontrados por su padrastro, siendo que él siempre ha estado pendiente de su bienestar, y haberse comportado siempre como su verdadero padre.



En su relación de pareja, se aprecian ciertas características propias a todas las relaciones que ha tenido formalmente. Los celos (fundados en su mayoría, justificados otros) de parte de ella son una constante; la intensificación de sus sentimientos de dependencia y control a su pareja, hasta el punto de desear formar parte de esa persona (introducirse en ella) para poder estar segura y conocedora de sus pensamientos, sentimientos y acciones. La angustia de no poder controlar a su pareja la lleva a cometer acciones que rayan en lo bizarro, tal como llamarla por teléfono cada 5 minutos por horas consecutivas. Ante la falta de evidencia a sus sospechas construye delirios paranoicos bastante estructurados, a partir del más mínimo estímulo, y sobre ellos empieza a actuar y tomar decisiones reales, sin importar a que persona o situación involucre. Igualmente, a llegado a maltratar físicamente a sus parejas, en su afán de retenerlas a su lado y en ánimos de que le confirmen sus sospechas de infidelidad.



En su visión del mundo es bastante masculina, detesta las labores propias de la mujer de su tiempo, se asume más de tipo ejecutivo, deseosa de ser la parte que aporte económicamente a la familia que pueda finalmente formalizar. No le gusta las labores del hogar, no le gusta jugar con su hija, refiere que todas esas labores que ejerce la mayoría de las mujeres no fueron hechas para ella. Desea que el hombre que se case con ella cumpla con esas funciones.



En su sexualidad, se asume femenina pero para llegar al orgasmo debe fantasear que está con una mujer, los pechos de la mujer es su objeto de mayor erotismo y excitación. Otra de sus fuentes de excitación es el poder penetrar analmente a su pareja. Como se planteó adelante, Romelia no ve mayor inconveniente en estar en intimidad sexual con cualquier hombre, pero refiere diferenciar las relaciones sexuales que hace con amor de aquellas que hace por simple placer o por razones del momento. Es selectiva en su comportamiento sexual; de acuerdo con la persona que esté en el momento puede desinhibirse en actividades orales, anales o vaginales siendo sujeto u objeto. Ha tenido relaciones con varios hombres a la vez, (orgía), bajo altos efectos de drogas y alcohol, sintiéndose culpable y sucia posteriormente. Ha tenido sólo una relación homosexual, de la que refiere no fue tan satisfactoria como sus fantasías y por tal motivo no se siente tentada a repetirla. Su tipo de hombre es aquel con facciones femeninas, ¨lindos¨ según su decir. En su búsqueda a tenido relaciones sexuales con bisexuales y otro que creía ser homosexual declarado. Con este último tuvo un gran romance, donde se planteó la posibilidad de casarse y tener un hijo. La relación fracasó por detalles ya mencionado sobre la forma como se relaciona con las parejas.



De la madre de Romelia se sabe que proviene de una familia donde los padres eran muy severos y maltratantes. Hay referencias de cómo su padre (abuelo materno de Romelia) colgaba de las manos de un árbol a uno de los hijos y lo golpeaba hasta hacerlo sangrar. La razón por la cual la madre de Romelia se separa de su primer esposo (padre de Romelia) es un misterio donde se guarda total hermetismo. La única explicación que da la madre a Romelia sobre el hecho es que el señor le fue infiel, pero se rehúsa a dar más detalles o ahondar en él. Romelia y su madre se relacionan de una forma agresiva y conflictiva. La madre siempre le está señalando su inutilidad y Romelia le recrimina por la crianza que le dió. Son continuas las manifestaciones verbales de agresión y recriminaciones mutuas. Su madre siempre ha sido profundamente religiosa y acusa a Romelia de atea por no compartir sus actividades místicas. La relación que la madre de Romelia lleva con su segunda pareja se caracteriza por su gran autoridad sobre él y la sumisión de él a los dictados de ella. Le administra totalmente su vida, su salario, sus gustos, decisiones, etc. Se sabe que al principio de su relación, la madre celaba exageradamente a su compañero, pero que en una discusión él la golpeó en la cara, dejando ella por siempre esos comportamientos de ira y descontrol exagerados. La relación actual de Romelia con el padrastro es de desconfianza, lo percibe como ¨viejo verde¨ que la mira morbosamente y con intenciones depravadas.



A la segunda relación de pareja de la madre pertenece la segunda hija, ella tiene problemas de audición y siempre estuvo con ayuda especial para reforzar su parte académica. En el momento, esta hija está casada con un hombre caracterizado por su fuerte carácter maltratante y su poco logro económico. Es la madre de Romelia quien les ayuda económicamente, y con la crianza y cuidado de los dos pequeños hijos que tienen, producto de esta relación. El niño mayor se muestra hiperactivo, y agresivo con los compañeros; esto ha ocasionado que el niño empiece a ser golpeado por su padre, su madre y su abuela, de tal forma que Romelia siente que ya es exagerado el castigo y que raya en el maltrato y el gusto masoquista del niño.



La niña de Romelia, fuera de sus fobia escolar, manifestada en vomito y mareos al llegar al colegio, sin justificación médica, se muestra bastante bien anímicamente. Busca el cariño y apego de su madre pero la madre muestra su rechazo; a veces Romelia siente intensa repulsión ante la cercanía de la niña. Romelia afirma que quien se ha ubicado como madre de su hija es la abuela y ella se percibe como el padre de la niña. La niña le ha referido a la madre su deseo de no tener hijos cuando sea grande, pero sin embargo se muestra muy cariñosa con sus primitos y con los niños del conjunto residencial donde habita. La relación de la niña con su padre (supuesto padre) es buena a pesar de no vivir juntos; cuando tienen la posibilidad de encontrarse, el padre le demuestra toda su afectividad y la niña le responde de igual manera. Es de señalar, que aún ahora, el padre tiene problemas de relacionados con el alcohol.